Colectividad vasca celebró el Día de la Patria Vasca
Miembros del Centro Vasco se reunieron frente al retoño del roble de Guernica en la Plaza Rocha
En el Domingo de Pascua, integrantes de la colectividad vasca local se reunieron en un acto conmemorativo por el Berri Eguna, conocido como el Día de la Patria Vasca. El encuentro tuvo lugar junto al retoño del histórico roble de Gernika, ubicado en un punto significativo de la ciudad, símbolo de las libertades del pueblo vasco.
Cristina "Kiti" Zubillaga, presidenta del Centro Vasco y referente de la comunidad, explicó el valor simbólico y cultural de esta fecha: “Cada domingo de Pascua se conmemora el día de la patria vasca. Es un homenaje que realizamos en cada lugar del mundo donde haya un retoño del árbol de Gernika. Ese árbol es un símbolo de resistencia, de historia y de libertad para nuestro pueblo”.
Zubillaga destacó también que los vascos “somos un pueblo que ha luchado durante muchos años por su reconocimiento como nación. Tenemos idioma, bandera, tradiciones y una historia propia que nos diferencia de los pueblos que nos rodean. Aunque no tenemos estado, seguimos afirmando nuestra identidad”.
El roble de Gernika, cuya descendencia fue plantada en distintas ciudades del mundo como símbolo de unidad y continuidad, es considerado uno de los emblemas más importantes de la cultura vasca. Su presencia en espacios públicos de ciudades con fuerte presencia de migrantes vascos es una manera de mantener viva la memoria y el legado del Euskal Herria.

“Este retoño —indicó Zubillaga— es un hijito de aquel árbol de Gernika, que sobrevivió incluso al bombardeo que sufrió la ciudad. Allí donde hay una casa vasca, donde hay una comunidad que se identifica con sus raíces, hay un retoño que representa esa conexión con nuestra tierra. Venir aquí es para nosotros venir a un pedacito de Euskal Herria en el mundo”.
El acto se realizó contó con la presencia de autoridades del Centro Vasco y miembros de la comunidad. Como ocurre en muchos otros puntos del país y del mundo, la ceremonia fue una oportunidad para reafirmar el vínculo con la cultura de origen, transmitir la memoria a las nuevas generaciones y recordar el valor de la resistencia identitaria a través del tiempo.
El Berri Eguna es, para la colectividad, mucho más que una fecha conmemorativa: representa un momento de unión y reafirmación de una historia común. En palabras de Zubillaga: “Es un homenaje, pero también es una forma de decir que seguimos aquí, con nuestras raíces vivas, como ese árbol que nos representa”.
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