CIEN AÑOS forjando mentes y corazones
El 11 de abril de 1921, en las aulas de la Escuela Nº 1, comenzó a funcionar el Colegio Nacional, el primer establecimiento de educación secundaria de la ciudad. Por sus aulas pasaron miles de necochenses y dictaron clases algunos de los más ilustres profesores
Cien años. Hoy el Colegio Nacional cumple cien años y gran parte de la ciudad está de festejo porque su impronta en la educación, la cultura y la historia de los necochenses es fundamental.
Miles de niños y adolescentes han pasado por sus aulas, muchos de los profesores que hoy dan clases en el distrito se formaron entre sus paredes y algunos de los más notables vecinos de la ciudad estuvieron vinculados a la vida de la institución.
La historia del centenario del establecimiento es inabarcable, porque también es la historia de las miles de personas que caminaron por sus pasillos, dejaron sus vidas enseñando en sus aulas y forjaron allí los cimientos de sus conocimientos.
Pero todo comenzó muchos años antes de aquel 21 de abril de 1921. A principios del siglo XX, Necochea no tenía ninguna escuela de educación secundaria.
Esto preocupaba a la comunidad, ya que al terminar el primario, aquellos padres que querían que sus hijos continuaran estudiando, debían enviarlos a otra ciudad.
Un grupo de vecinos entre los que se encontraban Alejandro Calzada, Manuela Murga de Rodríguez, Francisco Uzal, Emilio Ferreyra, Emiliano Abásolo, Ramón Pieres y Baldomero Sagaste, trabajaron infatigablemente para lograr la creación de un colegio de nivel medio en el distrito.
Sus gestiones interesaron al diputado provincial Ricardo J. Davel, quien logró la aprobación de una ley para la creación del colegio en el año 1919.
Sin embargo, debieron pasar aún dos años para que el establecimiento educativo se pusiera en marcha. En febrero de 1921 llegó a Necochea el inspector de Escuelas Segunda Enseñanza Celso con el objetivo de alquilar un edificio donde se pudieran instalar las aulas y realizar un relevamiento de los educadores capacitados para dictar las clases.
Latorre comenzó negociaciones con Luis Deferrari para alquilar el local donde había funcionado el Teatro de la Sociedad Italiana de Necochea, frente a la plaza.
Además, el inspector formó una comisión de vecinos a fin de organizar la refacción del edificio, las inscripciones y todo lo pertinente al inicio de clases.
Esa comisión la presidió Francisco Uzal, que poco después fue designado por el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública como primer rector del flamante colegio. En tanto, Manuela Murga de Rodríguez, hija del fundador de la ciudad, fue la primera secretaria.
El 11 de abril de 1921 comenzó el ciclo lectivo. En forma provisoria las clases empezaron en la Escuela Nº 1, que en aquella época funcionaba en avenida 58 y calle 63.
Recién el 25 de abril dieron inicio las clases en el edificio alquilado a Deferrari y el 2 de junio se formó el Centro de Estudiantes, cuya primera comisión directiva la integraron Argentino Ignacio, Angela Fergusson, Rodolfo Murias, Juan Iraola, Blanca Moreno, Lilia Arana, María Mosquera, Saúl Ignacio, Alfredo Orué, Olinda Andreoli, Pedro Rossi, Sara Lasalle y Juan Catalán.
En mayo, un decreto del Poder Ejecutivo Nacional designó oficialmente como profesores de Ciencias y Letras al profesor de enseñanza secundaria Juan P. Dorgia, al ingeniero Carlos Méndez Calzada, a Edgardo Díaz Kelly, al escribano Alejandro Calzada y al doctor Ernesto L. Othaz. Como profesores de Educación Física y Estética fueron designados la profesora normal Haydée Moreno Murga y Juana Dindart y los profesores de idiomas extranjeros B. Larroulet (francés) y Alberto R. Douthat (inglés).
De inmediato se comenzaron las gestiones para la construcción del edificio propio, iniciativa en la que fue fundamental el aporte del diputado nacional Leopoldo Bard.
El lugar donde actualmente funciona el colegio era en ese momento un inmenso baldío frente a la plaza. Las obras se licitaron en 1929 y quedaron finalizadas en 1932.
A Francisco Uzal, le siguieron como rectores Ernesto Bonilli, Belisario Flores, Sebastián De María, Carlos Montero Lacasa, María E. San Román de Dabadie, Hipólito Barrandeguy, Félix A. Motti, Martha A. Fajardo, Teresa Serre, Nélida Basail y Claudia Monti.
Una larga historia
A cien años de su fundación, la Unidad Académica “José Manuel Estrada” tiene 1.500 alumnos divididos en 63 secciones, entre nivel inicial, primario, secundario y superior.
En el edificio de la calle 57 entre 58 y 60 funcionan el Jardín de Infantes Nº 916, la Escuela Primaria 51, la Escuela de Educación Media Nº 8 y el Instituto de Formación Docente Nº 163.
El actual director, Ariel Gamboa señaló que el Nacional no sólo fue el primer secundario de la ciudad, también dio origen a otras instituciones debido al empuje de muchos de sus docentes, entre los que se encuentran algunas personalidades como el reconocido científico Enrique Ballech, Sebastián de María y otros profesionales que han quedado en la historia del distrito por su aporte a la comunidad.
