Cangrejos de una sola pinza en la costa del río Quequén
La especie se conoce como “violinista” y suele aparecer en esta zona, según las corrientes oceanográficas. Llamó la atención de pescadores y deportistas
Por estos días, se pueden ver en la costa del río Quequén numerosos cangrejos de una sola pinza grande, de un color rojo muy llamativo.
Ecos Diarios descubrió un numeroso asentamiento de estos cangrejos conocidos como “violinistas”, al lado del puente Rocha, sobre la margen de Quequén, al otro lado del Vito Dumas, que llamó la atención de pescadores y deportistas, quienes aseguraban que nunca los habían visto.
Sin embargo, parece que son más comunes en esta zona, de lo que muchos creían.
El investigador de Conicet, Pablo Ribeiro, quien se desempeña en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) de la Universidad Nacional de Mar del Plata, aseguró que esta especie se encuentra desde el sur de Brasil hasta Quequén e incluso puede llegar a veces hasta Bahía Blanca, pero aclaró que en esta zona “los asentamientos son más intermitentes y dependen de las corrientes oceanográficas”.
El traslado de las larvas
En el mundo existen unas 100 especies diferentes de cangrejos violinistas, la gran mayoría se ubican en las regiones tropicales y subtropicales, y unas pocas se extienden a zonas templadas, como es el caso de estos cangrejos que se vieron en el río y cuyo nombre científico es Uca uruguayensis.
Con relación a cómo llegan a esta zona y por qué su presencia es intermitente, el profesional explicó que “el ciclo reproductivo posee varias etapas, la primordial que es el apareamiento sucede en el mismo lugar donde viven los cangrejos adultos. Luego, las hembras producen unas masas de huevos que llevan consigo e incuban durante unos 15 días. Cuando ya están maduros, los huevos eclosionan y las larvas que salen de los huevos son transportadas por las mareas hacia el mar. Las larvas están en el mar unas cuantas semanas, crecen y se preparan para transformarse en un cangrejo juvenil; y cuando están listas para ello, vuelven a la costa transportadas de nuevo por las mareas. Este retorno de larvas no siempre está asegurado para Quequén porque depende mucho de que las corrientes oceanográficas no transporten todas esas larvas más al norte, como por ejemplo Mar Chiquita o en la Bahía de Samborombón”.
Entre el mar y el río
El tiempo de vida de esta especie puede llegar a 3 años y por el tamaño de los ejemplares que se ven en estos días en el río, Ribeiro calculó que muchos de ellos, tienen por lo menos 2 años, estimando que algunos son el producto de larvas que retornaron en algún momento en el verano de 2016.
Estos cangrejos viven en la zona que se cubre y se descubre por las mareas y además asociada a un estuario, es decir, una zona que no es ni del todo marino y ni del todo de agua dulce. En este sentido, cabe agregar que el asentamiento está en el último tramo del río antes de la desembocadura en el mar.
Esta especie construye cuevas individuales –que se pueden ver claramente en la costa del río Quequén- sobre un sustrato que va de limo-arcilloso a limo-arenoso. Durante la pleamar (marea alta) los cangrejos se guardan y tapan sus cuevas, permaneciendo dentro de ellas hasta que la marea vuelva a bajar, siempre de día, ya que rara vez salen de noche.
Según explicó el investigador, este proceso de salir a la superficie durante la bajamar se da desde la primavera hasta el inicio del otoño. Durante el invierno o períodos fríos permanecen inactivos dentro de sus cuevas sin salir nunca a la superficie (como si fuese una hibernación).
Este cangrejo se alimenta en el sedimento, comen las microalgas que crecen sobre y entre los granitos de sedimento. Sus depredadores son varios, pero la mayoría de las veces son aves, aunque también pueden ser depredados muy ocasionalmente por otras especies de cangrejos como es el caso del cangrejo cavador Neohelice granulata, que también puede compartir el intermareal con Uca uruguayensis. Al tapar sus cuevas quedan al resguardo de ser depredados por los peces que puedan recorrer las áreas durante la pleamar.
¿Por qué se llaman violinistas?
El nombre de cangrejo violinista se debe justamente a los movimientos que hacen con la pinza gigante. Solo los machos desarrollan esa pinza y la utilizan para atraer a las hembras durante el cortejo y como arma de combate para defender sus cuevas y para establecer el estatus de dominancia entre machos para el acceso a las hembras durante el apareamiento.
En realidad, los cangrejos poseen inicialmente dos pinzas pequeñas que las emplean en la alimentación, como si fuesen cucharas con las cuales llevan el sedimento a la boca. En un momento determinado en los machos una de esas pinzas empieza a crecer y se transforma en la gran pinza roja, perdiendo de esa manera la utilidad para la alimentación. La pinza que se transforma puede ser tanto la izquierda como la derecha, por lo que tantos «diestros» como «zurdos». Las hembras por su parte mantienen dos pinzas pequeñas que las usan para comer. El característico movimiento que los machos hacen con la pinza gigante durante el cortejo recibe en inglés el nombre de «waving» y hace referencia a que la mueven como si dibujaran en el aire «ondas» de llamada a las hembras.
Otras especies
Otras especies de cangrejos se pueden encontrar, además de Uca uruguayensis, son el llamado cangrejo cavador Neohelice granulata y la especie Cyrtograpsus angulatus. En el intermareal rocoso se pueden hallar también Pachycheles laevidactylus, Platyxanthus crenulatus, Halicarcinus planatus y Cyrtograpsus altimanus. En fondos de arena también debería encontrarse Ovalipes trimaculatus. En el submareal (es decir más abajo que lo que queda descubierto por la bajamar) es probable que aparezcan otras especies como son los cangrejos araña.///