El fenómeno climático de La Niña vuelve a impactar en el distrito
En los últimos 12 años. Según el INTA, se produjeron cuatro eventos de este tipo que se caracterizan por la escasez de lluvias. Cómo repercutió en los rindes
El fenómeno climático “La Niña” se ha registrado en cuatro ocasiones desde el 2010 hasta la fecha en nuestro distrito, lo cual impactó en los rendimientos de los campos, producto de la escasez de precipitaciones, puntualmente en las plantaciones de trigo, cebada, maíz y girasol.
El ingeniero Juan Erreguerena, jefe de INTA Necochea y Nuria Lewczuk del Grupo Agrometeorología de INTA Balcarce señalaron que una de las principales fuentes de variabilidad climática interanual es el evento meteorológico llamado ENOS (Niño-Oscilación del Sur), que incluye cambios en la temperatura de superficie del mar en el Pacífico ecuatorial y modificaciones de la circulación de la atmósfera, variable entre meses y años. Este fenómeno comprende tres fases: El Niño, La Niña y fase neutra. Aunque ocurre en el Pacífico tropical, sus efectos pueden observarse en la mayor parte del planeta.
Los profesionales detallaron que en el partido de Necochea, desde 2010 se encuentra la Estación Automática La Dulce de INTA Balcarce y desde ese año se han registrado cuatro eventos Niña y en el 75% de los casos se observaron anomalías con menos precipitaciones de las esperadas.
En este sentido, Erreguerena detalló que “la mayor diferencia se observó en 2020, con 50 mm. menos de lluvia anual que la esperada, según registros históricos (2011-2021)”.
Asimismo, al analizar el impacto de años de la Niña en el promedio de rendimiento del partido de Necochea, de acuerdo a datos suministrados por la Dirección de Estimaciones Agrícolas, secretaría de Agroindustria, ministerio de Producción y Trabajo, dirección Provincial de Estadística, puntualizó que “vemos que el 75% de los años los rendimientos de trigo, cebada, maíz y girasol se vieron afectados, mientras que el cultivo de soja, solo en el 25% de los años mermó rendimiento”.
El ingeniero detalló porcentajes para reflejar la magnitud del impacto negativo de La Niña. “El promedio de 2010 a 2021 estuvo en 8% menos en trigo y la mayor diferencia de merma de 18%, 6% en maíz y la mayor diferencia de merma de 25%; 5,3% en girasol y la mayor diferencia de merma de 13%. Para cebada prácticamente nulo el 10% la disminución máxima dada en rendimiento. Para la soja, los rendimientos fueron 10% superiores y un solo año 21% menos de rendimiento”.
Dinámica
Ambos profesionales destacaron que la agricultura es una actividad relevante en nuestra región y los cambios climáticos tienen efectos significativos sobre los rendimientos de cultivos y la actividad económica de Necochea y partidos aledaños.
El estado actual del fenómeno ENOS corresponde a la Niña. Según modelos dinámicos y estadísticos promedios, en trimestre noviembre-diciembre-enero 2022/2023, hay 86% de probabilidad que se mantengan las condiciones Niña. Para el trimestre Febrero/Marzo/abril 2023, se espera un ingreso en fase neutral (58% de probabilidades).
Erreguerena resaltó que “es relevante plantearse cuáles serían los efectos sobre la actividad agrícola de estos ciclos, y si es esperable el cambio en los rendimientos de los principales cultivos de la región. Si bien medir cambios en rendimientos es insuficiente para realizar estimación de impactos, permitiría comprender efectos del clima en la agricultura de nuestra zona. Así, se analiza en nuestra región regímenes pluviométricos de los ‘años Niña’ y mide impacto sobre rendimientos de trigo, cebada, maíz, girasol y soja”.
En la Estación Meteorológica de la EEA INTA Balcarce hace 60 años se registran datos meteorológicos diarios. Con esta información se puede analizar qué pasa con las precipitaciones acumuladas anuales en años NIÑA.
Esto permitió observar anomalías (diferencia entre valor de lluvia acumulada anual de ese año con respecto a valor acumulado histórico, considerando los últimos 50 años). En los años de la Niña, cerca del 80% de las anomalías tuvieron menos precipitaciones que las esperadas. En promedio, llovieron 100 mm menos. El año con mayor diferencia fue 1995, con 267 mm menos de lluvia anual. ///