A 11 años de la tragedia de la lancha deportiva “Odense”
Hace 11 años, cuatro pescadores que salieron a pescar en una lancha deportiva frente a las costas de nuestra ciudad, desaparecieron y sólo uno de los cuerpos de los náufragos fue encontrado días más tarde.
La tragedia de la lancha deportiva “Odense” conmocionó a nuestra ciudad. Cristian Knudsen, de 30 años, Walter Lencina (21), Víctor Herrera (22) y Alberto Herrero (21), salieron al mar en la mañana del 30 de septiembre de 2009.
Esa mañana los cuatro jóvenes se introdujeron al mar a pescar y, por causas que nunca se pudieron establecer, naufragaron al hundirse la lancha en inmediaciones al balneario Los Angeles, a unas cinco millas de la costa.
El operativo de búsqueda se inició alrededor de las 19.30, cuando se denunció la ausencia de la embarcación, pero nunca hubo resultados positivos.
“Lo que sucedió durante esa jornada de pesca lo saben ellos solamente, nosotros no pudimos saber nada concreto”, dijo uno de los familiares de las víctimas.
Cuatro días después de la desaparición, el cuerpo de Knudsen fue encontrado en cercanías de Pinocho, en Quequén.
Knudsen era el dueño de la lancha deportiva de pesca “Odense” (REY-047129) y hace algunos años había realizado el curso de marinero en la Prefectura Quequén.
De los cuatro tripulantes de la embarcación siniestrada el hombre de 30 años era el que más experiencia acumulaba en la actividad de la pesca artesanal, la que utilizaba como sustento de vida, además era timonel desde hace diez años y tenía muy buenos conocimientos de natación.
La Prefectura, otros pescadores y familiares de los desaparecidos continuaron durante días con el rastrillaje de las playas y la búsqueda de los náufragos, pero no apareció ningún cuerpo más.
Búsqueda desesperada
Los rastrillajes comenzaron en la tarde del mismo día de la desaparición, cuando el padre de uno de los pescadores avisó a la Prefectura que la lancha no había regresado. Dos días después, los hombres de la Prefectura avistaron desde el helicóptero el casco de la lancha, semihundido a cinco millas de la costa y dieron aviso inmediato a los guardacostas que rastrillaban cerca.
Pero al acercarse y sacar a flote a la embarcación para remolcarla, una burbuja de agua sacó a la superficie cuatro chalecos salvavidas.
La lancha “Odense” era un semirrígido de 5.15 metros de eslora. Poseían permiso, y toda la documentación de la lancha en regla, para realizar pesca deportiva.
Knudsen, el mayor de los tripulantes, era titular del carné de timonel desde hacía más de una década.
Knudsen había zarpado de la bajada náutica de calles 59 y 26, en la desembocadura del río Quequén.
Según el estado en que fueron hallados tanto la embarcación como los elementos de seguridad, se cree que los jóvenes habrían sido sorprendidos por una ola muy fuerte, por la popa, que derivó en el vuelco de la lancha.///