A casi 11 años del homicidio de Fernando Guzmán Barrios y a pesar de que un hombre fue condenado a 10 años y seis meses de prisión por el hecho, nunca se supo la identidad del autor del crimen.

Entre la noche del viernes 2 de agosto de 2013, todo parecía tranquilo en la avenida 74. En una vivienda ubicada a la altura del 3500, Luisa del Carmen Barrios Hernández se despidió de su hijo Fernando y ambos se fueron a dormir.

Ya en la madrugada del sábado, dos hombres irrumpieron en la casa y despertaron a los dueños de casa.

La jubilada de 73 años, que era conocida como tarotista, fue arrastrada desde su cama por uno de los individuos, mientras que Fernando se trenzó en lucha con el otro sujeto.

El hombre trató de proteger a su madre y se trenzó en una violenta pelea contra el delincuente que, finalmente, logró imponerse y le quitó la vida al dueño de la vivienda de avenida 74.

Los malvivientes  se llevaron cerca de $50.000 en ese momento, un monto realmente importante de dinero que estaba en la casa producto de la reciente venta de una propiedad por parte de la víctima.

Ese “dato” lo tenían los ladrones muy en claro y por eso fueron a buscar la plata, sorprendiendo a Guzmán Barrios y a su madre mientras descansaban.

Audaz fuga

La madre de la víctima y también dueña de la vivienda, de más de 70 años, eludió a uno de los asaltantes, se subió a un techo y desde allí se arrojó a un inmueble vecino para escapar de la situación.

La mujer se fracturó la cadera, por lo que estuvo internada varios días y luego se enteró que a su hijo lo habían matado.

Lo que nunca supo la Justicia ni la Policía, quién fue el que luchó cuerpo a cuerpo con Guzmán Barrios y le provocó la muerte en su propia casa de avenida 74 entre 71 y 73, la trágica madrugada del 3 de agosto de 2013, nueve años atrás.

Tras un juicio oral, se condenó a un joven con escasas pruebas directas y algunas dudas, pero finalmente, el Tribunal Criminal lo sentenció.

Mientras dormían

Los ladrones entraron a la casa por una puerta trasera. El crimen y robo fue cometido en el inmueble ubicado en la avenida 74 al 3500.

Fernando Segundo Guzmán Barrios (56), de nacionalidad chilena pero afincado en nuestra ciudad desde hacía varios años y su madre, Luisa Barrios Hernández (73), dormían.

Con los ruidos realizados por la rotura de una puerta, ambos despertaron y se encontraron con los asaltantes en el interior. El hombre intentó evitar que se llevaran la plata y, según los investigadores policiales y judiciales, murió asfixiado, presuntamente por las manos de uno de los ladrones que también lo habría golpeado con una barreta de hierro, pero nunca se supo quién lo mató.

Dos jóvenes fueron llevados a juicio oral y solamente uno fue sentenciado, ya que en pleno debate, la Fiscalía desistió de acusar a uno de los imputados por considerar que no había pruebas suficientes en ese momento.

Y el que terminó condenado, no habría sido el que luchó con el hombre que falleció, sino el que enfrentó a la señora mayor y trató de sostenerla privada de la libertad en el interior de la casa.

Pero quedaron algunas dudas al respecto sobre la imputación que recibió.

La fuga

Mientras Fernando Guzmán Barrios peleaba duramente con uno de los asaltantes en su casa, la mujer logró escaparse.

Utilizó una escalera que había en el patio, donde Luisa Barrios Hernández subió al techo de una vivienda vecina con el fin de pedir ayuda. Desde allí saltó pero en la caída se fracturó la cadera.

Mientras tanto, su hijo seguía en lucha y, finalmente, iba a morir a manos de uno de los ladrones (o de los dos, nunca se pudo dilucidar). Lo cierto que los malvivientes luego escaparon con el dinero en efectivo por una puerta del garaje.

Fernando Segundo Guzmán Barrios era conocido como “El Chile” y trabajaba haciendo changas de pintura y albañilería.

La familia de Guzmán Barrios creyó siempre que alguien “entregó” a “El Chile” y que lo mataron porque le vio el rostro a uno de los asaltantes. La Justicia ni la Policía pudieron tampoco descubrir quién fue “ese entregador”.

Luisa Barrios Hernández estuvo internada varios días en el Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata y logró recuperarse de la fatídica madrugada del 3 de agosto de 2013.

Ya pasaron casi 11 años del crimen que conmovió a Necochea por sus características y no se descubrió quién fue el agresor del hombre de 56 años, quién lo atacó y lo asfixió para provocarle un paro cardiorrespiratorio. ////