Una constante demanda
En la dinámica diaria del sistema de atención de la salud pública en el distrito, que casi en forma absoluta absorbe la demanda de toda la población, se produce una constante relación entre les exigencias del usuario y las respuestas que puede o elige brindar el Estado municipal.
Herramientas de este tiempo virtual, las críticas y reclamos ante lo que se considera una indebida atención, se vuelcan a las redes sociales. Como si allí surgieran sí o sí las respuestas. Y esas demandas, a veces anónimas o con un trasfondo intencional, ingresan en una suerte de catarsis de impredecible desenlace.
Está claro que no todas las demandas son exageradas e injustas. Así como también que el municipio debe dar soluciones, siempre que las mismas estén a su alcance.
Desde hace tiempo la falta de recurso humano, producto del desinterés de los profesionales de no trabajar en la salud pública o por la escasez de expertos en algunas especialidades, complica el organigrama de respuesta porque el personal apenas alcanza. Asimismo exige el doble al disponible, lo satura y deriva en más bajas.
En este aspecto el área de Salud de la comuna anunció en los últimos días la incorporación de ocho profesionales médicos a la atención en la Guardia de adultos, además de un anestesiólogo que es precisamente un rubro muy acotado en materia de especialistas disponibles. Son pocos y dividen su labor entre los dos hospitales y la única clínica privada.
Por otro lado, ya en materia de servicios, el hospital José Irurzun recuperó la realización de mamografías, que desde hace nueve meses debían ser derivados al sistema privado, al no contarse con el respectivo equipo. Esto fue posible a una inversión de $3.000.000 que ahora posibilitan responder a una alta demanda en este aspecto.
En cada presupuesto anual el municipio vuelca los mayores recursos al sistema sanitario que, aún con el respaldo de la laboriosa cooperadora del Hospital, suelen ser escasos.
Más allá del derecho que le asiste a cada habitante de recibir atención en materia de salud, ¿a la hora de las exigencias y las críticas, se tiene en cuenta el esfuerzo que debe hacer la Municipalidad y por ende los contribuyentes para mantener el sistema de atención pública?
Siendo que ante la reducida oferta privada el Estado municipal es el que da respuestas ¿quiénes se quejan tratan de hacer el esfuerzo para pagar las tasas municipales que solventan dicha atención? Preguntas que no estaría demás considerar antes de levantar el dedo acusador.
Está claro que en el amplio espectro que abarca el sistema de la salud pública siempre se corre de atrás a las demandas que impone una creciente legión de pacientes. De allí que haya que hacer tanto despliegue y, por ejemplo, se necesite de una cooperadora más que comprometida y atenta a ayudar en la compra de insumos, aparatología y elementos para mantener y mejorar el edificio.
Mientras se siga sin recibir un apoyo económico real desde el Estado provincial, habrá que seguir enfrentando esta especie de espada de Damocles que significa mantener el sistema de atención de la salud de la población. ///