“A veces la gente no se anima a emprender”
El comerciante Matías Pérez consideró que Quequén ha crecido en población, pero faltan servicios e imaginación para abrir nuevos comercios. La cuestión ambiental, una de sus preocupaciones
Julieta Moreno
Redacción
“A veces la gente no se anima a emprender”, opinó el comerciante Matías Pérez, pensando específicamente en Quequén y en la necesidad de sumar más servicios y locales de calidad. “Abren verdulerías y está bien, pero me parece que falta un poco más de imaginación”.
Matías Pérez nació en Necochea, aunque ya desde hace años vive en Quequén. De chico, concurrió a la Escuela Nº 28 y terminó el secundario en el Colegio Cavagnaro. Al terminar, se fue a vivir a Mar del Plata donde cursó una tecnicatura en Gastronomía y Hotelería, aunque los fines de semana se volvía a nuestra ciudad para trabajar en Tom Jones. Después de recibirse, trabajó un poco en gastronomía, pero no lo convenció y finalmente se fue a vivir a Buenos Aires, donde también se desempeñó en restaurantes, pero en el sector de la barra. Luego se le presentó la oportunidad de viajar a Europa y se fue con su primo durante dos meses y medio. Al volver a Necochea, sintió que tenía que “poner los pies sobre la tierra” y así fue cómo le surgió la posibilidad de abrir un comercio y lo pudo hacer con la ayuda de su abuela.
En 2017, arrancó con “Decime tortuga”, un local en 519 y 554, de venta de alimentos para animales y accesorios. Además, hace dos años abrió, junto a su hermano, la vinoteca Tirso a metros de su otro negocio. Con un espíritu emprendedor, acompaña también a su novia en la apertura de un consultorio de kinesiología en Quequén y sueña con impulsar una cooperativa de reciclaje de basura.
En diálogo con Ecos Diarios, dio su punto de vista sobre Necochea y Quequén. Planteó su preocupación en relación a cuestiones que tienen que ver con lo ambiental como, por ejemplo, la basura, el caño cloacal que sale al mar y el problema de las casas que han quedado rodeadas por empresas portuarias. Además, consideró que a veces a la ciudad le falta más movimiento o diversidad de lugares para salir.
-¿Cómo ves la ciudad?
-Es una ciudad linda y tranquila, aunque a veces me gusta irme a Buenos Aires para encontrar un poco más de movimiento. La ciudad se ve bien, aunque hay algunas cosas que no estoy conforme. Yo me fijo mucho en Quequén porque vivo a 10 metros de mi negocio. El barrio veo que ha avanzado porque hasta hace poco no teníamos senda peatonal y ahora hay rampa y cámaras de vigilancia que ayudan.
- Decís que con algunas cuestiones no estás conformes, ¿con cuáles por ejemplo?
- A mí me interesa el tema de la sustentabilidad. Tengo un proyecto para hacer una cooperativa de reciclaje para todo tipo de residuos con la intención de generar trabajo y conciencia. Y pienso que estamos un poco atrasados en eso y se podría aprovechar. Nosotros generamos mucha basura y eso es un activo.
-En relación a Quequén, ¿qué temas te preocupan?
- Ha avanzado mucho la ciudad en población y ha quedado en medio de las fábricas. Es un tema complicado porque hay casas que han quedados muy rodeadas por el tema del Puerto y tiene sus conflictos porque hay gases, el aire contaminado porque hay mucho polvillo. Con el tiempo, se verá si se puede solucionar o no.
-Mencionaste que Necochea, por momentos, es muy tranquila y que a veces se necesita más movimiento, ¿qué le falta a la ciudad en ese aspecto?
- Me gusta salir, recorrer y buscar lugares nuevos y a veces uno se queda con una sensación amarga. Creo que los lugares tratan de ofrecer servicios, pero todos ofrecen más o menos lo mismo principalmente en gastronomía. Yo sé que es una situación complicada la que se vive hoy en día, pero se podría buscar otras alternativas. Falta más diversidad de lugares o de menús o quizás de temáticas. Los bares, por ejemplo, son todos medios similares y quizás podría haber de diferentes temáticas, quizás alguno de cervezas, otros de tragos.
