“A mí me encanta cantar y la música es un camino de disfrute”
Coreuta. Carmen Albarín de Stauz forma parte del coro Alta Mira desde que se creó hace 29 años
Por María Cecilia Gotta
Redacción
Carmen canta y silva en su casa, siendo la música un motor que la acompaña y le da fuerza en todo momento. Desde pequeña tiene el recuerdo de escuchar cantar a su madre en la Iglesia de San Cayetano. La música siempre estuvo en su vida y cuando tuvo la oportunidad de sumarse a un coro, no dudó. Formó parte del Coro Municipal y del Coro del Centro Vasco durante varios años pero una vez que se disolvieron estos grupos, comenzó un nuevo camino en el Coro Alta Mira, a partir de 1992, fecha en que se creó esta formación coral y que ella forma parte hasta el día de hoy, luego de 29 años.
Carmen recordó que llevaba a sus hijas al Colegio Argentino Danés Alta Mira porque su marido era hijo de daneses y el coro fue creado para integrar a padres, familiares y amigos de dicha comunidad educativa. De esa época recordó que eran solo siete integrantes. “A mí me encanta cantar, la música es un camino de disfrute”, resaltó y añadió “muchos años canté sola en casamientos, era como un segundo trabajo, los viernes y sábados iba a las parroquias”.
Con el paso de los años el coro Alta Mira se abrió al público y se sumaron varios coreutas. Algunos siguen estado y otros dejaron el grupo, pero los vínculos de amistad siguen fuertes. Carmen afirmó que “todavía tengo amistad con gente que participó del coro en sus comienzos y a pesar de que ya no forman parte seguimos en contacto. Es muy lindo el vínculo que se genera con los demás, las charlas, el compartir”.
A lo largo de tantos viajes han tenido experiencias y anécdotas muy lindas. “En Chile lo pasamos muy bien y en Bariloche también, siendo éste el último viaje que hicimos”, afirmó.
Dedicación
Carmen estudió en la Escuela Nº 9 y luego en el Liceo de Quequén, que funcionaba en la Asociación de Fomento ubicado en la Avenida Machado, donde recuerda que eran solo cuatro o cinco alumnos.
Siendo más grande comenzó a trabajar en una casa de artículos del hogar que era de Mar del Plata y había una sucursal en nuestra ciudad cuando abrió la Galería Central, donde trabajó durante diez años.
Luego se le dio la oportunidad de comenzar a trabajar en el laboratorio Gavarrino y ahí estuvo 35 años, hasta que se jubiló. “Eso me permitió conocer a muchísima gente y lo que más extrañé cuando me jubilé fue el contacto con la gente”, resaltó y aseguró que
siempre se sintió cómoda en la atención al público.
Sin lugar a duda, su familia la acompañó al momento de tener que trabajar y poder hacer al mismo tiempo lo que le encantaba y es su pasión: cantar, poder ensayar y hacer viajes. Inclusive, también colaboraban al momento de organizar un evento que hace el Coro Alta Mira y que se denomina Coraliada, Encuentro Internacional de Coros.
Ella es muy exigente consigo misma y reconoció que se enoja mucho cuando no le sale alguna canción. “Por suerte Dios me ha dado mucho oído y además el director Roberto Goldar nos ha enseñado con paciencia las notas musicales”, dijo.
El coro Alta Mira también ha logrado tener su “Punto de encuentro” en la plaza Dardo Rocha, donde ahora en época de pandemia algunos integrantes se suelen reunir al aire libre y charlan un rato, al igual que mucha otra gente que se acerca y disfruta de este espacio.
Disfrute
Además de la música, Carmen disfruta compartir muchos momentos con su familia.
“Tengo dos hijas María Sol que está en Mar del Plata y es acompañante terapéutica y
María Pía que vive en Necochea y tiene dos hijos, Felipe de 10 años y Helena de 7. Con ellos me encanta disfrutar, compartimos distintas actividades, los llevo a natación, se quedan a dormir en mi casa, hacemos de todo”, mencionó.
Carmen contó que una de sus hijas también comparte la misma pasión por la música y cuando era más pequeña formaba parte del coro de Eduardo Liboreiro.
Con la llegada de la pandemia señaló que lo pasó bien y que no padeció para nada la cuarentena. “Lo que me costó era que no estaba en mi casa, nos tuvimos que quedar en el local con mi marido porque tampoco lo podíamos dejar solo y extraña hacer cosas en mi casa”, apuntó.
Hoy en día Carmen mira muy poca televisión aunque reconoció que está entretenida con el certamen Masterchef, pero prefiere pasear al aire libre, caminar por la playa, hacer deporte y alguna caminata.
RETRATO
“La ciudad está apagada”
Carmen es nacida y criada en Necochea. “De la ciudad me gusta todo pero está apagada, sumado a que la gente no cuida nada”, dijo.
Además, contó una situación que vivió recientemente, específicamente un domingo. “Eran las 18 y estaba todo el centro cerrado y oscuro y realmente me dio miedo seguir caminando, todas las vidrieras estaban tapadas y no había nada para mirar. La verdad que extraño como era la ciudad antes, donde uno salía al centro tranquilo y podía dar un lindo paseo”.