Un déficit sin soluciones
En la edición de Ecos Diarios del pasado lunes recordó la frustrada concreción de un barrio de 109 viviendas a la que solo les faltaba el techo, y que ante un corte en el envío de fondos por parte de la Nación, terminaron devastadas por el robo de materiales y actos de vandalismo.
Las ruinas que hoy se observan en lo que debería ser un poblado barrio de Quequén (en 566 entre 541 y 545), no son más que el triste corolario de un nuevo fracaso gestado por los gobernantes de turno, en ese caso durante el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Y al ver ese escenario surgen los interrogantes, sin respuestas: ¿cuánto dinero del Estado, es decir de todos los contribuyentes, se gastó para hoy no tener ni siquiera una casa en pie? ¿Por qué no se completó la obra? ¿Faltaron recursos, o los hubo y se les dio otro destino?
El déficit habitacional en Necochea viene de larga data, de varias décadas se podría decir. Por caso en un relevamiento municipal efectuado en 2008 se detectó una necesidad de no menos de 3.000 viviendas, y detrás de ellos otras tantas familias sin poder tener un techo propio. Un número que si bien no ha sido actualizado, al menos oficialmente, y más allá de algunas construcciones de este tipo que se hicieron, sigue siendo alto.
Bajo la desesperación de muchas familias y el oportunismo de otros tantos, han surgido en los últimos años las ocupaciones de viviendas de planes barriales que quedaran a medio construir.
A su vez han ido creciendo asentamientos en terrenos fiscales, precisamente ante la falta de respuestas del Estado. Y el que está ubicado frente a la terminal de ómnibus es el principal caso testigo. De hecho para el próximo 17 del corriente mes está prevista la apertura de sobres de una licitación, para dotar al lugar de obras de infraestructura básica.
En las últimas semanas se han intensificado reuniones para conformar una comisión interinstitucional de hábitat, que se ocupe de dar respuestas al citado déficit habitacional. Seguramente hay buenas intenciones en quienes lo impulsan desde el Ejecutivo y el Concejo Deliberante, pero la historia de nuestro país está saturada de ejemplos de creación de comisiones, que terminan sucumbiendo sin lograr el cometido que les dio vida.
El diagnóstico de la carencia habitacional de Necochea está más que claro, y así lo ha manifestado en las últimas horas la secretaria de Desarrollo Humano y Políticas Sociales del municipio, Sandra Antenucci. Pero a su vez reconoció que su área atiende la emergencia en ese sentido, con arreglos básicos y cesión de materiales que apenas maquillan las carencias. Es que la solución de fondo está en manos de la Provincia o la Nación y por ahora parece estar lejanas las intenciones en dar respuestas.
Mientras tanto, detrás del cada vez más inalcanzable sueño de muchos que aspiran a tener su techo y no lo consiguen, hay una cadena de responsables anónimos y no tanto, que han sido incapaces, ineficientes o simplemente se han interesado de verdad en esta problemática.///