River se afirma en lo alto de la tabla
Derrotó 1-0 al “Taladro” pese a las bajas y es más puntero que nunca
River, diezmado con bajas por lesiones y convocatoria de jugadores a seleccionados sudamericanos con acción en fecha FIFA, venció ayer como visitante a Banfield por 1-0, para seguir exhibiéndose como único líder de la Liga Profesional.
En un discreto encuentro por la decimoquinta jornada, el equipo de Marcelo Gallardo
sacó renta máxima a partir de una desafortunada acción del defensor Gustavo Canto, quien batió su propia valla ante el tiro de Federico Girotti.
Con este éxito, el “Millonario” llegó a las 33 unidades y aventaja provisoriamente por cuatro a Talleres, que mañana se medirá con Atlético Tucumán.
A sabiendas de que las ausencias podía complicarlo, River asumió el partido de otra manera: dejó el protagonismo de otras jornadas para calzarse el traje de equipo utilitario.
Luego de un arranque a todo ritmo, con ambos volcados a buscar el desnivel, el conjunto de Núñez se mostró más punzante, con un Girotti gravitante y un Agustín Palavecino que intentó tomar contacto asiduo con el balón.
Cuando se jugaban apenas 2 minutos, la visita tuvo la primera chance para marcar con un disparo de Rollheiser por franja central, que halló una buena respuesta del arquero Altamirano.
Como contrapartida, a los 11, Banfield generó peligro con un remate rastrero y esquinado de Juan Pablo Álvarez, que encontró bien ubicado a Bologna.
A los 17 se produjo la acción que definió el cotejo: un tiro de Palavecino fue contenido a medias por Altamirano, quien dio un rebote largo que aprovechó Girotti para abrirse y, con una gambeta, desairar al golero. El disparo del delantero corría paralelo al arco, pero el apuro de Canto terminó enviando el balón a la red y se erigió en el único festejo de la tarde.
Después del tanto, River justificó la diferencia, no sólo otorgándole mayor fluidez al traslado sino cortando los eventuales circuitos que podía diseñar el “Taladro”.
Con el ingreso de Mauricio Cuero para disputar el complemento, el local buscó darle mayor profundidad a sus avances.
Precisamente, el colombiano envió un centro desde derecha al que no llegó bien pisado el juvenil Cruz y que le permitió a Bologna quedarse con el balón. Las acciones se tornaron algo más friccionadas e imprecisas. River eligió recostarse más atrás y cederle a Banfield la posesión de la pelota.
Pero ese contexto terminó perjudicando al “Taladro”, que cargó con tozudez pero poco ingenio.
El equipo de Gallardo, cansado por el despliegue físico, empezó a recurrir cada vez con mayor asiduidad a la infracción táctica para sostener un resultado que le permitió consolidarse en lo más alto, aun cuando no tuvo el brillo de otros partidos.