Un homenaje a la colectividad italiana
Desde la fundación de Necochea, inmigrantes italianos y sus descendientes acompañaron el desarrollo de la ciudad
Agustina Sabatini (*)
Para Ecos Diarios
“Una cesta de mimbre recubierta exteriormente con betún viene flotando en la correntada del itálico Río Tiber, y dentro de ella, protegidos por un poder sobrenatural, dos niños, hermanos gemelos, juegan con los rayos del sol, inocentemente desprevenidos del peligro que les acecha. Un juncal los detiene de pronto. Todo parece perdido ¿Quién los alimentará? ¿Quién los protegerá? Una loba que ronda por la zona se les acerca ¿Será el fin? No; un milagro se produce. Rómulo y Remo, porque así se llaman los mellizos, están a salvo…”
Esta nota es ofrecida hoy como homenaje a la grandísima y laboriosa colectividad italiana tan respetada y respetable que, desde los prístinos tiempos fecundó con sudor y sangre estos lares, haciendo de la vida una tarea hacia adelante. Aquella mañana del 12 de octubre de 1881 en que 2.764 argentinos y 597 extranjeros acompañaban al fundador Ángel Murga y que, tras los españoles –la más numerosa de las colectividades-, en segundo lugar los italianos se alineaban. Eran 134 hombres y 22 mujeres que hacían patria bien lejos de su suelo natal.
Apenas tres años después de la fundación de nuestra ciudad se concretaba la creación de la Sociedad Nacional Italiana de Socorros Mutuos, entidad de constante presencia y empuje de la visión italiana, que acobijó con orgullo a los oriundos de la península y sus descendientes. Y es así como en oportunidad del Centenario de la entidad, en 1984, se obtuvo de la Municipalidad de Necochea la creación de la Plazoleta “Italia” frente al edificio del mismo nombre, sito en calles 56 y 61. Allí comenzó a forjarse con más fuerza la permanente inquietud de materializar un monumento que los recuerde y, sea al propio tiempo, motivo de embellecimiento de la ciudad. Nace así la Loba, símbolo de la fábula que fue consecuencia de Roma; el famoso animal que cobijó a los niños, uno de ellos fundador de la Ciudad Eterna.
Con el correr del año 1988, se obtuvo de la entidad hermana de la ciudad de Bahía Blanca, el ofrecimiento de contar en calidad de préstamo con la matriz necesaria. Consecuentemente, se puso en marcha la denominada “Campaña del Bronce” para reunir los 500 kilogramos de bronce con el que se habría de fundir la “Loba Romana”. Este molde prestado de generosas proporciones, -que refleja la leyenda referente a la fundación de Roma, con los gemelos Rómulo y Remo amamantándose del animal- y que habría de constituir el homenaje que tributa a la tierra de sus ancestros del núcleo de descendientes de italianos que residen en nuestra ciudad y la zona, también fue exhibido durante algunos días en una de las vidrieras del centro, en Avenida 59 y esquina 64 con la leyenda: “Italiano, descendiente, acércate, colabora, levantemos juntos el monumento a Italia”. La ferviente colaboración de los vecinos de la comunidad aportando en calidad de donación llaves viejas, canillas en desuso, calentadores averiados, hasta incluso una hélice de un barco, permitieron alcanzar rápidamente los objetivos de este monumento que estaba presupuestado en la suma cincuenta y ocho mil quinientos australes.
Un año después, el Honorable Concejo Deliberante de nuestra ciudad, en uso de sus legítimas atribuciones sancionaba la Ordenanza N° 1788/89, autorizándose a la Sociedad Ítalo Argentina de Socorros Mutuos de Necochea, a emplazar un monumento sobre la plazoleta triangulo, limitada por las calles 61 y 56 y la curva que une a ambas. La forma triangular del terreno y las fuertes directrices de las circulaciones existentes imponían el enclavamiento de este elemento escultórico arquitectónico, en el centro del área mencionada, lográndose con ello el desplazamiento personal en torno al mismo. Al mismo tiempo, las trazas del proyecto seguían en tanto en planta como en elevación, la línea fuerza del arco, elemento arto representativo del arte Romano.
Finalmente, y en ocasión de los festejos de Necochea en el 110° aniversario de su fundación sería inaugurado el sábado 12 de octubre de 1991 el Monumento a Italia. Dentro del programa de actos en adhesión a las festividades se llevarían a cabo obras de Teatro en la Sala del Teatro Municipal, celebraciones religiosas en memoria de los socios e italianos fallecidos, la presentación del Coro de la entidad denominada “Giuseppe Verdi”, en honor al compositor romántico italiano de ópera y, un desfile inaugural por la Avenida 59 de nuestra ciudad con la participación de escuelas e instituciones, entre ellas, una delegación de la Associazione Nazionale Marinal d’Italia, cuerpo constituido desde 1971 y el primero fundado fuera de las fronteras de la península itálica.
Esta erección de un monumento dedicado a Italia, y más concretamente a Roma, su capital, a través de algo que identifica plenamente a la Ciudad Eterna, como ser la Loba amamantando a Rómulo y Remo, se constituyó con motivo de una perpetua recordación y homenaje a la “Bella Italia”, cuna de una laboriosa y pujante colectividad que tanto ha contribuido con su esfuerzo tesonero y su dedicación sin límite al engrandecimiento de la República.
Y así, los italianos y sus descendientes en convivencia cívica, tolerancia de credos y opiniones, en trabajo y promesa, enraizados en herencia gloriosa, con el poder de la memoria en la eterna Roma, desde el ayer van al mañana en esta noble Necochea, en cuya fuente encontramos inspiración para mantener vivo el legado de nuestra sangre.
* En memoria de mi querido abuelo, Horacio Sabatini, ferviente colaborador e impulsor de la colectividad italiana en esta ciudad