Entraron de noche y le robaron dos cortadoras de pasto y varias herramientas de mano
La víctima no escuchó ruidos. Los delincuentes ingresaron por atrás a un quincho ubicado en el fondo del terreno
Enrique Sánchez hace 35 años que vive en el mismo lugar y nunca había sido víctima de un robo. “Uno siempre piensa que le pasa a los demás y a uno le va a tocar”, afirmó en la entrevista con Ecos Diarios.
Sin embargo, esta semana le tocó a él. Para nada grata fue la sorpresa cuando fue al quincho, como hace todos los días, y se encontró de golpe con que no había gran parte de sus herramientas.
Enrique es carnicero junto a su hijo, por lo que el robo no perjudicó su trabajo de manera directa como ha ocurrido en otros casos. Aún así, fue muy evidente la indignación de perder lo que guardaba allí.
Sánchez se levantó como todos los días en su vivienda de calle 32 entre 55 y 57 y, luego de un rato, se dirigió al quincho que ocupa gran parte del fondo de su terreno y en el que guarda varias pertenencias, sobre todo herramientas para el mantenimiento del hogar.
“Yo tenía un hombre que me estaba pintando en casa y no sé qué fui a buscar al bañito donde guardo esas cosas. Lo más visible que me faltaba era la desmalezadora pero empecé a mirar mejor y me faltaba de todo”, contó.
Entre los faltantes, además de la desmalezadora grande que tiene un costo de alrededor de $10.000, también estaba la bordeadora, un bolso lleno de reeles de pesca, amoladora, taladro, cajas con grifería nueva que pensaba colocar, infladores grandes de bicicleta y cajas con tornillos, mechas y herramientas sueltas.
Cabe destacar que ese quincho no tiene luz, por lo que seguramente se han manejado con una linterna y han tenido que hacer varios viajes para llevarse todos los elementos sustraídos, ya que la mayoría son de amplias dimensiones.
Pérdidas por un
valor de $50.000
En total, Sánchez considera que las pérdidas rondan los $50.000. “Yo calculo que ha sido en la madrugada. En el frente tenemos rejas altas que cubren todo y si pasan por ahí lo escucharíamos desde la habitación. Para mí han llevado por el fondo todo porque hasta habían puesto un baldecito para pisar y trepar la pared”, detalló.
La Policía Científica estuvo presente en el lugar y estuvieron observando el lugar, para ver si podían encontrar algún rastro pero no ocurrió.
Enrique aseguró que podría reconocer sus herramientas si las ve, por lo que espera que pueda recibir un mensaje de alguien que se entere de la venta de las mismas y así poder reconocerlas.