La situación de los edificios públicos
Esta semana que pasó, Ecos Diarios publicó la situación del edificio donde funciona el Registro de las Personas en Quequén. Según trascendió, la Provincia está incumpliendo con el pago del alquiler desde hace varios meses, lo que pone en riesgo la continuidad de las oficinas.
Además, el edificio, que está ubicado en 519 y 556, está en pésimas condiciones porque no solo no se está pagando el alquiler, sino que el mantenimiento es casi nulo. El frente luce despintado, con grafitis, señalización escasa, persianas oxidadas y todo un predio que da a la calle 556 totalmente desaprovechado.
El mal estado de los edificios de atención al público es una constante y, en varias oportunidades, desde estas páginas se ha señalado el poco interés principalmente de la Provincia en mejorarlos. El Registro de las Personas de Quequén es solo un ejemplo más de una larga lista.
El Centro Cívico es quizás el edificio más emblemático en materia de abandono, donde funcionan decenas de oficinas no solo provinciales sino también municipales. Si bien cada tanto se hace alguna mejora no son más que arreglos superficiales que en nada solucionan el estado de los techos, la falta de iluminación y pintura y ni hablar de los accesos que son inaccesibles: una puerta clausurada, puerta giratoria que no funciona, varios pisos por escaleras y la falta de un ascensor.
Si hablamos de la Justicia, casi ninguno de los edificios donde funcionan las dependencias están en condiciones. De hecho, la Fiscalía está buscando un edificio para trasladarse porque donde están, en avenida 75 entre 8 y 10, ya no da más.
Como contrapartida, el edificio judicial único que se anunció tantas veces sigue siendo una promesa, pero su concreción está cada vez más lejana. De hecho, hace un par de semanas un grupo de familias quisieron usurpar la manzana donde iba a construirse, en 58 entre 45 y 43, porque ni siquiera han hecho obras mínimas de posesión del terreno, es decir, corte de pasto, alambrado y cuidados básicos. Justamente estos trabajos fueron solicitados a la Suprema Corte por parte del Concejo Deliberante.
Las comisarías tampoco están en buen estado. La de Quequén, desde hace años, requiere una remodelación que nunca llega, y sigue funcionando con sectores clausurados y un contenedor que aportó el municipio años atrás, donde toman las denuncias. Asimismo, los calabozos de la Tercera y de Juan N. Fernández están clausurados.
El Complejo Educativo Jesuita Cardiel también necesita todo tipo de arreglos en los edificios y, si bien está mejor que antes, no es por el aporte de la Provincia sino por el trabajo del Consejo Escolar y de las instituciones educativas que allí funcionan.
En varios casos, se suma también el estado de las veredas que hacen aún más inaccesible la entrada a los lugares. Ni hablemos de la accesibilidad para personas con discapacidad porque, en este tema, son contados los inmuebles que están adaptados.
Ahora el gobierno bonaerense promete un enorme edificio que será denominado la Casa de la Provincia, que se construye frente a la Terminal, donde se mudarían varias oficinas, aunque todavía se desconoce cuáles serán. Quizás con esta estructura, la situación mejore, pero qué pasará con el resto de los edificios que no se trasladarán, ¿alguna vez alguien se ocupará de arreglarlos o, al menos, mantenerlos?