El Hogar Mitre de Lobería cumple este año medio siglo de existencia y su labor ha trascendido la localidad y es reconocido en toda la región.

Fundado en 1973 por la Asociación General Mitre, siempre tuvo como objetivo brindar atención y abrigo a los niños de la comunidad.

La actual directora del hogar es Gilda Reyes, quien se hizo cargo de la administración en abril pasado. “Es todo un desafío para mí. Empecé a interiorizarme del funcionamiento del hogar en diciembre del año pasado. Lo conocía muy de afuera”, explicó. 

“Cuando lo empecé a frecuentar me di cuenta de que el edificio es mucho más grande de lo que parece y rompí con algunos mitos que existen dentro de la localidad. Muchos creen que el Hogar Mitre es municipal y no es así”, señaló.

“Si bien recibe ayuda y algún subsidio de la Municipalidad, el hogar depende de una asociación civil”, precisó.

El establecimiento funciona de 8 a 15.30 y atiende a unos 60 niños que reciben el desayuno, almuerzo y merienda. 

“Articulamos con otras instituciones, como el CEF 43. Allí realizan actividades deportivas”, dijo Gilda.

Y explicó que la institución surgió por iniciativa de un grupo de mujeres de Lobería que “querían hacer algo por los niños con más necesidades”.

Señaló que “la matrícula del hogar se redujo mucho desde que arrancaron las escuelas de doble jornada”.

“El verano llegamos a tener 140 chicos. Porque concurrieron todos los que durante el año no van porque van a escuelas de doble jornada”, dijo Gilda.

Labor comunitaria

Los fondos para poder sostener el hogar tienen varios orígenes. La asociación tiene un convenio con la Provincia de Buenos Aires por el que recibe becas como Unidad de Desarrollo Infantil (UDI). 

Reyes explicó que son muchas las donaciones que realiza la comunidad. “Hay gente que hace muchos años que dona cierta cantidad de dinero y otros que donan la carne o el pan”, dijo.

Por otra parte, la institución recibe siempre alguna ayuda del municipio, que incluso destina a algunos de sus empleados a colaborar en el hogar.
Todos estos recursos económicos y humanos permiten mantener en funcionamiento este emprendimiento que es único en su tipo en la ciudad.

“Si bien hay algunos merenderos en Lobería, ninguno hace tanto tiempo que hace este trabajo. En diciembre el hogar va a cumplir 50 años”, explicó Gilda.

En el hogar funcionan cuatro salas en la que se atienden a chicos de 1 a 12 años. Para ello la institución emplea a una decena de personas.

Además, el hogar desarrolla tareas interinstitucionales con la Casa de la Juventud y el Hogar de Ancianos Sor Teresa de Calcuta. 

Ahora la institución ya se prepara para los festejos del 50º aniversario, que será en diciembre próximo.///