A la espera de la nueva normalidad
El Centro Cultural y Biblioteca “José Hernández” trata de volver a la actividad luego de un 2020 marcado por la pandemia. Dificultades económicas y proyectos en espera
“Creo que todas las bibliotecas estamos en la misma situación: intentando mantenernos”, señaló Liliana Rigonat, del Centro Cultural y Biblioteca “José Hernández” de la localidad de Juan N. Fernández.
Si bien el 2019 fue un año positivo, aunque con serias limitaciones económicas, en 2020 la biblioteca fernandense permaneció gran parte del año inactiva. Ahora la entidad vuelve a atravesar un período de incertidumbre, luego de varias semanas en que todo parecía encaminado para volver a abrir las puertas.
“Estábamos iniciando la inscripción para los talleres, pero con las últimas medidas del gobierno, decidimos esperar”, señaló Liliana. Este año se iban a dictar cursos de canto, telar, estimulación cognitiva y administración contable.
Desde hace meses la única actividad del Centro Cultural se limita al sistema “take away” de la biblioteca. Los lectores llaman o envían mensajes para pedir libros y luego los pasan a retirar.
Si bien las escuelas iniciaron sus clases presenciales, la biblioteca no pudo todavía abrir las puertas para recibir a los estudiantes, aunque este siempre ha sido uno de los servicios más solicitados de la institución.
Talleres
Durante 2019 el Centro cultural realizó talleres de teatro, danza, plástica para niños y adultos y un curso de administración de Pymes. Ese año Rigonat lamentaba que se hubiera podido “realizar un mayor aporte a la comunidad”.
No obstante, en 2020 el Centro Cultural no pudo desarrollar ninguna actividad, lo que impactó directamente en la economía de la institución.
Los subsidios de la Conabip, la Provincia y también algunos fondos otorgados por el municipio permitieron seguir con el pago de sueldos de las bibliotecarias.
Pero los recursos no alcanzaron para ninguna otra cosa. “No hemos podido realizar ninguna obra de mantenimiento”, dijo Rigonat.
Y tampoco se pudo avanzar con el proyecto del Centro Cultural de crear un museo en el edificio de la vieja estación de trenes.
“Ha quedado todo en espera”, dijo Liliana, que encabeza la comisión que desde hace años trabaja por la educación y la cultura en la localidad.
Desde la institución se impulsó la realización de cursos de oficios a través de acuerdos con Centros de Formación Profesional de la región, también se apoya las artes plásticas a través de muestras y su auditorio ha sido escenario de obras de teatro, conciertos, charlas y seminarios.
La biblioteca abrió sus puertas a principios de los años 80, mientras que el centro cultural inauguró su auditorio hace poco más de una década.
Sólo mediante el apoyo de otras instituciones y de los propios vecinos ha logrado la entidad seguir adelante en los últimos años. La pandemia de coronavirus parece haber agravado la situación, sin embargo, como indica Rigonat, se sigue trabajando para mantener abiertas las puertas de la biblioteca.///