Calles del Parque señalizadas
Ante la inminencia de una nueva temporada de verano y como una forma de ofrecer una mejor imagen del parque Miguel Lillo a turistas y lugareños, la Dirección de Guardaparques viene afianzando la señalización de calles internas y caminos del paseo ubicado a metros del mar.
A la tradicional colocación de carteles indicando las prohibiciones de encender fuego y arrojar basura, cortar leña o acampar, que siempre aparecen insuficientes en la amplia área arbórea del Parque, se vienen sumando carteles indicando los nombres de esos senderos internos.
Al respecto vale recordar que en la década del 80 se confeccionó un listado de nombres para las calles del Lillo, con nominaciones vinculadas a especies de animales, árboles o vegetales que integran su ecosistema y que figuran en distintos planes.
Los carteles se confeccionan con material proveniente del mismo Parque, producto de los árboles que por razones naturales se caen o quiebran. Las identificaciones son prolijas, con letras claras, que les dan buena estética a la vista de quienes recorren el lugar.
Indudablemente es mucho lo que aún hay que hacer para que este paseo tan recorrido y disfrutado luzca debidamente señalizado. Por caso aún no se ha concretado la idea enunciada al crearse la dirección de Guardaparques: un mapa interactivo de las calles internas del Miguel Lillo, incorporando las que no figuran hasta ahora en el trazado original, sobre todo las del Lote Mar 2.
Dicho mapa en principio serviría a las fuerzas de seguridad para una mejor circulación en casos de emergencia y posteriormente estaría a disposición de la población y turismo.
Paralelamente, una tarea más que importante es la que lleva adelante el área de Forestación, tanto en el mantenimiento y raleo del Parque como en la siembra de plantas. A tal fin el municipio puso en marcha en 2022 un plan de forestación a siete años, el cual se ha cumplido aunque en forma intermitente por ahora.
En la actualidad hay plantas en 160 de las 480 hectáreas de Parque, siendo el límite el actual campo de la Aefip, aunque el territorio del Lillo se extiende hasta el sector de ingreso al parque eólico y que hoy está despoblado de plantas.
Un aspecto visible para quienes recorren las calles internas es que existe mayor limpieza que años atrás; los caminos son totalmente transitables y con esta suma de carteles indicativos se siguen sumando mejoras, aunque es mucho lo que aún se debe y puede hacer.///
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