Anécdotas de la primera muestra de arte de la Escuela Provincial Nº 1
Las profesoras Adriana Larrañaga, Victoria Rodríguez Pando, Olga Vázquez, Matilde Gil y Margarita Forte brindaron sus testimonios
Hace 30 años se inauguraba la muestra “Primeros Egresados” de la Escuela Provincial de Arte, en la sede del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de nuestra ciudad, y algunas de las profesoras que exponían en aquel entonces continúan hoy en actividad en la escuela.
Los primeros egresados de maestros de Artes Visuales de Necochea, en 1991, figuran Viviana Alejandra Ghillini, María del Carmen Gravino, María Gabriela Mendoza y María Victoria Rodríguez Pando; asimismo, la promoción 1992, lo integraban María Elena Benedini, Adriana Larrañaga, Alicia Martínez, Claudio Machado, Analía Masur, Mónica Reynoso, Matilde Gil, María de los Ángeles Iriberri, Paula Luchetta, Ana Julia Román y Olga Vázquez.
Alrededor de una mesa, reunidas, con la presencia de la directora actual, Marga Forte, recordaron anécdotas y los comienzos de la escuela. María Victoria Rodríguez Pando, de la primera promoción, que todavía ejerce en la escuela de arte “Orillas del Quequén” señaló “en el comienzo la escuela funcionaba donde actualmente está el Centro Cultural Municipal y recuerdo que fue fantástico, muy lindo. Cuando se abrió la escuela se hizo una convocatoria de boca en boca a aquella gente que nos gustaba el arte. Yo tomaba talleres y siempre me gustó lo artístico y nos reunimos alrededor de 50 personas”.
Los alumnos se recibían de maestros en artes visuales y para los profesores de aquella época la inauguración de un terciario también fue importante.
“Me acuerdo que los planes de estudio eran diferentes, teníamos más horas de taller y con los años la escuela también fue cambiando de espacios, luego nos mudamos a la Escuela Nº 1”, dijo Pando.
Por su parte, Adriana Larrañaga recordó “antes ejercíamos con un título que ahora sería impensado porque era municipal, pero siempre buscábamos un título que nos respaldara y cuando se concretó el magisterio de arte fue una alegría para todos”.
Por aquellos años, los espacios físicos eran precarios, tenían que conseguir materiales, y las herramientas, y si no había las tenían que construir.
Matilde Gil señaló “en mi caso me enteré del magisterio de casualidad, yo iba a talleres particulares, siempre me gustó dibujar y pintar. Realmente fue un sueño para todos los habitantes de Necochea”.
Muestra
Las muestras y las exposiciones siempre fueron importantes para la escuela y los alumnos porque era una forma de visibilizar el trabajo que realizaban. Victoria señaló “me acuerdo de esa exposición porque son experiencias inolvidables”.
Por su parte, Olga Vázquez añadió “hay un registro de esa muestra y algo que enorgullece es el crecimiento de la escuela en cuanto a la diversidad de talleres, donde la comunidad siempre acompañó y hoy en día la escuela cumple un rol muy importante para la región porque tiene las cuatros disciplinas artísticas y permite que muchos jóvenes puedan estudiar en la ciudad”.
Todas coincidieron que tienen anécdotas de por vida y a pesar de las dificultades fue hermoso transitar el magisterio. “El grupo era muy heterogéneo porque había gente joven, pero la mayoría éramos más grandes, estábamos casados, con hijos, familias y salíamos a las 11.30 de la noche de los talleres”, detallaron.
El compañerismo fue un valor fundamental que se forjó en la escuela, en este sentido, Olga remarcó “todo era a pulmón, había que gestionar desde lo comunitario y era una lucha con mucho compañerismo, algo que se fue perdiendo pero nosotros tenemos que trasmitir eso a los jóvenes, que sepan que las adversidades se superan trabajando en conjunto, asi se pueden lograr cosas y la escuela es un ejemplo de eso”.
Adriana Larrañaga se jubiló el año pasado, en tanto, Victoria Rodríguez Pando, Matilde Gil y Olga Vázquez, continúan trabajando.
Victoria remarcó “había una gran pasión por lo que hacíamos y transitando el camino descubrimos lo que nos gustaba, la docencia”
La Escuela “Orillas del Quequén” genera un sentido de pertenencia en los alumnos y en sus comienzos al ser tan reducido el grupo, era una gran familia, señalaron.
La directora actual, Marga Forte, que ingresó en la escuela en el año 1991 como profesora de expresión corporal y tras haber pasado por diferentes roles a lo largo de 30 años, manifestó que el objetivo inicial de la escuela fue “sacar el arte de la elite, que fuera popular y que todos tengan acceso y eso se logró y seguimos dando batalla en esta tarea gigante”.///