24 horas de la corvina negra: un necochense ganó una camioneta
Agustín Villamonte pasó “de la desgracia a la fortuna”
Se llevó a cabo una nueva edición de las “24 horas de la corvina negra”, en Claromecó, Reta y Orense. Fue un concurso que contó con más de 3100 participantes y entregó una buena cantidad de premios, tanto a las piezas de mayor peso, cómo también a los ganadores de los diferentes sorteos sorpresa. Entre los acreedores, el necochense Agustín Villamonte salió sorteado, entre todos los participantes y ganó una camioneta.
Conocida como la competencia de pesca más importante de América, se organizó otro concurso reconocido como las “24 horas de la corvina negra”, llevado adelante por el Club Cazadores de Tres Arroyos y que tuvo ubicados entre los primeros cincuenta puestos a dos pescadores de Necochea y dos de Quequén. El ganador fue el tresarroyense Pablo Fernández, gracias a la captura de una corvina negra de 2,928 kilogramos.
Respecto de los perseguidores de Fernández, en segundo lugar se ubicó Agustín Miqueleiz que fue el primer pescador que logró sacar una corvina negra en la competencia y el pesaje indicó 2,562 kilogramos. Por su parte, Cristian Peralta de Tandil cerró el podio con una corvina blanca de casi 4 kilos. Entre los participantes de Necochea y Quequén, el mejor ubicado fue el quequenense Kevin Sergio Tejeda que quedó noveno, gracias a la captura de una corvina blanca de 2,493 kilogramos y se llevó un aire acondicionado, una carpa para dos personas, una sombrilla de playa con funda, un farol y un par de medias térmicas.
El ganador necochense
Agustín Villamonte se hizo con el premio otorgado por la competencia y que constaba de un sorteo entre los más de 3100 participantes. El necochense fue acreedor de una Toyota Hilux 4x2, pero no logró sacarse la clásica foto con la llave, porque ya estaba en Necochea: tuvo un accidente con su caña, la cuál se rompió y volvió a sus pagos, según detalló en diálogo con Ecos Diarios. Una increíble historia, “de la desgracia a la fortuna”.
El relato de Villamonte en exclusiva con Ecos: “Arrancamos el viernes para Claromecó, salimos alrededor de las 19 con Carlos Gómez, mi compañero con el que vamos a todos los concursos. Intento ir a todos. Fue una locura, inexplicable. A la hora y media o dos que arrancó el concurso, a un muchacho que estaba al lado mío se le cortó el plomo, cuándo tiró y me quebró la caña al medio. En dos horas de concurso no había pescado nada, así que estaba odiado. Todo pescador sabe que es lo peor que te puede pasar. Yo me venía a Necochea, pensando en el próximo concurso de San Cayetano y diciendo ‘¿Cuándo nos va a tocar a nosotros?, que hacíamos todo bien, buscábamos el mejor lugar, pero no se nos da'. No pudimos agarrar un pescado y nos volvimos…”.
El momento
“Llegando a Necochea, le entra una llamada a Carlos (Gómez), porque yo no tenía batería. Era que habíamos ganado un premio y se cortó. Cuándo nos quisimos acordar, agarramos señal y no sabíamos que había ganado. Había muchas cosas para ganar. Cuando pudimos llamar, decían 'Villa ganó', pero yo decía 'mi apellido es Villamonte, debe ser un error entonces, se deben haber confundido'. Llamamos a un número de las 24 horas y nos dice 'Villamonte, Agustín de Necochea (3065)', así que empezamos a saltar y a festejar en el medio de la ruta, estábamos llorando de la emoción, había ganado la camioneta”, contó Villamonte.
“La verdad que todavía no caigo que tengo la camioneta de mis sueños. Es obvio que no me la voy a poder quedar, no me da para mantener una camioneta como esas. Pero bueno, es una camioneta de mis sueños, es demasiado para mí, que vivo del día a día y hago un esfuerzo enorme para ir a todos los concursos. Llamé a mi mamá, a mi papá, a mi abuela y nadie atendía. Por ahí enganché a mi papá, que estaba en la playa y lloramos de la emoción todos juntos. Era una locura”, detalló Agustín sobre sus sensaciones.
Por otro lado, contó un detalle familiar y dijo que “hace dos semanas nació mi hija, el 27 de enero. Tenía fecha para el 6 de febrero y todos me apoyaron, para que pudiera ir al concurso. Así que me pude ir a Claromecó. Mi novia que me apoya siempre, se quedó con ella en Necochea y decidí que desde el día que nació, no iba a ir a pescar a ningún lado, hasta las 24 horas. Durante el año soñaba con ganar la camioneta, pero gracias a un pescado, no de la manera en que la gané. Pero fue una locura. Agradezco también a Carlos que me lleva a todos lados y ni hablar, a mi abuela y mi papá que me ayudaron con la entrada. También a mi hija que 'vino con el pan abajo del brazo', cómo se dice”.
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