A la espera de la vuelta a la “normalidad”
El Centro de Jubilados Barrio Parque 9 de Julio realizó un importante avance en la construcción de un salón de usos múltiples que se encuentra en la etapa final. Pero como todas las entidades, debió frenar sus actividades por la cuarentena
Este año el Centro de Jubilados Barrio Parque 9 de Julio realizó un importante avance en la construcción de un salón de usos múltiples, pero la obra quedó inconclusa debido a la cuarentena.
Como todas las entidades, la asociación se encuentra prácticamente inactiva desde el inicio de la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
“Nos favorece que en la actualidad la asociación funciona en el Centro de Salud del barrio y no tenemos costo de mantenimiento, pero aún así la cuarentena nos perjudicó porque no hemos podido hacer muchas actividades con las que habitualmente recaudamos fondos”, señaló Mirta Echegaray, secretaria de la comisión directiva.
El centro es presidido por Nélida Cabrera, la vicepresidente es Yolanda Yolando, el secretario es Ricardo Arana, la prosecretaria Mirta Echegaray y el tesorero Aldo Ferreyra.
Si bien se trata de la misma institución que funciona desde hace décadas en el barrio 9 de Julio, el centro debió cambiar de nombre para recuperar la personería jurídica.
Antes se llamaba Centro de Jubilados Barrio 9 de Julio, pero a partir de tramitar la nueva personería, cambió de nombre a Centro de Jubilados Barrio Parque 9 de Julio.
La entidad tiene una centena de socios y espera que al finalizar las medidas de aislamiento se les permita iniciar una campaña para sumar asociados.
Se debe tener en cuenta que se trata del único centro de jubilados de un sector de la ciudad que concentra en distintos barrios a unos 20.000 habitantes.
“Nuestra intención es realizar una campaña de socios, pero también tenemos que poder brindarles más servicios”, señaló Echegaray.
Con la pandemia el centro dejó de realizar la mayor parte de sus actividades sociales, incluidas las clases de yoga y sólo mantiene un servicio de podología.
“En octubre, todos los años, realizamos un gran almuerzo con un show para recaudar fondos. También hacemos empanadas para vender”, dijo Echegaray.
Señaló que esas actividades les permiten recaudar fondos y con ese dinero pudieron construir un salón en el espacio lindero al centro de salud del barrio.
“El salón está casi terminado. Está techado y se hizo la instalación eléctrica y todas las cañerías, sólo falta el piso y el cielorraso”, afirmó Echegaray.
“Pero ahora con esto no sabemos cuando podremos terminar”, explicó la prosecretaria de la entidad.
La culminación del salón le brindará independencia a la institución, que ahora comparte el espacio con el centro de salud.
El salón cuenta con un amplio comedor, cocina, baños y también tres consultorios.
Apoyo de la comunidad
“Los socios están con las cuotas al día y eso nos ayuda mucho”, dijo Echegaray. También destacó el constante apoyo del barrio y de algunas empresas e instituciones en cada una de las actividades que realizan.
Por estos días la comisión se comunica con los socios a través del teléfono y espera poder volver a la actividad.
Uno de los objetivos es culminar con algunos trámites para poder recibir ayuda de PAMI y también brindar servicios a los asociados del barrio.
Por otra parte, la Municipalidad cedió al centro dos lotes ubicados a unos 30 metros del salón.
“Es un espacio verde que nos hemos comprometido a cuidar y mantener”, explicó Echegaray.
Señaló que allí se han plantado flores y se pretende realizar en un futuro cercano una cancha de bochas.
Pero como todos los proyectos de la entidad, este también ha quedado en pausa por la cuarentena.
Ahora, como todas las entidades intermedias, el Centro de Jubilados Barrio Parque 9 de Julio espera el final de las medidas de aislamiento para volver a la actividad, consciente del importante rol comunitario que cumple en un amplio sector de la ciudad.///