De vez en cuando me voy a Buenos Aires o a Mar del Plata y me abre un poco la mente y pienso: “¡qué bueno estaría para abrir en Necochea!”. Pero sé que uno lo quiere trasladar, pero a veces no todo funciona.
-¿Cómo está ahora la actividad comercial?
-Bien, nosotros tratamos de aprovechar las promociones de los bancos y estamos siempre tratando de ver qué necesidades tiene la gente para que se acerquen. El barrio a nivel comercial (519 y 554) ha crecido mucho. Yo fui un precursor de dos locales, el local de alimentos para animales y también una vinoteca. Creo que eso le dio como una calidad al barrio porque a veces la gente no se anima a emprender. Yo lo que pensaba es ¿por qué no se abren negocios de un poco más de nivel? Abren verdulerías y está bien, pero me parece que le falta a la gente un poco más de imaginación. Por supuesto, cada uno abre lo que puede y lo que sabe. Pero cuando abrimos la vinoteca a la gente le encantó porque creo que hacía falta eso.
También con mi novia que es kinesióloga abrimos un consultorio en kinesiología que son cosas que le faltan a Quequén porque faltan servicios. Podría haber consultorios médicos que no hay con un clínico, dermatólogo u otros. Quequén está creciendo, pero en eso se va quedando.
- ¿Cómo analizás el rol de la ciudadanía? ¿Se involucra o participa el ciudadano en los temas de la ciudad?
- Hay gente que se involucra, pero veo que después se echa para atrás. Muchas vueltas. Nos pasa que muchas veces las cosas nos interesan, pero no participamos porque sabemos lo que se nos viene. Habría que ir más para adelante.
-¿Y a la dirigencia política, cómo la ves?
- A mí la política me interesa, pero la política barrial. Poder ayudar desde mi lugar. Por eso, pienso en esta cooperativa de reciclaje porque puedo crear conciencia sin tener que encontrarme con piedras en el camino que te impidan hacer.
- Uno de los temas que tenemos pendientes como ciudad, es una solución para el casino. ¿Tenés alguna opinión sobre cómo resolverlo?
-A todos les da lástima desecharlo, pero para mí sería lo mejor que venga una empresa y que le cedan el lugar a través de una concesión, es decir, que le pague algo al municipio y que se lo den por una determinada cantidad de años.
- Y con respecto al Parque, ¿tenés alguna postura en relación al debate que existe sobre si hay que intervenirlo o no?
-Yo lo dejaría así como está. No lo tocaría para nada. Lo que sí haría son más caminos, senderos, carteles explicativos que indiquen cuántas hectáreas tiene el parque, los caminos que llevan a los molinos. Si alguien quiere alquilar una bicicleta se pierde adentro, por eso creo que lo que hay que hacer es facilitar el acceso. El camino tiene que tener carteles para que uno se vaya deteniendo para leer informaciones de interés, pero no seguir construyendo. Sí me parece bien el sendero que se hizo sobre la Av. 10 y la iluminación.
- ¿Qué opinás del gobierno de Arturo Rojas?
- En lo que va de estos años, yo he visto crecimiento. A mis 31 años, tampoco he visto muchos intendentes o no tengo la memoria, pero lo que he visto, lo veo bien. Por lo menos, el espacio público ha mejorado bastante y se nota visualmente, pero siempre hay que seguir haciendo porque la ciudad nunca se termina.
-¿Cómo ves el futuro de Necochea?
-Creo que hay muchos temas básicos que hay que arreglar como la basura. Otro tema pendiente es la salida del caño cloacal al mar y la necesidad de una planta de tratamiento. Uno tiene fe de que en algún momento se hagan y yo creo que, cuando se logren, vamos a avanzar para ser otra ciudad.
Yo vengo siguiendo mucho el partido de Lobería y veo que son pocos habitantes, pero están haciendo un muy buen laburo. Ellos ya tienen planta de reciclaje y arrancaron de cero. Creo es un buen modelo y la veo que dentro de un par de años va a ser una ciudad importante.
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