Conductores principiantes
En más de una oportunidad nos hemos ocupado en esta columna del caótico tránsito de nuestra ciudad, con un lamentable muestrario diario de accidentes, muchos de ellos con fatales consecuencias.
Más allá del infortunio, está claro que en la mayoría de las colisiones hay una responsabilidad humana, y muchas veces es la consecuencia de un desconocimiento absoluto de las reglas de tránsito.
También, y como un factor para no soslayar, hay que considerar al incumplimiento de esas normas, con numerosos ejemplos que vemos a diario en las calles de la ciudad: circulación en contramano, paso de semáforos en luz roja, estacionamiento en doble fila, manejar hablando por teléfono celular y otras tantas faltas, en la mayoría de los casos sin sanción.
La Municipalidad es por un lado la responsable de controlar este caos y sancionar a los infractores, pero a la vez no debe descuidar las exigencias para quienes sacarán su primer carnet: los llamados principiantes, no tampoco dejar de orientar a aquellos que en próximos años lo serán.
En ese sentido vale recordar la idea que alguna vez se impulsara desde una administración anterior, de poner en funciones una escuela para principiantes en las instalaciones del Polideportivo Municipal de la avenida 10, a quienes se les brindaría un curso teórico práctico. Las reglas de
tránsito serían el eje del mismo, intentando revertir la problemática.
Lo cierto es que esta iniciativa no se concretó y en la actualidad todo se remite a una charla instructiva con conceptos básicos. Asimismo se les entrega un cartel con la palabra “principiante”, que por ley se deben exhibir en el parabrisas de sus vehículos. Transcurridos seis meses de dicho uso y sin haber cometido infracciones, los automovilistas quedan autorizados para conducir también en rutas y pueden rendir las pruebas necesarias para obtener la licencia profesional.
Entre quienes van a sacar su primer carné predominan los jóvenes, por lo que todos los recaudos y exigencias que se dispongan resultarán de suma importancia para contar en el futuro con conductores más responsables.
Por otro lado, a consecuencia de la cuarentena y de la suspensión de las clases presenciales, se dejaron de realizar las charlas educativas sobre el tránsito que se ofrecían a alumnos. Una herramienta formativa y más que útil.
Estadísticas de los organismos ligados a las cuestiones del tránsito en La Argentina dan cuenta en forma permanente del costo de vidas jóvenes que se producen en calles y rutas del país. Números alarmantes respecto a otros sitios del mundo donde se respetan las reglas y se le da a la vida el real valor que tiene.
Bajo este análisis, toda medida que se tome en pos de mejorar la seguridad y convivencia en las calles, no es exagerada. Claro que también habrá que ser más implacables a la hora de castigar a quienes ignoran las reglas establecidas.///