Amanecer y ocaso de un estadio único
Ubicada en avenidas 75 y 58, la cancha “General Mariano Necochea” fue construida por Huracán y Gimnasia pero la unión se rompió pocos años después
No llegó a estar en pie al menos una década, pero su imagen quedó para siempre en el recuerdo de los hinchas de nuestra ciudad. El estadio “General Mariano Necochea” fue construido en forma conjunta por los clubes Huracán y Gimnasia, dos clásicos rivales del barrio del centro, que se unieron en un proyecto en el amplio predio que compartían en avenidas 75 y 58. Además de las cómodas instalaciones y tribunas, contaba con una característica pista de atletismo alrededor del campo de fútbol, algo que hoy no posee ningún otro escenario en nuestro distrito.
Si bien su utilización efectiva comenzaría varios meses después, en 1977 se disputó el primer partido en un festivo espectáculo, seguido por cientos de espectadores, entre ellos personalidades del fútbol profesional como Ernesto Duchini, Carlos Cavagnaro y Roberto Saporiti, y hasta el plantel de Chacarita Juniors, en otro verano donde Necochea era la capital del fútbol. Los presidentes Carlos Almasio por Huracán y Edgardo Zambón por Gimnasia fueron los encargados de dar la bienvenida y recibieron las felicitaciones por la monumental obra, con tantas expectativas a futuro.
Bochini para inaugurar
El partido amistoso que sirvió de inauguración se concretó el 16 de enero de 1977, cuando jugadores de Huracán y Gimnasia se midieron nada menos que con un combinado del Club Independiente de Avellaneda que contaba con la presencia de Ricardo Bochini. Se jugó al caer la tarde y recaudó $ 570.000 ley.
El equipo necochense contó con nombres de ambos clubes, simbolizando la unión que reinaba en esos años, y formó con Burón; Casado, Holzman, Sales y Vallejos; Vidondo, H. Pérez y Jáuregui; Alsinet, Di Rocco y O. Pérez. Por su parte el “Rojo” de Avellaneda, que venía de ser campeón de la Copa Interamericana de 1976, lo hizo con Pogany; Lencinas, Alberto, Trossero y Bertolé; Galván, Bochini y Semenewicz; Arroyo, Astegiano y Bertoni. En el segundo tiempo ingresaron Llona, J. Rodríguez, Di Vicenzo y Leoz en los locales y Carrica, Farella, Armendariz, Saggionato, Reossian, Britez y Gay en los visitantes.
El espectáculo tuvo un desenlace esperado con una clara victoria de Independiente por 4 a 0. A los 20’ se produjo la apertura del marcador luego de una buena jugada que culminó Víctor Hugo Arroyo con su pie izquierdo. Y sobre el final de la primera parte, nuevamente Arroyo ampliaría cifras. Los cambios realizados por el DT José Omar “Pato” Pastoriza en el entretiempo favorecieron a Independiente, que mostró una mayor despliegue físico. A los 12’ Bertoni avisó con un remate al poste y en el remote puso el tercero acomodándola en el arco fuera del alcance del arquero. Y a los 22’, fue Daniel Alberto, con un cabezazo a la salida de un tiro de esquina, quien selló el resultado final para la visita. Hugo Pérez tuvo la chance del descuento pero falló un penal.
Con los años
El estadio “Mariano Necochea” recibió esos años muchos momentos de nuestro fútbol, incluyendo partidos de nuestras selecciones. En octubre de 1977 se recuerda el triunfo sobre Mar del Plata con gol de Omar Papini. Además de luchados clásicos entre el “Globo” y el Club Rivadavia, fue escenario de dos de los momentos más gloriosos de Huracán y Gimnasia en sus últimos 40 años de historia futbolera. En 1979, el “Globo” se consagraba campeón por séptima y última vez desde entonces del torneo anual de Primera división de la Liga Necochea. El 21 de octubre es la fecha del festejo, al golear 3-0 a Villa del Parque. Con H. Silva como DT jugaron entre otros Orlando Braconi, Carlos y Hugo Pérez, Marquez, Vallejos, Omar Papini, Rolando y Norberto Corbellini, Hugo Zerr, Ernesto Jáuregui, Carlos Leoz, Roppel, Di Nenno, Reyes, Garcés y Sittner. Si bien el “Lobo” nunca fue campeón, en 1985 concretaría en este estadio una recordada campaña que lo ubicó entre los cuatro mejores en un torneo superior, algo que no volvería a conseguir hasta 30 años después.
Fuera del fútbol, la pista de atletismo terminaría siendo también un escenario recordado pero no por el despliegue y la aptitud física. En ese óvalo, los fanáticos de la velocidad disfrutaron de numerosas noches de “speedway”, reconocida especialidad de motociclismo, que supo colmar tribunas. Las torres de iluminación se instalaron a fines de 1980.
El adiós
Fue justamente en ese 1985 que el estadio “Mariano Necochea” fue compartido por última vez por ambos clubes y mantuvo la estructura que tuvo en su inauguración. El último partido oficial sería un triunfo de Gimnasia por 3-0 sobre Mataderos, con goles de Ciancaglini y dos de Bódega, el sábado 12 de octubre. Días antes, para Huracán, la última presentación allí fue más dolorosa, con una goleada de 6 a 0 en contra frente a Estación Quequén.
Para el verano de 1986, ambos clubes vecinos habían determinado separarse por desacuerdos en sus proyectos para el predio. Divididos, el estadio dejó de ser el que era. Huracán tomó su parte del terreno y anunció planes de un playón deportivo, una colonia de vacaciones y más adelante un jardín de infantes y una escuela que nunca se concretarían. Años después sí construiría allí las pedanas del bowling. En cuanto al fútbol, el “Globo” aspiraba a mudarse a una nueva cancha y rearmar allí una pista de atletismo en el terreno del club de avenida 58 y 83, un viejo anhelo que aún se mantiene. Gimnasia, en tanto, aprovechó su espacio para reconstruir y sostener la cancha de fútbol, con tribunas más modestas, y que terminaría arrendando a Huracán, que pasó de locador a locatario, para poder allí ser anfitrión en varias temporadas de los años subsiguientes. El reducto del “Lobo” y esa icónica manzana dejarían de respirar fútbol en 1996, cuando se vendieron las tierras al hipermercado que allí se establece desde entonces.///