Gamboa explicó que en sus inicios el colegio estaba orientado a la formación de bachilleres. “Se estudiaba para acceder a un trabajo o empleo dentro de la burocracia del estado o a los estudios superiores”, señaló.
“En la década del 40 Sebastián de María ve que ya no alcanza con el bachiller, por lo tanto impulsa la creación del colegio comercial. Pero como no había la matrícula suficiente, se crea como una sección comercial anexa”, indicó.
Y explicó que también fue De María el impulsor de la creación del primer colegio industrial, que se inauguró con un acto en el aula magna.
“Luego, en la década del 60, en la Argentina hay un importante crecimiento demográfico que coincide con algunos cambios y aparece una nueva concepción de la docencia. “En ese marco se decide abrir el magisterio y se crea el nivel primario de la escuela, con el nombre de Departamento de Aplicación”, precisó. Luego, en la década del 70 se crea el jardín de infantes.
En 1989 se separa el comercial y se forma un colegio aparte, la Media 7.
Y en el año 90 surge el Instituto de Formación Docente con la creación, en un principio, de los profesorados de geografìa y biología.
“En el 94 el colegio se traslada a la órbita provincial y vuelve a cambiar el nombre, pero mantiene el de Unidad Académica José Manuel Estrada, que es lo que le da identidad histórica”explicó Gaboa.
En cuanto a la cantidad de egresados que ha tenido el colegio a lo largo de su historia, Gamboa afirmó que “la respuesta más fácil es decir la mitad de la ciudad”.
“Hoy en todos los colegios de Necochea trabaja al menos un egresado del instituto. Eso nos da la pauta de que la cantidad es prácticamente incontable”, dijo Gamboa.
La vida en sus pasillos
“Sigo en contacto con compañeros del secundario, también con profesores e incluso con Elba Filgueira de Capelli, maestra de tercer grado del Departamento de Aplicación del Colegio Nacional. Hace pocos días lamenté profundamente el fallecimiento de Pirucha Zorzi, que fue profesora de castellano y muy buena persona. Así que tengo los mejores recuerdos”, afirmó Eduardo García Rapp.
“Toda mi formación fue prácticamente en el Colegio Nacional. Gran parte de la primaria y todo el secundario. Con ese secundario yo me he podido defender en la vida. Tuve un buen secundario”, señaló Eduardo.
Mientras tanto, para la docente y escritora Nancy Almassio el Nacional es como su segunda casa. “El Consejo Escolar de Necochea ha declarado de Interés Educativo el Centenario del Ex Colegio Nacional y yo, lo declaro de interés social y afectivo”, afirmó la inspectora.
Señaló que “la razón de esta declaración es que los pasillos del ‘Nacional’ han sido mi lugar, mi refugio, mi impulso hacia nuevos mundos”.
Nancy fue alumna del primario y luego del comercial y egresó en 1985 con el título de perito mercantil.
Allí también estudió su madre, Mirta Edith García, egresada en 1963 y sus cuatro hermanos: Alejandro, Guillermo, Natalia y Fernando Almassio
“En el año 2001, con el título de Maestra Normal superior trabajé en las aulas de la Escuela Primaria N° 51, como maestra suplente de 2° año. En el año 2003, regresé siendo maestra titular de 5° año”, precisó
Años más tarde regresó a las aulas del Nacional para cursar el profesorado de Educación Especial y luego el de Lengua y Literatura.
“En sus aulas, enseñé y aprendí, pero por sobre todo fui feliz”, dijo Nancy.
De interés
“En este momento el grupo tiene alrededor de 2200 seguidores, la mayoría ex alumnos, pero también hay ex docentes”, afirmó Patricia Piedra, una de las impulsoras del grupo de Facebook Centenario del Colegio Nacional.
Explicó que la iniciativa surgió el año pasado como una iniciativa de ex alumnos, pero que el grupo no tiene ninguna relación “oficial” con la institución.
“Lo hicimos por el cariño que le tenemos al colegio”, dijo Patricia, que terminó el secundario en el Nacional en 1983 y luego estudió Historia en el nivel terciario de la institución.
Junto a Natalia Izco y Julián Luguercio comenzaron a conectarse con otros exalumnos y así surgió el grupo en el que todos los egresados comenzaron a compartir fotos y recuerdos.
“El año pasado, cuando estaba todo tan difícil por el encierro, para muchas personas era una alegría entrar al grupo y ver fotos de sus ex compañeros”, dijo.
Natalia y Patricia también realizaron un relevamiento de las listas de egresados y comenzaron a publicarlas, algo que fue festejado por los integrantes del grupo.
Esta semana se conoció que la Cámara de Diputados de la Provincia aprobó el proyecto que declaró de Interés legislativo el Centenario del Colegio Nacional.
Esto fue posible a partir de las gestiones realizadas por el ex alumno Pablo Juliano a partir de un pedido de los coordinadores del grupo. El diputado Valentín Miranda presentó el proyecto que fue aprobado en la Legislatura.///