Cuatro meses de uno de los crímenes más aberrantes de los últimos años
Carlos Alberto Nimo fue quemado vivo por dos hombres que ahora están detenidos
Durante el fin de semana se cumplieron cuatro meses de uno de los más aberrantes crímenes de los últimos años en nuestra ciudad: el de Carlos Alberto Nimo, quemado vivo en una vivienda ubicada junto al templo de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes.
Nimo, de 64 años, era un indigente que desde hacía tiempo vivía en el lugar y era muy querido por la comunidad de fieles de la parroquia.
El hombre halló una horrible muerte en la madrugada del 3 de abril en un inmueble que pertenece a la parroquia.
Mimo fue atacado a golpes y quemado vivo. Minutos después del irracional episodio, la Policía capturó a dos individuos sospechosos y días después estos dos hombres quedaron vinculados a la causa por homicidio.
Los sospechosos son Vicente Silva y Daniel Vásquez, quienes ahora se encuentran bajo prisión preventiva e imputados en la causa.
Violencia irracional
Según la investigación policial y judicial, alrededor de las 2.30 de la madrugada del miércoles 3 de abril, se escucharon ruidos extraños que provenían de un inmueble lindero a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes.
Posteriormente, se produjo un silencio e instantes después el fuego se adueñó de las instalaciones que ocupaba Carlos Nimo. Cuando las personas que descansaban en el edificio vecino a la iglesia observaron el incendio, enseguida acudieron al lugar para arrojar agua.
Pasaron algunos minutos y recién llegaron los efectivos de Bomberos que intervinieron para controlar el foco ígneo y descubrir que dentro de la habitación estaba el cuerpo sin vida de Carlos Nimo.
Días después, uno de los tres hijos de Nimo dijo a Ecos Diarios que a su padre “lo asesinaron. Primero le dieron una golpiza porque mi viejo los echó a los dos individuos que entraron sin permiso, ya que discutieron por el robo de una bicicleta, y después prendieron fuego”.
Un testigo circunstancial vio a dos individuos que salían corriendo del edificio, lo que permitió que días más tarde la Fiscalía pudiera solicitar la detención de los dos hombres que habían sido aprehendidos por la Policía por resistencia a la autoridad.
Es que al momento de ser interceptados por los uniformados, los sospechosos se resistieron y por esa razón fueron demorados y trasladados a la seccional policial de la Villa Díaz Vélez.
David Nimo, hijo de la víctima dijo en su momento que “se colectaron pruebas como imágenes de las cámaras de seguridad y otros elementos que consideramos importantes. Necesitamos que se conozca la verdad de lo ocurrido”.
Además aclaró que “no hubo nada de lo que se dijo sobre un posible robo de alimentos o un abuso sexual. Mi padre echó del lugar a estos dos sujetos que se juntaban a beber en la Plaza San Martín y entraron esa noche sin permiso al lugar que él habitaba”.
Sostuvo que los acusados de protagonizar el violento incidente “le dieron una golpiza a mi padre, le fracturaron dos costillas del lado izquierdo y la autopsia reveló esas graves heridas y los hematomas internos”.
Reconoció que “hasta ahora no pudimos saber si mi papá murió por los golpes recibidos o por las quemaduras producto del incendio provocado en la habitación. También quisiera saber de dónde apareció ese combustible en el lugar”.
Siempre según los dichos del hijo de la víctima, de acuerdo con la investigación del caso, los individuos trabaron la puerta de ingreso a la morada que ocupaba la víctima y tras generar el violento episodio, escaparon por una ventana.
Precisamente, una cámara de seguridad instalada en las inmediaciones a la Parroquia de Lourdes captó la salida de dos individuos jóvenes del sector del garaje, que luego cruzaron la Plaza San Martín para dirigirse hacia la calle 4.
Personal del Comando de Patrullas y de la Seccional Tercera, tras conocerse lo ocurrido y en base a los datos aportados por un testigo considerado clave en el hecho, logró detener minutos después a Silva y Vásquez en un comercio situado en calle 4 entre 83 y 85.
El testigo
Hace unos años atrás Carlos Alberto Nimo, asesinado el 3 de abril pasado en dependencias de la Parroquia de Lourdes, fue circunstancial testigo de un violento episodio que acabó con la muerte de un joven.
Nimo se encontraba en un edificio abandonado del Complejo Jesuita Cardiel donde vivían varios indigentes.
Era el 24 de julio de 2011, alrededor de las 15, cuando llegaron dos hombres armados con cuchillos. Uno de los individuos se quedó vigilando en la puerta, mientras que el otro se dirigió hacia el joven Máximo Matías Ajargo.
Nimo fue testigo de cómo el individuo atacaba a puñaladas a Ajargo, que murió poco después.
Nimo se hallaba en el lugar jugando a las cartas con Ajargo y otros tres hombres.
Luego se supo que el ataque fue en respuesta a una pelea callejera que Ajargo había tenido poco antes con el individuo que lo apuñaló.
Por este hecho Nimo debió presentarse como testigo en el juicio en el que tanto el agresor como el individuo que lo acompañaba, fueron condenados por el homicidio de Ajargo.