Un cálido concierto plagado de clásicos y homenajes
David Lebón en el gran Rex. Con un sobria puesta desde el punto de vista escenográfico pero imponente en lo que a luces se refiere, el gran protagonista de la noche se movió con total naturalidad e hizo del lugar una suerte de extensión del living de su casa, a partir de sus desenfadados comentarios y sus saludos y charlas con conocidos y familiares que detectaba entre el público
Con la excusa de presentar su último disco «Lebón & Co.», en el que regrabó varias de sus clásicas composiciones junto a distintos invitados, el músico David Lebón ofreció anoche en el porteño Teatro Gran Rex un cálido concierto, en el que repasó su extensa trayectoria y, de esa manera, brindó un velado homenaje a las legendarias bandas de las que fue parte fundamental. En tal sentido, el artista, que fiel a su habitual estilo intercaló baladas de amor y electrizantes rocks, repasó muchas de sus más recordadas canciones de su etapa solista, como así también las que aportó a las dos de las más grandes bandas del rock argentino, Serú Girán y Pescado Rabioso, y el potente trío Polifemo, que volvió a reunirse para la ocasión.
Además de la aparición sobre el escenario de los históricos Rinaldo Rafanelli y Juan Rodríguez para volver a darle vida a ese trío, también estuvo como invitada especial la banda Eruca Sativa. Más allá de eso, y a pesar de la gran cantidad de célebres colaboraciones del último disco, no hubo más invitados y fueron las canciones y la figura de Lebón los protagonistas centrales de la noche. En el concierto, que se extendió por casi dos horas y media, el eximio guitarrista, sin duda uno de los más grandes que dio el rock local, estuvo acompañado por una sólida banda integrada por su legendario baterista Daniel Colombres; Dhani Ferrón, en guitarra y coros; el notable bajista Roberto Seitz; el destacado pianista Leandro Bulacio; y el eficiente Gustavo Lozano, quien aportó en guitarras y teclados, según la ocasión.