A un año de un incendio fatal
Hace unos días se cumplió un año de uno de los episodios más tristes de la crónica policial de los últimos años: la muerte de tres jóvenes durante el incendio de un colectivo que se encontraba en un predio de calle 53 y 94.
Carlos José Salva, de 16 años, Jonathan Miguel Cáceres, de 22, y Braian Nicolás Cavallero, de 18, murieron el 21 de septiembre del año pasado, al incendiarse un colectivo que se encontraba abandonado en ese lugar y que habitualmente utilizaban para reunirse.
Desde un primer momento familiares y personas allegadas a las víctimas sospecharon que el siniestro podría haber sido provocado, lo que provocó indignación y fuertes reclamos de justicia.
La noche de la tragedia Salva, Cáceres y Cavallero se encontraban durmiendo en el interior de un colectivo estacionado en la zona de calles 53 y 94.
Dos dotaciones del Cuartel de Bomberos de Necochea intervinieron para controlar el fuego y luego se confirmó la existencia de tres cuerpos en el interior del vehículo.
El propietario del vehículo en un principio informó al personal policial del Comando de Patrullas que se habría tratado de un “hecho intencional”, pero las pericias no pudieron probar esta hipótesis y todo indica que el fuego se inició por un desperfecto en el colectivo.
La muerte de los tres jóvenes provocó indignación entre los vecinos, que marcharon para pedir Justicia. Las víctimas vivían en los alrededores de donde ocurrió el siniestro y asistían al programa de asistencia “Envión”.
La autopsia determinó que habían muerto asfixiados por el humo y se inició una investigación caratulada “averiguación de causal de muerte”.
El 7 de noviembre, durante una reunión desarrollada en la Jefatura Departamental con la presencia de personal de Fiscalía, peritos de la Policía y de Bomberos y familiares y allegados a las víctimas, se dieron a conocer los resultados de las pericias realizadas en torno al incendio que cobró la vida de tres jóvenes.
Los resultados de las pericias no permiten determinar que el incendio haya sido provocado, como tampoco que fuera accidental.
Sin embargo, no existe ningún elemento que indique que el siniestro fue provocado intencionalmente.
Debido a ello, el caso finalmente fue archivado.///