Cinco religiosas albergan a 55 adultos mayores en el Hogar García Landera
Tienen lugar para más residentes, pero por la pandemia no pueden hacer ingresos nuevos. Piden ayuda alimentaria
El Hogar de Ancianos “García Landera”, como desde sus comienzos, brinda una ayuda comunitaria y en estos tiempos de pandemia necesita de la colaboración de toda la población para reunir alimentos.
Vale recordar que a mediados del año pasado las autoridades de la congregación de Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados decidieron darle continuidad a la institución que atravesaba una difícil situación económica.
Desde hace casi cinco años la superiora de la congregación local es Sor Amelia y totalizan cinco religiosas que se ocupan de la atención de 55 residentes. Además, de dos empleados que se desempeñan en el lugar y los voluntarios.
Actualmente, debido a la cuarentena por el Covid no pueden hacer el ingreso de nuevos residentes, excepto que tengan el hisopado negativo.
Por su parte, los voluntarios no pueden ingresar al edificio pero colaboran solicitando ayuda en la comunidad a través de campañas telefónicas.
Las personas interesadas en hacer alguna donación pueden acercarla hasta el hogar, ubicado en Ruta 86 casi 74, de lunes a viernes, de 10 a 12 y de 14 a 18.
Para su funcionamiento requiere de todo tipo de alimentos, como aceite, azúcar, arroz, leche, yerba mate, legumbres, entre otros.
Obras
La institución realizó una serie de obras de mejoras del edificio y se terminó de pintar el interior y el exterior poco antes de que se decretara la cuarentena, tienen previsto continuar.
La hermana Amelia contó que “afortunadamente son muchos los que nos brindan su ayuda, ya sea a través de transferencias”, porque la casa se solventa con los aportes de la comunidad y el 80% de los ingresos de los residentes que son destinados para pagar empleados y arreglos del edificio.
Cabe mencionar que en este espacio se alberga a personas mayores de 70 años que están atravesando esta situación de pandemia con buen estado de ánimo, semanalmente la asistente social los entrevista y les entrega actividades y, aunque no pueden tener contacto con sus familiares, los ven a través de una ventana con todos los cuidados del caso y siguiendo un estricto protocolo.
Por su parte, la mayoría de los residentes se comunican telefónicamente con los suyos para no perder el contacto y en ese sentido la superiora dijo que “están de buen ánimo y al tanto de la situación, saben que no pueden dar besos ni abrazos”.
Su creación
En marzo de 1948, en coincidencia con un homenaje rendido al Dr. José C. García Landera, se coloca la piedra fundamental del hogar atendido por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en el terreno donado por la Sra. Higinia Núñez de Ubilla y la Srta. Matilde García Landera, principales gestoras de tan importante obra.
La iniciativa se concreta en mayo de 1954 con la inauguración oficial del hogar, presidida por el Obispo de Bahía Blanca, Monseñor Germiniano Esorto.
De ese modo, un grupo de nueve religiosas iniciaron la tarea de asistir a 83 adultos mayores, como único recurso su propio trabajo, la ayuda comunitaria y el apoyo que Municipalidad y Provincia.///