Boxeador profesional se radicó en nuestra ciudad a la espera de poder volver al cuadrilátero
Jonathan Pachado, nacido en Bahía Blanca, entrena en el Club Isabel La Católica. “Espero pueda traer buenos resultados”
El boxeo profesional de nuestra ciudad sumó en estos meses de pandemia un nuevo exponente. Jonathan Gabriel Pachado, nacido en Bahía Blanca, debió dejar Buenos Aires y decidió radicarse en Necochea donde ya se encontraba su familia desde el año pasado. “Es lindo que me conozcan y espero pueda traer buenos resultados a la ciudad”, auguró.
Con 24 años, su carta de presentación es haber estado hasta hace pocos meses entrenando como parte del Team de Brian Castaño, que lidera con actual campeón de la Asociación Mundial de Boxeo en la categoría superwelter. “Pero me agarró la pandemia y me tuve que volver porque estaba todo parado y no tenía sentido seguir pagando el alquiler en Buenos Aires. Me vine con mi familia acá a Necochea”, se resigna Pachado que acumula hasta aquí seis peleas como profesional desde 2017, con cinco triunfos en peso ligero. “Tenía previsto una pelea para el 27 de marzo, en Pinar de Rocha, y se suspendió. Quiero volver lo antes posible porque esto pasó a ser mi trabajo y uno, claro, también lo disfruta”.
Preparación
Mientras en Bahía Blanca hoy sería imposible entrenar por el aislamiento preventivo, aquí gracias a los protocolos aprobados por la Municipalidad ha logrado recuperar poco a poco la forma, trabajando en lo físico en el gimnasio y también en lo boxístico junto al preparador Mario Ortega, en el Club Isabel La Católica. Su recuerdo de Necochea quizás no era el mejor: “Peleé con el hijo de Ortega (Gabriel), en el Club Rivadavia, y me quebré la mano por lo que estuve casi dos años parado y me operaron. En total vine dos veces a pelear”, apuntó sobre sus años de amateur, aunque también confesó que de chico venía a veranear con su familia. Sobre los entrenamientos compartió que “falta el guanteo, que es importante. Estamos cada uno en su bolsa, sin salir de nuestro cuadrado y moviéndonos después con barbijo”.
Desde los 11 años
Cómo no extrañar el deporte en esta pandemia, cuando se puede decir que Pachado ha estado más de la mitad de su vida sobre un cuadrilátero: “Arranqué a los 11 años pero en kick boxing, con Gastón Monroe. Me retiré invicto y quería ser profesional pero con 14 años necesitaba que mis padres me firmaran la autorización para pelear y me dijeron que no. A partir de ahí arranqué desde cero con el boxeo y creo que ya llevo como 100 peleas”.
En Estados Unidos
Una de sus máximas experiencias formativas en su carrera fue haber viajado a los Estados Unidos, meca del boxeo. “En 2018 firmé contrato con la promotora de Marcos Maidana y estuve en un campamento en California entrenando, con Brian Castaño. Fueron seis meses entre campeones olímpicos y mundiales. Te rosas con gente impensada y adquirís una gran experiencia en lo físico y lo técnico. Es otro boxeo, volvés y es otra cosa. Ojalá pueda volver algún día”, confesó quién apodan “Chinchu”. Incluso tuvo la chance de probarse profesionalmente en un festival en El Paso, Texas, venciendo por puntos en decisión unánime al estadounidense Josh Ross.
Sueño de campeón
La incertidumbre de un deporte que ha perdido mucho peso en nuestro país los últimos años, sumado a esta pandemia, obligan a Pachado a pensar en emigrar. “Las bolsas no son altas y uno apunta siempre a ir a afuera para tener mejores peleas. Es el objetivo y el sueño de todo boxeador ser campeón mundial, pero en Argentina no podés vivir del boxeo, esa es la realidad”. ///