Barrio 9 de Julio: pérdidas de agua, iluminación y seguridad
Las motos a alta velocidad y los escapes libres son uno de los reclamos de los vecinos
JUAN JOSE FLORES (Redacción)
Semanas atrás los vecinos del barrio 9 de Julio tuvieron oportunidad de realizar sus reclamos directamente al intendente Arturo Rojas cuando la oficina móvil visitó ese sector de la ciudad.
A pesar del paso del tiempo, los pedidos de los vecinos son los mismos desde hace años. Piden reparar las pérdidas de agua, mejoras en la iluminación, mantenimiento de las calles, seguridad y también un límite a un problema común de toda la ciudad: la presencia de adolescentes y jóvenes que circulan en moto a alta velocidad y con escapes libres.
Consultada por Ecos Diarios, Fabiola de Castro, delegada de la Red Vecinal Noroeste, señaló que “en el barrio tenemos una problemática de hace muchísimos años, que son las pérdidas de agua en diferentes sectores”.
“El mantenimiento de luminarias es otro de los pedidos que todos los vecinos están realizando”, afirmó.
“Otra cosa a remarcar con respecto a la luz, hemos recibido inquietudes de vecinos del barrio 9 de Julio por tarifas muy elevadas”, precisó.
Preocupación por la seguridad
Sobre la situación de seguridad en el barrio, De Castro sostuvo que “también está el tema de seguridad. Bueno, como ya saben, hace años que no funciona el destacamento”.
“Si bien el barrio está un poquito más tranquilo, existe entre los vecinos una inquietud por diferentes hechos de vandalismo”, advirtió. “Es muy bueno remarcar el tema del botón antipánico para que las personas en el barrio puedan recibir una respuesta automática de la Policía. Después la mayoría de los vecinos estamos conectados por WhatsApp”.
Las motos, problemática persistente
En relación a las motos, una de las principales quejas vecinales, De Castro destacó que “el tema de las motos también es otra problemática, común a toda la ciudad. Lo que nosotros pedimos es más iluminación en las avenidas, principalmente, porque lo que sucede es que hay mucho tránsito y las motos a gran velocidad pasan a ser un problema”.
Sin embargo, remarcó: “Pero no hay que echarle la culpa a las motos. Lo que estamos analizando con el equipo de trabajo es que los chicos que andan en moto son muy jovencitos, muchos son menores de edad y lo que estamos viendo es que es un llamado de atención y que necesitan un límite”.
“Me parece que hay veces que tenemos poca comunicación con los adolescentes y es bueno retomar eso”, reflexionó. “Los chicos de nuestro barrio que tienen un club donde pueden acercarse, pueden utilizar el Wi-Fi, pueden escuchar música, pueden relacionarse con otras personas”.
El rol del club barrial
En cuanto al club del barrio, De Castro señaló que “respecto al club, estamos terminando la cancha. Realmente se nos ha retrasado poder inaugurarlo el año pasado, pero surgieron algunos inconvenientes por el vandalismo”.
“Actualmente hicimos un convenio con la ONG Elijo Creer, que es una ONG de jóvenes, y le cedimos un espacio. Son todos chicos jovencitos que trabajan por la prevención al suicidio”, indicó. “Están haciendo distintas actividades para visibilizar la prevención al suicidio, que es un tema que realmente preocupa a toda nuestra sociedad”.
Además, comentó que “también tenemos la oficina social, funcionamos también a través de WhatsApp. También siguen funcionando los talleres de arte y multideporte como siempre. Hace más de ocho años que estamos trabajando en conjunto con el municipio. También karate, fútbol formativo, fútbol senior, fútbol de LIFA y femenino”.
Trabajo comunitario
Por último, se refirió a la labor de la Red Vecinal Noroeste. “La Red Vecinal Noroeste lleva muchísimos años funcionando. Este año vamos a sacar una promoción de difusión porque cambiamos nuestro número de teléfono para que los vecinos puedan realizar todo lo que es reclamos, con fotos, vía WhatsApp. Nosotros nos encargamos de elevar los reclamos a quien corresponda”, concluyó.
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