¿Qué vamos a hacer con tanta basura?
Mientras en Necochea aún no se ha podido solucionar el problema de los basureros a cielo abierto, San Cayetano avanza en un programa para premiar a escuelas que separen residuos sólidos en origen y Lobería ya comenzó con un plan de formación comunitario con el fin de instalar pronto su planta de reciclado
Mientras a nivel local la semana pasada el tema de la basura volvió a surgir en medio de la tensión política generada por la crisis económica que sufre el municipio, mañana comienza en las Naciones Unidas la Cumbre Mundial sobre la Acción Climática con el objetivo necesario de dejar de hablar y poner manos a la obra para lograr cambios que permitan poner un freno a la emisiones de gases de efecto invernadero.
Mañana, también, a pocos kilómetros de aquí, la Municipalidad de San Cayetano lanzará el plan “Moneda Verde”, que tiene como objetivo que establecimientos escolares realicen separación de residuos en origen y reciban a cambio puntos que podrán ser canjeados luego por insumos y otros materiales que necesiten.
Mientras, hace unos días la Municipalidad de Lobería recibió a funcionarios de la OPDS con el fin de comenzar a dar solución definitiva a los problemas originados por el único basurero a cielo abierto que existe aún en el distrito. El objetivo es contar lo antes posible con una planta de tratamiento de residuos similar a las existentes en San Cayetano, Tres Arroyos y otras localidades de la región.
En tanto, aquí, hace unos días Ecos Diarios recordaba que en septiembre de 2018 el Ejecutivo municipal promulgó una ordenanza, aprobada previamente por el Concejo Deliberante, en la que se estipula la separación de residuos sólidos en origen. La misma entró en vigencia 90 días más tarde, o sea en el mes de diciembre pasado.
Si bien esta ordenanza está vigente, no se cumple y su implementación por el momento parece inútil, porque el municipio no cuenta con la infraestructura para el tratamiento de los residuos.
Ante esta situación, surge la pregunta: ¿cómo hicieron los distritos vecinos para lograr en unos pocos años notables avances en el tratamiento de la basura?
Mientras Necochea todavía paga por la recolección de residuos, San Cayetano gasta $8.500.000 anuales de mantenimiento de su planta de tratamiento, mediante la que genera empleo y cuida el ambiente y la salud de sus pobladores. Lobería, por su parte, ha logrado deshacerse de uno de sus basureros a cielo abierto y por estos días trabaja para impermeabilizar la única cava del distrito y evitar así que siga contaminando el piso.
Basura Cero
El Plan Basura Cero de San Cayetano es la envidia de los distritos de la región. Sin embargo, no todos conocen la estrategia implementada por el municipio para lograr que en la actualidad todos los vecinos del distrito realicen ellos mismos la separación de los residuos en origen, es decir antes de que pase el camión recolector a buscarlo.
Se trató de un trabajo de años de capacitación que ha permitido al gobierno sancayetanense hacer desaparecer los basureros a cielo abierto, ahorrar dinero en recolección, generar empleo y cuidar al ambiente y los vecinos. Todo a partir de la formación.
En diálogo con Ecos Diarios, Matías Pecker, director de Producción de San Cayetano, explicó que la Planta de Reciclado del distrito se puso en marcha en junio de 2013, pero dos años había comenzado la capacitación de los habitantes del distrito y con un plan de formación “serio y firme” en los colegios.
La planta costó en aproximadamente 1.500.000 de pesos, de los que se recibió 1.100.000 del plan Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu).
“Fuimos 500 municipios los que recibimos ese dinero y algunos están siendo investigados porque se lo gastaron en otra cosa”, dijo Pecker.
“San Cayetano acopia todos los días entre 7 y 8 toneladas de residuos. Los índices mundiales establecen que las ciudades generan entre 0,7 y 1,5 kilos por habitante por día. Depende de si hay grandes generadores como shoppings, canchas de fútbol o grandes industrias. San Cayetano no tiene esas características, así que genera aproximadamente 0,9 por habitante”, precisó el funcionario.
