Aida Kemelmajer reflexionó sobre los avances y desafíos de la justicia
La coautora del proyecto de actualización de la norma habló con Ecos Diarios
ROCÍO MAGALÍ SÁNCHEZ
Para Ecos Diarios
El pasado viernes, Necochea fue sede de un evento académico y jurídico de gran relevancia: "Nuevos desafíos y tensiones de las relaciones de familia". La actividad reunió a profesionales del derecho, estudiantes y público interesado en reflexionar sobre las complejidades que enfrenta el derecho de familia en el siglo XXI. Como invitada especial, Aída Kemelmajer de Carlucci, ex jueza de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, dialogó con Ecos Diarios sobre la justicia argentina.
Kemelmajer, reconocida por su trayectoria y conocimiento en el derecho, expresó que la actualización del Código Civil y Comercial representó un avance fundamental para la legislación argentina.
La reforma, implementada hace una década, introdujo cambios que modernizaron el marco legal, de forma innovadora. Sin embargo, aclaró que, en un mundo de cambios permanentes, ningún código puede aspirar a durar inalterado tanto tiempo como el elaborado en el siglo XIX por Vélez Sarsfield.
Código Civil y Comercial
“La ventaja que tiene este código es que es un código abierto, lo que quiere decir que admite que se incorpore la legislación especial y los cambios que sean necesarios sin atacar la sistemática de la norma. Entonces efectivamente hay muchas cosas que dependen de los cambios sociales tecnológicos y que necesitan de leyes especiales y que pueden ingresar como esos ‘satélites’ al Código Civil y Comercial para poder ir en forma permanente actualizándolo”, señalo la ex jueza de la Corte Suprema de justicia mendocina.
Y agregó: “El CCYC lo que verdaderamente cambió fue toda la concepción de la persona humana y muchísimos cambios en el derecho de familia y eso fue así porque esta norma recoge los tratados internacionales derechos humanos. Justamente que esas leyes especiales, los satélites, se vayan actualizando es fundamental en un país como la Argentina, con tantos cambios en la economía y tanta inestabilidad económica. Porque este Código Civil y Comercial no solamente habla de la familia, habla de los contratos civiles y comerciales, Entonces las normas que uno pueda colocar en un código quedan relativizadas porque hay cosas que dependen de los vaivenes de la economía y los jueces nuestros tienen que vérselas con esos cambios económicos y políticos”.
En cuanto al derecho patrimonial y contractual, otro de los pilares del Código Civil, la ex jueza expuso la necesidad de modernizar el sistema de garantías crediticias, que considera "estático" en un mundo de negocios en constante evolución.
Además, ejemplificó cómo los vaivenes políticos generan conflictos en contratos, en particular aquellos afectados por políticas cambiantes en materia de moneda extranjera. "Si alguien celebra un contrato en dólares y luego se encuentra impedido de acceder a esa moneda, la economía afecta directamente el cumplimiento del acuerdo. Esta situación no es culpa del código, sino de la economía y la inestabilidad", sentenció.
Mujeres en la Corte
Sobre la situación de la Corte Suprema de Justicia y la falta de mujeres en su composición actual, Kemelmajer, opinó que: “la diversidad de género en la Corte Suprema es fundamental para reflejar la sociedad argentina, en la que hombres y mujeres coexisten y contribuyen al ámbito jurídico”.
Además, Mencionó con respeto y admiración a mujeres como Carmen Argibay y Elena Highton, dos figuras que marcaron un antes y un después en la Corte y aseguró que "la Argentina tiene muchísimas mujeres de gran prestigio, capaces de aportar a la Corte Suprema con excelencia”.
No obstante, la jurista expresó que la incorporación de mujeres al organismo debe darse por capacidad y no solamente por una mera cuestión de completar el cupo.
Por último, en un análisis de la situación judicial en la provincia de Buenos Aires, Kemelmajer expresó su preocupación por la falta de jueces en algunos juzgados y destacó que esta carencia provoca demoras y afecta la eficiencia del sistema judicial. Lamentó que el país no contemple sistemas como el de Brasil, donde cada juzgado cuenta con jueces suplentes, lo que evita retrasos en la resolución de casos y garantiza un servicio de justicia más ágil.
Con una mirada crítica y una visión renovadora, Aída Kemelmajer de Carlucci ofreció su profundo análisis, abriendo una ventana de debate sobre las necesidades de adaptación y evolución del sistema judicial argentino para responder a los cambios que la sociedad impone día a día.///
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