Bajante del río por la acción de las mareas
Llamó la atención una importante baja del agua. La explicación desde Hidráulica
Esta semana, después de un sábado y domingo totalmente desapacible, con ráfagas de viento cercanas a los 100 kilómetros por hora, se produjo una importante bajante en el río Quequén, que llamó la atención de los vecinos ribereños, de la misma forma que cuando ocurre cuando hay una crecida extraordinaria.
Analizando este tema con la jefa de la región V de la Dirección provincial de Hidráulica, Susana Laborde, se pudo echar un poco más de luz sobre estos fenómenos y sobre qué ocurre con la erosión de la zona ribereña ante estos cambios. Temas que seguramente son de interés para todo aquel que haya invertido o quiera invertir en este sector de la ciudad, que cada vez es más visitado y cada vez va ganando un mayor crecimiento.
En primera medida, Laborde aclaró que “el río depende de las mareas, que pueden ser más o menos importantes”, pero que es la principal fuente generadora de los cambios que podemos observar. “No podemos decir que lo que vemos acá cerca del Puerto es el agua de la cuenca del Quequén, eso es el agua de las mareas”, agregó.
“Hace alrededor de dos meses hubo una crecida grande que inundó parte del camino ribereño pero siempre tiene que ver con el posicionamiento de la tierra respecto al sol y la luna”, señaló.
Por otro lado, no deja de ser una realidad que en las bajantes tiene también una influencia el viento norte, como ocurrió el pasado lunes.
“Lo que vemos en el cauce del río, a la altura del núcleo urbano de las ciudades de Necochea y Quequén, está gobernado por el mar. Se calcula que la influencia de la marea afecta unos siete kilómetros del río, así que es prácticamente hasta Las Cascadas. Por eso el dato del caudal del Río se toma en Las Cascadas, porque es el punto que no tiene influencia de las mareas y, por lo tanto, no se ve modificado”, explicó Susana Laborde, quien añadió que el caudal del río Quequén tiene un valor promedio histórico de unos 24 metros cúbicos de agua por segundo pero es intermitente y no hay registros absolutamente certeros.
¿Genera erosión?
Según indicó Susana Laborde “las épocas lluviosas han ido aumentando el caudal promedio” pero sostuvo también que lo que genera erosión también es el mar y no el agua originalmente proveniente del propio río. “Los 24 metros cúbicos que tiene pueden correr sin problemas por el cauce que tiene actualmente, ya que éste podría llevar hasta 80 metros cúbicos sin problema. Lo que erosiona son las mareas, porque tiene impacto con las subidas y tiene impacto con las bajadas. En ambos casos se generan desmoronamiento en el material del cauce del río, porque son materiales débiles”, detalló.
Por otro lado, contó que la gente suele asustarse con la velocidad de las crecidas, pero dijo que tiene que haber calma respecto a eso, porque es una cuenca que a esta altura casi no tiene impacto de las lluvias. “Para que haya un impacto acá, tiene que haber una lluvia muy intensa y distribuida, considerando que son un millón de hectáreas que llegan a Necochea y es la segunda cuenca en superficie más grande de la Provincia, pero para que el cauce sea sobrepasado por las lluvias tiene que ser algo muy grande, porque ya está muy agrandado por el movimiento de las mareas. Gracias a eso puede retener mucha más agua”.
Construir allí
A diferencia de lo que ocurre del lado de Necochea, en el lado de Quequén los terrenos llegan hasta el borde del río y se ven construcciones que han tenido que tomar medidas, sobre todo después de la crecida del 2014, ya que el agua subió mucho más de lo que estaba previsto y, en aquel entonces, a una casa le llegó el agua por encima de la ventana, por ejemplo. “Existen normas para construir cerca de cursos de agua porque obviamente el Estado tiene que resguardar a los privados de estas cuestiones, pero la erosión no está contemplada en ninguna reglamentación porque cada lugar tiene características diferentes”, señaló Laborde.///