Abandono en la estación de trenes de Quequén
Las instalaciones entre pastizales, y el recuerdo de la llegada de centenares de turistas en pleno enero
Cuando uno camina por las instalaciones de la vieja Estación del Ferrocarril “General Roca” ubicada en Quequén, vuelve el tiempo atrás, cuando el apeadero se llenaba de gente, puntualmente turistas que llegaban de Buenos Aires para vacacionar. Hoy, sin embargo, reina el abandono, los pastos altos, ventanales rodeados de rejas, las puertas cerradas con candados, los grafitis dibujados en las paredes, las tejas con verdín y baches en el asfalto, que genera una gran tristeza. Si bien, hay una persona que cuida el predio, lo que se puede observar a simple vista, es una triste realidad.
El tren tuvo su época de oro, ofreciendo su servicio desde Plaza Constitución, en clase Turista, Primera, Pullman y coche bar con aire acondicionado.
Trenes colmados de turistas arribaban diariamente a Quequén, los habituales y los adicionales volviéndose un medio popular de transporte, siendo rápido, moderno y eficaz.
Familias enteras con numerosas valijas, bolsos, mochilas y otros elementos dejaban los andenes apresuradamente dirigiéndose hacia la parada de taxis, que al día de hoy, se conservan los carteles que indican “Espacio exclusivo taxis”, o bien tomaban rumbo a la avenida Lobería, donde detenían a los colectivos que los acercaban hacia nuestras playas.
Recordando la época de oro, cada tren que llegaba a la estación transportaba a 700 pasajeros, lo cual significaba una cifra importante en cuanto al arribo de turistas a nuestra ciudad.
Luego, con el tiempo, falta de mantenimiento de las vías entre otros factores, este transporte fue desplazado por otros vehículos de transporte, principalmente los ómnibus, de modo que para muchos pasó a ser sólo un recuerdo.
En el año 2003, la Estación dejó de funcionar aduciendo que las locomotoras no se podían reparar por falta de repuestos y técnicamente fue dada de baja y las computadoras que servían para la venta de boletos fueron trasladadas a Mar del Plata. Y al poco tiempo, se llevaron los cables de electricidad, tornillos, rieles, caños de agua corriente, entre otros elementos.
Si bien, a mediados de mayo de 2007 el Concejo Deliberante aprobó en forma unánime la creación de la Comisión Municipal Multisectorial para la recuperación del Servicio de Ferrocarril, nunca se llegó al objetivo.
Aunque vale recordar que en agosto de 2008 arribó el Tren Solidario, con unas 6 toneladas de alimentos para distribuir en comedores y 140 pasajeros.
Quien impulsó esta iniciativa fue Sergio Rojas, y el intendente Daniel Molina fue quien lo recibió junto a funcionarios y público en general.
Siempre se pretendió reactivar el ramal de tren de cargas y pasajeros, se crearon comisiones, y hasta un Consorcio Regional Ferroviario, pero todo fue en vano.
Retroceso
Como puntos salientes, aparte de la inauguración del servicio, el 9 de enero de 1964, Necochea recibió una noticia sorpresiva y retrógrada: la empresa Ferrocarriles Argentinos disponía la clausura de la estación local del Ferrocarril “General Roca”.
De inmediato las fuerzas vivas y autoridades de la ciudad se movilizaron buscando que se revirtiera la medida, pero no tuvieron respuesta positiva.
El servicio empezó a tener su última parada en Quequén y en la primera quincena de diciembre de 1968 Ferrocarriles Argentinos clausuró definitivamente la estación necochense, aduciendo razones de orden técnico y falta de seguridad en el puente ferroviario que poco después fue desmantelado.
La historia del tren con nuestra ciudad continuó con la construcción del Apeadero, en la zona portuaria, del lado de Quequén. Esta Estación fue inaugurada en agosto de 1973, siendo una segunda opción para los pasajeros que venían desde Capital Federal o viajaban hacia ella.
Quienes arribaban al Apeadero tenían la posibilidad de cruzar inmediatamente a Necochea a través del Puente “Ignacio Ezcurra” pero las inundaciones de 1980 destruyeron dicha vía y con ella dejó de tener razón la existencia de dicha terminal.
Las décadas posteriores significaron un retroceso en el servicio ferroviario.
Vagones incómodos y viejos, falta de mantenimiento de vías, que originaban una tardanza inusitada en cada viaje, lo transformaron en un servicio a punto de desaparecer.
Cuando en 1999 en noviembre de ese año, el tren estaba virtualmente en la vía muerta una delegación necochense, integrada por ediles, funcionarios municipal y los ex ferroviarios Edison Raffaghelli y Osvaldo Russo se entrevistó en Buenos Aires con autoridades de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provinical y de la empresa Ferrosur Roca S.A, en uno de los pasos definitorios para el resurgimiento del servicio a Estación Quequén.
Recién a fines del año 2000 y gracias a la reparación de las vias que realizó la empresa Ferrobaires, junto a los municipios de Necochea, Balcarce y Lobería el tren mejoró su servicio en gran forma, redujo sensiblemente el tiempo en unir Quequén con Buenos Aires (de 12 a 9 horas) y por su seguridad y costo económico del pasaje era una opción elegida por muchos pasajeros. ///