Hace 13 años aparecía sin vida Mónica Neila: su muerte es un enigma
Se habló de crimen pasional y de homicidio en ocasión de robo
El sábado pasado se cumplieron 13 años de uno de los crímenes más enigmáticos registrados en nuestra ciudad durante lo que va del siglo.
El martes 21 de septiembre de 2006, en una vivienda de la calle 61 al 1300, una mujer encontró a su hija muerta.
Mónica Neila fue encontrada en su propia habitación. El crimen de esta joven mujer se ha convertido en uno de los mayores misterios policiales de las últimas décadas, tal vez sólo comparable con la desaparición de Adriana Celihueta.
Existen cantidad de pericias que han permitido reconstruir incluso la forma en que fue asesinada, no obstante, nunca se pudo identificar a los autores del crimen.
Un estudio del escenario del crimen y de la secuencia en la que se desarrollaron los hechos que finalizaron con su muerte, sostiene como probable la participación de más de una persona en el hecho.
Neila falleció entre las 2 de la madrugada del 21 de septiembre de 2006 y las 10.30 de la mañana del mismo día, de acuerdo a la autopsia.
El cuerpo de la mujer fue encontrado en la habitación del frente de la casa que ocupaba junto a su madre Irma Cacace. Neila se encontraba semidesnuda, con ropa interior que no sería suya y golpes en la cabeza.
Fue precisamente Cacace quien, al regresar de su trabajo, encontró a Neila muerta y dio aviso a la Policía.
La madre de la víctima, que luego falleció, señaló que la habían robado dinero y joyas.
En un primer momento se sospechó que los delincuentes habían ingresado a robar luego de que Cacace se fue a trabajar y fueron sorprendidos por Neila.
Por esta razón, según la primera de las hipótesis, habría sido asesinada por los ladrones, que para ingresar violentaron una ventana con un destornillador y luego escaparon por los fondos.
No obstante, aunque el mayor desorden se encontró en la habitación que ocupaba Neila, el dinero fue sustraído del sector de la casa donde residía su madre, pero en esa parte de la vivienda no había nada desordenado.
Con el tiempo se comenzó a sospechar que en realidad Neila había sido víctima de un drama pasional, sin embargo eso tampoco pudo ser comprobado.
Con la muerte de la madre de Neila, años más tarde, el caso entró definitivamente en un camino sin salida y quedó archivado.