“El 55% de lo que nos ingresa es inorgánico y el 45% es orgánico”, señaló y afirmó que “San Cayetano, tiene una particularidad respecto a otras ciudades como Tres Arroyos, de que además de tener una planta de reciclado, tiene separación en origen”.
“Nosotros separamos lunes, miércoles y viernes productos orgánicos y martes y jueves inorgánicos”, dijo. Por eso, precisó, “la planta de tratamiento trabaja de martes a sábados”.
Con los residuos orgánicos se realiza compostaje. La primera parte de este proceso se lleva a cabo en la planta de tratamiento y el resto en el Vivero Municipal. Y el compost se utiliza tanto en el vivero y como en espacios públicos.
En tanto, los residuos inorgánicos se separan y se guardan en fardos, en boxes especialmente preparados para almacenar vidrio, plástico y tetra pack, entre otros materiales.
Cada tanto, estos materiales se venden a través de licitaciones públicas, ya que el Concejo Deliberante debe aprobar la venta de estos elementos que han pasado a ser propiedad del municipio.
Por otra parte, en este proceso San Cayetano genera empleo, ya que los trabajadores de la planta son obreros municipales. Cuentan con un capataz, un encargado de mantenimiento y 12 empleados.
Pecker deja en claro que “la planta es deficitaria”, ya que su mantenimiento requiere de 8.500.000 de pesos por año. “Pero nosotros tenemos cuatro objetivos claros: el primero es el ecológico, el segundo es la salud de los habitantes, tercero es el paisajístico, el cuarto y último es el económico”, precisó.
“Nosotros recuperamos el 30% de lo que nos cuesta operar. El resto lo paga la Municipalidad, pero como dijimos, el económico es el último de los objetivos del plan”, señaló.
Por otra parte, uno de los beneficios incalculables de este programa es lo que implica en cuanto a formación. En la planta de reciclado se cuenta con un aula taller en la que se brindan charlas informativas constantemente. El año pasado se dieron charlas a 800 alumnos, este año ya pasaron 900 por el aula.
Días verdes en Lobería
En 2016 Lobería creó la oficina de Hábitat y Ambiente con el objetivo de trabajar sobre cuestiones como residuos sólitos urbanos, sustentabilidad, mejoramiento y fortalecimiento de los espacios públicos.
Juan Schmitt, quedó a cargo del área que tuvo como una de sus primeras tareas clausurar y sanear un basurero clandestino a cielo abierto que existía desde hacía años en la localidad.
Luego se comenzó a trabajar en un plan de reciclado. “Lobería tiene la traba en el Ministerio de Medio Ambiente de que en la gestión anterior se recibió la plata para una planta de reciclado y no se ejecutó nunca. Por eso hay ex funcionarios procesados”, señaló.
Debido a ello se comenzó a trabajar primero en el saneado del basurero a cielo abierto, se creó la Comisión de Medio Ambiente (Comal), integrada por el grupo Lobería saludable y sustentable, el Taller Protegido, el Municipio y vecinos.
“Se creó el sector de materiales recuperables (Semar)”, explicó Schmitt. “Y allí se hicieron boxes para separar plástico reciclable, papel y cartón, vidrio y envases de agroquímicos”.
Luego se puso en marcha el programa Jueves Verdes, que es un plan de separación en origen. A partir de entonces los vecinos pueden sacar una bolsa con el material reciclable todos los jueves.
“Para hacer los Jueves Verdes nosotros capacitamos 1.450 chicos de primaria”, explicó el funcionario.
Ahora desde la misma área de Hábitat y Ambiente se está tratando de dejar de usar el nombre Jueves Verdes, debido a que se intentará también recolectar material diferenciado los lunes.
