A 39 años de la caída del último puente del puerto
La tarde del 29 de abril de 1980, alrededor de las 16.30, el Ezcurra fue derribado por la fuerza de la corriente del Quequén, que luego de 9 días de lluvia, arrastraba gran cantidad de residuos, árboles y hasta animales muertos
El puente Ezcurra vuelve a ser tema de debate por estos días debido a la cada vez mayor demanda de infraestructura de la estación portuaria local.
En los próximos días se cumplirán 39 años de la caída del emblemático puente del puerto. Fue en la tarde del 29 de abril de 1980, luego de nueve días de intensas lluvias sobre gran parte del territorio bonaerense.
El 20 de abril de ese año comenzaron las lluvias en la región que sobrecargaron el cauce del Río Quequén y provocaron la más grande inundación de la que existe registro.
Pero fue nueve días después, el 29 de abril, cuando los puentes Ezcurra, Ferroviario y Negro cayeron ante el arrollador paso de las aguas y el número de evacuados llegó a los 600 en Necochea y Quequén. En la región, Lobería, Juan N. Fernández y Claraz habían quedado aislados y La Dulce se encontraba parcialmente inundado.
La crónica publicada al día siguiente por Ecos Diarios, brinda una ligera idea de los fenómenos producidos por la crecida.
“El dramático momento vivido, cuando la parte central del puente carretero Ignacio Ezcurra cayó destrozada por el empuje avasallador de la corriente que generaba el paso del río Quequén, fue prácticamente inenarrable”, señala la nota.
“No fue solamente el impacto de su caída, lo que generó la tristeza y el desánimo entre todos los que presenciaron la tragedia que sucediera a las 16.30 aproximadamente, sino la terminación de un largo sueño que comenzó el 20 de diciembre de 1969, cuando fuera habilitado el tránsito”, agrega.
Casi 50 años
Si bien la construcción del puente comenzó hace casi 50 años, la inauguración del mismo se produjo el 26 de junio de 1971 y tenía como particularidad una curva en el extremo del lado quequenense.
La curva se debía a la adaptación que se realizó para poder utilizar la estructura del anterior puente de ferrocarril.
Además, el puente presentaba cierta inclinación para que por debajo pudieran pasar barcos de mediana escala.
Se le impuso el nombre de Ignacio Ezcurra en homenaje al periodista del diario La Nación desaparecido en la guerra de Vietnam.
Fue el último puente del puerto. Las inundaciones de 1980 provocaron su caída.
Durante los 10 años que estuvo en servicio, el Ezcurra agilizó el tránsito entre la zona balnearia de Necochea y Quequén y se convirtió en parte de un circuito turístico que, tras su destrucción, nunca fue recuperado.
El puente Dardo Rocha, construido luego de la inundación, no pudo cumplir con el mismo rol, ya que para ir de la zona balnearia necochense hasta la costa de Quequén se requiere realizar varios kilómetros por distintas calles de la ciudad.
Con la caída del Ezcurra finalizó la historia de los puentes del puerto, que anticiparon durante años la comunicación entre sectores importantes de Necochea y Quequén.
El nuevo puente
El puente que remplazó al Ezcurra no se construyó en el puerto, sino a varios cientos de metros de distancia. A pocos días de finalizada la inundación, el mismo gobernador de facto Ibérico Manuel Saint Jean visitó la ciudad y dio a conocer su intención de construir con urgencia una nueva vía de comunicación entre Quequén y Necochea.
Para mediados de mayo la Dirección de Vialidad de bonaerense ya había adjudicado la construcción del nuevo puente a la firma Cometarsa y Asociados y la intención era inaugurarlo para el 5 de octubre de ese mismo año.
El 19 de octubre, Ecos Diarios informaba que “con la instalación de la última viga que completa el sector de rodamiento han quedado concluidos los trabajos de montaje del puente”.
El mismo artículo señalaba que “la obra unirá las ciudades de Necochea y Quequén y servirá para normalizar la referida comunicación, interrumpida por la destrucción del puente Ignacio Ezcurra, a raíz de las devastadoras inundaciones, las que solamente dejaron en pie al antiguo Puente Colgante”.
A pesar de que los necochenses querían que el nuevo puente llevara el mismo nombre que el anterior, finalmente se decidió nombrarlo Dardo Rocha, en homenaje al gobernador que impulsó la fundación de nuestra ciudad.