Pequeños cambios que ayudan
El gobierno que encabeza Arturo Rojas muestra por ahora un claroscuro en cuanto al ordenamiento del caótico tránsito vehicular: sigue en deuda con un control eficaz y duradero en el tiempo del cúmulo de infracciones que se cometen; pero en contrapartida se vienen haciendo sencillos pero eficaces trabajos en la vía pública, que significan ayudas en ese sentido.
En los últimos días se reimpulsó una obra que había quedado a medias en la avenida 59, y que consiste en la adecuación de los bulevares centrales en el tramo comprendido por calles 38 a 54, de manera que los vehículos puedan retomar el sentido contrario, sin tener que ingresar a los carriles de ida y vuelta en la principal arteria en cuanto a la extensión de su recorrido.
La mejora puede significar un cambio en las plazoletas centrales de otras avenidas como la 58, en Necochea y la 554, en Quequén, donde producto del crecimiento del parque automotor, sería interesante hacer dársenas para estacionar más vehículos y descongestionar las calles del área. Incluso en lo que atañe a la avenida quequenense, desde la órbita de Gobierno se ha manifestado tal intención.
Complementando los cambios, el gobierno municipal viene efectuando una intensa labor en cuanto a la demarcación de sendas peatonales en las esquinas de las avenidas. En el caso de la diagonal San Martín con la reciente instalación de «descansos» en la zona media del trayecto.
A su vez se vienen colocando carteles de advertencia, se demarcan las paradas de ómnibus para evitar que estacionen vehículos donde solo deben detenerse los micros urbanos; y se han colocado algunos nuevos semáforos en algunos cruces peligrosos, aunque aún resta mucho por hacer.
Todas estas mejoras, que hacen a una ciudad ordenada en cuanto a sus señalizaciones, así como también la instalación de cartelería, semáforos o reductores de velocidad, surgen a través de los relevamientos e información que procesa el Observatorio Vial del municipio y que luego derivan en sugerencias. El tema de la sincronización de semáforos brilla por su ausencia, tal es así el creciente tránsito que tienen arterias como la 67 hacia al centro, que el público utiliza para evitar lo tedioso que se hace recorrer la 59 y Diagonal que obligan a detenerse a cada rato con luces de tres tiempos; en tal razón igual criterio se aplica hacia la zona de la villa, usando la calle 73.
Aún falta mucho, por caso disponer de más controles de velocidad (se estudia la ubicación de cámaras en los semáforos, como vienen incorporando las vecinas ciudades de Mar del Plata y Balcarce); o alterar vías de circulación que ante el creciente tránsito empiezan a complicarse en cuanto su peligrosidad. En este caso se estudia hacer de una mano, hacia el mar, el tránsito de la calle 519, desde Almirante Brown a la avenida 502, por tratarse de una arteria angosta para la doble circulación actual.
Todas estas medidas preventivas, a las que el municipio suma las charlas preventivas en las escuelas secundarias, de las que van surgiendo quienes serán nuevos conductores en poco tiempo; aún son insuficientes sino se pone el acento en una tarea de mayor eficacia desde el cuerpo de Tránsito, que a la vista siempre parece insuficiente en cuanto a personal, vehículos y elementos de trabajo. Una muestra palmaria de ello es que en el último rango se dispone de un solo alcoholímetro homologado, para hacer controles que al menos morigeren la creciente cantidad de colisiones en las cuales el alcohol tiene suma incidencia.///