“La venta del material reciclado va destinado a 40 operarios con discapacidad que trabajan en el Taller Protegido de Lobería”, señaló Schmitt. “Es decir que el material que antes se tiraba, se quemaba o se enterraba, ahora se ha convertido en un recurso útil para alguien”.
Por otra parte, se ha comenzado a realizar compost y también se realizan chips con los residuos de poda.
Mientras tanto, se sigue trabajando con el objetivo de separar todos los residuos en origen y contar finalmente con una planta de reciclado propia en el distrito.
La experiencia necochense
En el año 2003 el Taller Protegido de Necochea comienzó con el proyecto integrador “Recolección, procesado y compactado de PET”, con la donación del INET de una enfardadora vertical gracias a la gestión de las autoridades municipales.
El proyecto de residuos sólidos urbanos (RSU) soluciona dos problemas simultáneamente en Necochea y sus alrededores: por un lado la inserción laboral e integración social de personas con discapacidad a largo plazo en tareas remunerativas estables. Por otro lado, el cuidado del ambiente, especialmente ante el crecimiento de los residuos plásticos y su disposición que, con su acumulación, contribuye a la contaminación de suelos y aguas, y provoca un alto impacto ambiental negativo.
A través de la integración completa de la cadena de valor de plásticos reciclados, el taller pretende aumentar el volumen de procesamiento de plásticos recuperados de los Residuos Sólidos Urbanos para mejorar las condiciones de los puestos de trabajo e incrementar las retribuciones que reciben los operarios favoreciendo la inclusión laboral de personas con discapacidad.
El Taller Protegido Necochea funciona en la sede de calle 79 N° 675, y en el galpón sito en el Complejo Educativo Jesuita Cardiel.
Por otra parte, se cuenta con más de 100 puntos limpios distribuidos en la ciudad de Necochea y zona. Los vecinos y empresas de la ciudad depositan voluntariamente sus residuos plásticos y luego son recolectados y enviados al Taller Protegido para su procesamiento.
Complementariamente a la incorporación de los Puntos Limpios se trabaja en la difusión y concientización a la comunidad sobre la importancia de la separación de residuos y su recuperación.
Este trabajo mancomunado ha permitido procesar anualmente 150 toneladas de plásticos, en su mayoría PET, que dejaron de ser dispuestos en el relleno sanitario, para transformarse en un recurso renovable.
Monedas verdes
Trabajando con la premisa de integrar a la sociedad en la separación en origen de la basura que producen en el día a día, para lograr que el reciclaje sea eficiente y reutilizable al 100% para su posterior venta, la Municipalidad de San Cayetano lanzará mañana el plan “Moneda Verde”.
Este programa consiste en un trabajo en red con las instituciones educativas y el Plan Integral de Residuos “Basura Cero”, a través de Puntos Limpios ubicados en los establecimientos. Estos centros de acopio de materiales (vidrio, cartón, papel, aluminio, plástico) almacenarán temporalmente y de forma gratuita, los residuos domésticos que la comunidad educativa, y los vecinos, allí depositen.
Completo el Punto limpio, personal de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos procederá a retirarlo, pesar los materiales y emitir un ticket. Los kilos de residuos acopiados serán valorados en moneda verde a igual valor que el Peso Argentino; con los mismos cada institución podrá acceder a insumos y productos que la misma necesite para operar.
Un problema global
El nivel de desechos que producimos a nivel mundial se ha acelerado en las últimas décadas, pero no estamos dando una respuesta adecuada a ese problema.
Así lo denuncia un informe reciente de la organización británica Verisk Maplecroft, que alerta de una «creciente crisis» de la basura, causada mayoritariamente por el plástico.
El grupo especializado en análisis de riesgo reveló que a nivel mundial se producen más de 2.100 millones de toneladas de desechos cada año, lo que podría llenar más de 800.000 piscinas olímpicas.
Tan solo un 16% (323 millones de toneladas) de esa basura es reciclada.
Estados Unidos es el país que produce más desechos por persona del mundo: tres veces más que la media global.