A 3 años de un juicio que no empezó al fugarse el imputado
“Queríamos ponerle paz a la muerte de Darío y con lo que pasó, se inició un doble duelo”, manifestó Blanca Camaño
“Queríamos ponerle paz a la muerte de Darío y con esto que pasó se inició un doble duelo”, fue la frase que utilizó Blanca Camaño, que sintetizó el sentimiento de madre defraudada por una decisión judicial.
Junto a su esposo Rubén Burgos, los papás del motociclista atropellado por un automovilista ebrio que conducía a alta velocidad, ambos lloraron la suspensión del juicio oral a Cristino Peralta Gómez (41), de nacionalidad paraguaya.
En dos oportunidades el acusado de “homicidio culposo agravado” (por la conducción imprudente y alcoholizado), se burló del arresto domiciliario con salidas laborales que le otorgaron los funcionarios judiciales.
La Cámara de Apelaciones en febrero de 2017 le dio el beneficio al imputado y el 5 de junio de ese año fue la última vez que se presentó ante la Justicia. Después, nada se supo de su paradero y tiene pedido de captura nacional e internacional.
Hasta ayer, ni la Policía de nuestro país ni Interpol han logrado atrapar a Peralta Gómez.
Exceso de velocidad y alcoholizado
Según la investigación y de acuerdo con pericias realizadas por peritos en accidentología, el vehículo Peugeot 307 que colisionó contra la moto de Burgos circulaba a más de 80 kilómetros por hora en el Puente Dardo Rocha.
Por otro lado, el análisis de alcoholemia realizado al conductor del auto dio como resultado un grado de alcohol en sangre no permitido para estar al frente del volante. Fuentes de la Fiscalía indicaron también que el automovilista registraba 1,78 gramos de alcohol por litros de sangre.
El trágico hecho ocurrió alrededor de la 1 de la madrugada del 22 de diciembre de 2015, sobre la margen Necochea del Puente Dardo Rocha.
Darío Ezequiel Burgos guiaba una moto marca Motomel, de color negro, y circulaba en dirección a Quequén junto a un amigo que viajaba en otra moto.
Choque y muerte
Los motociclistas ingresaban al puente cuando, en sentido contrario, se desplazaba el automóvil Peugeot 307, al mando de Cristino Peralta Gómez.
Burgos fue embestido y cayó pesadamente contra el piso. Sufrió heridas de suma gravedad que minutos después determinaron su deceso cuando era trasladado en una ambulancia al Hospital Municipal Ferreyra.
Un vecino de calle 26 entre 53 y 55 trató de auxiliar al joven motociclista de Quequén, como también el amigo de Darío Burgos que no sufrió lesiones y alertó a los policías sobre la huida del automovilista.
Luego del accidente el vehículo Peugeot 307 continuó su marcha y se subió a los separadores centrales existentes en los alrededores del Puente para impactar contra un árbol.
Peralta Gómez abandonó el coche y se alejó del lugar, pero vecinos observaron la fuga, lo persiguieron y al mismo tiempo dieron aviso a la policía para que sea detenido en esa fatídica madrugada del 22 de diciembre de 2015. ///