Bruno Mars: el Michael Jackson millennial hizo bailar a 50 mil personas
Por Daniela Giannatasio – DIB
“I love you Bruno”. El grito baja de una platea altísima del Estadio Único de La Plata. Una adolescente argentina, de no más de 20 años, intenta que el cantante estadounidense Bruno Mars escuche su declaración de amor durante el silencio que se produce entre dos canciones. Tiene una luz que cambia de color. La mueve en la mano derecha mientras baila y canta en inglés.
Los jóvenes en grupo y las familias con niños son mayoría entre las 50 mil personas que agotaron las entradas para el show del artista pop del momento. La del sábado pasado fue su segunda visita al país (en 2012 estuvo en Mar del Plata), pero la primera después de haberse convertido en un fenómeno mundial, con 26 millones de discos vendidos y 20 nominaciones a los premios Grammy.
Como un Micheal Jackson millenial -tiene 32 años- Mars baila, canta y enciende al público cada vez que se lo propone. Los gritos son ensordecedores, pero él logra subir el volumen todavía más. Solo tiene que pedirlo o cantar “te quiero mi chica” en un perfecto español. Viste una camiseta de beisbol roja con la leyenda “Hoolingas” (el nombre de sus fans y músicos tras el primer disco) con bermuda y zapatillas. Tapa los rulos negros con una gorra y decora su cuerpo moreno con cadenas y pulseras doradas.
El concierto empieza con “Finesse” y sigue con “24K Magic”, la canción que le da nombre a su tour mundial. La mayoría de sus temas hablan de presumir, del éxito, la elegancia, el dinero y el show. “Tengo un condominio en Manhattan. Alquilaré una casa de playa en Miami. Entremos al Cadillac. Usando joyería de oro que brilla intensamente”, enumera en “That´s what I like” (“Eso es lo que me gusta)”.
Durante la hora y media que dura el show, la voz de Mars pocas veces suena sola. Está acompañado de ocho músicos y coristas que se vuelven tan protagonistas como él. Rapean, conversan entre ellos, hacen chistes y siguen las coreografías con sus instrumentos inalámbricos por todo el escenario. Por momentos, parecen un coro góspel salido de una iglesia del barrio neoyorquino de Harlem.
El equipo, uniformado con camisetas de beisbol azules, está compuesto por Phillip Lawrence (coros), Phredley Brown (teclado), Jamareo Artis (bajo), Eric Hernandez (batería), Kameron Whalum (trombón), Dwayne Dugger (saxofón), Jimmy King (trompeta) y John Fossit (teclados). Cada uno, por separado, se lleva el aplauso de la multitud cuando los presenta Bruno, que desata la ovación al ponerse de espaldas y mostrar el 24 de la casaca blanca que se puso para cerrar la noche.
La ultraescuchada “Locked Out Of Heaven” explota con fuegos artificiales. La emoción del público es total. Los padres y madres que acompañaron a sus hijos saltan con los brazos en alto. Los más chiquitos se contagian subidos a las butacas del estadio, para poder ver. Unos metros más atrás, un efectivo del grupo Halcón, con chaleco antibalas y boina, saca tímidamente su celular para registrar el momento.
Un artista en ascenso
Bruno Mars nació el 8 de octubre de 1985 en Honolulu, la capital de Hawaii (Estados Unidos). Su verdadero nombre es Peter Gene Hernández, pero en su casa siempre lo llamaron Bruno como apodo. Desde chiquito se dedicó a la música. Comenzó imitando a Elvis Presley en los restaurantes de la isla, ante turistas de todo el mundo y al terminar la escuela, se mudó a Los Ángeles.
De dormir en un auto con su padre, un descendiente puertorriqueño judío y ver poco a su madre por el divorcio de ambos, el artista pasó a convivir con su novia Jessica Caban en una mansión de 6,5 millones de dólares en Hollywood Hills. Hace sólo siete años logró el gran despegue y hasta ahora editó tres discos: “Doo-Wops & Hooligans” (2010), “Unorthodox Jukebox” (2012) y “24K Magic” (2016).
Su música varía entre el pop, el hip hop, el funk, el rap, el soul, dance y R&B. En el mundo, lo identifican con Michael Jackson. “Los afroamericanos crearon todo. Y siendo puertorriqueño, hasta la salsa desciende de África. Así que en mi mundo la «música afroamericana» significa todo”, dijo en su última entrevista con la revista “Latina”.