Penumbra en aumento
Basta circular por la vía pública cuando cae la noche, para sorprenderse de la cantidad de luces led que se encuentran apagadas desde hace largo tiempo, una situación que contribuye al actual escenario de inseguridad en el que está inmersa la comunidad.
En la semana Ecos Diarios indagó sobre las razones de esta creciente penumbra en más de una arteria, y la llamativa tardanza en la reposición de las lámparas quemadas, situación en la que tiene su cuota de injerencia la Municipalidad como responsable del alumbrado público.
Como se recordará, y en una mejora que tuvo su auge hace un par de años y que aún permanece en menor dimensión, frentistas de diversos barrios llevaron a cabo bajo su costo la instalación de luces led en varias cuadras.
La modalidad tuvo un auspicio directo de la Municipalidad, que abrió los canales para que un par de empresas privadas y la propia Usina Popular Cooperativa llevaran adelante el recambio las luminarias de mercurio o vapor de sodio por las del sistema led, mejorando sensiblemente la luminosidad de las calles. En total se estima que entre calles y avenidas hay 3.000 unidades de este tipo.
La causa de ver tantas luces quemadas hoy en día tiene justamente relación con esta decisión, a que la mayoría de las colocaciones de lámparas en las calles y financiadas por los vecinos fue a través de empresas, con una garantía de reposición si había falencias de dos años, mientras que la Usina, que tuvo una ínfima labor en ese sentido, otorgaba cinco años.
Al vencerse la garantía de recambio por parte de las citadas empresas, es la Municipalidad la que debe hacerse cargo del tema, en este caso solicitando los debidos presupuestos a la Usina, para que se ejecute las reposiciones. Algo que por lo visto viene atrasado.
La cuestión es una de las que integran el panorama de aspectos a resolver o emprolijar, en el marco del convenio entre el municipio y la Usin, por el mantenimiento de la red eléctrica, que se venciera en 2017 y no ha sido renovado.
El caso de la avenida 2 entre la escollera y el hogar Raimondi la situación de las luces quemadas, sobre todo en el sector en el que tiene jurisdicción la Municipalidad, es marcada. Una verdadera “boca de lobo” en una arteria muy transitada los fines de semana.
Otra de las cuestiones que provocan que en la vía pública haya más sombras que luces son los árboles con ramas y hojas tupidas, que en muchos casos cubren a las lámparas y reducen su efecto. Algo que debería resolverse una vez que en mayo se inicie el periodo de poda, aunque en los últimos años esta tarea ha sido ineficiente.
Más allá de quién tiene la responsabilidad de solucionar la cuestión, lo cierto es que hay muchos lugares sin luz en la vía pública y este múltiple y creciente cono de sombras significa una “contribución” para aquellos que salen a delinquir. Una situación que se agrava y que es más que probable crezca aún mucho más en el invierno que se avecina.///