La agricultura, una práctica que mutó hacia la precisión
Hoy los agricultores celebran su día. La experiencia de los sembradores
Los agricultores celebran hoy su día, por la fecha correspondiente a la fundación de una tradicional colonia agrícola de la provincia de Santa Fe, que año a año honra a quienes trabajan la tierra con un acto oficial y varias celebraciones. En este marco, sembradores locales han hecho una evaluación de cómo han ido cambiando estas prácticas a lo largo de los años en el distrito.
Fue justamente un 8 de septiembre de 1856 cuando se fundó la primera colonia agrícola argentina que se llamó “Esperanza”, en la Provincia de Santa Fe y es por ello que hoy se celebra el Día del Agricultor en el país.
El 28 de agosto de 1944, por decreto Nº 23.317, el gobierno argentino instituyó este día, considerando que este acontecimiento marcaba “una fecha decisiva en el desarrollo de nuestra agricultura”.
Hoy en día, las estancias, por más grandes que sean en cantidad de hectáreas, están lejos de requerir una cantidad de empleados tan alta como la de aquellos años, dado que la tecnología ha tenido un gran avance, demandando menor cantidad de personal pero con mayores conocimientos.
Casi 40 años en el tractor
Hugo Zapata, que hoy tiene 51 años, empezó a trabajar la tierra para el cultivo cuando tenía 15 años pero ya desde los 13 andaba tratando de dominar los tractores de la época.
Hugo nació en el campo y conoce el interior los distritos de Necochea y de San Cayetano como si fuesen su casa. En estos años ha pasado por varios campos y ha tenido que adaptarse a los cambios que la tecnología ha ido imponiendo. “Acá no hemos tenido demasiados adelantos porque nos seguimos manejando medio a la antigua”, contó, aunque entiende que “la mayoría se maneja con otra tecnología porque hoy en día son muy pocos los dueños que trabajan los campos”. “Normalmente se arrienda. Chacareros que tengan herramientas prácticamente no han quedado. Son más los contratistas que otra cosa”, afirmó.
“En la fertilización ya hoy se están manejando con sensores que se le ponen a la sembradora para que vaya echando donde la tierra necesita más o menos”, explicó.
Por otro lado, Zapata recordó sus inicios en el trabajo de la agricultura y contrastó la experiencia con la actualidad. “Los trabajos eran totalmente diferentes. Hoy se trabaja mucho con siembra directa pero antes se araba, se disqueaba y después recién se sembraba, entonces se necesitaba una persona para cada cosa que se hacía. Ahora enganchas la sembradora y salís a trabajar. Hoy es solo sembradora y fumigador”, contó Hugo.
Además, recordó que cuando él arrancó “en un campo grande se necesitaban 20 días para arar, otros para disquear y después recién se arrancaba la siembra”. “En cualquier estancia de cuatro o cinco mil hectáreas había seis o siete tractoristas porque se trabajaba en dos turnos. Hoy eso lo podrían hacer dos porque las herramientas no miden tres o cuatro metros como antes, sino que tienen ocho o diez”, contó.
La mirada joven
Por otro lado, Agustín Centurión tiene 27 años y es oriundo de Energía. Por su edad, la mirada sobre los avances tecnológicos es diferente, porque prácticamente ha crecido junto a estos cambios. Entonces, su experiencia con las nuevas maquinarias es casi una cuestión de intuición.
La primera vez que se subió a un tractor fue a los 8 años y empezó a trabajar de a poco a los 14. “Nadie nació sabiendo pero todo se puede aprender. Lo importante es que te tiene que gustar para que todo sea más fácil. A mí los tractores me encantan, empecé como carrero en la cosecha y después estuve como bolsero. La siembra es lo último que se aprende siempre porque era a lo que más miedo le tenía. Es lo más complejo, tenés los miedos de que nazca bien, que no te queden huecos sin sembrar, llevar la sembradora derecho y, sobre todo, tenés la presión de los más viejos que la tienen clara en todo eso”, contó Agustín.
“Yo no vengo de la época de los tractores chicos y los arados. Hoy en día se puede programar todo y tener la facilidad del piloto automático, cosas que ayudan a hacer las mismas tareas que antes pero con mucha más facilidad”, concluyó.
Satélites y sensores
Hoy en día no se habla solo de siembra, sino de agricultura de precisión, lo cual implica un conjunto de tecnologías que se aplican al trabajo en el campo como satélites, sensores, imágenes y datos geográficos, que reúnen la información necesaria para entender las variaciones del suelo y los cultivos.
Gracias a estos avances, los productores pueden tomar decisiones más eficientes sobre las semillas que van a plantar, el campo donde van a sembrar, e incluso son capaces de predecir el rendimiento de la cosecha, lo que hace mucho más preciso el trabajo.
En la actualidad, la información generada por los satélites, por ejemplo, juega un rol fundamental. Sin embargo, no es la única herramienta. Entre algunas de las tecnologías que conforman la agricultura de precisión, encontramos los monitores de siembra, monitores de rendimiento, sensores, equipos de dosificación variable, banderilleros satelitales y pilotos automáticos.///