“Con el parque como con el casino, hay que preguntar a la sociedad qué quiere”
Marcelo “Yuri” Quaglia propone hacer consultas a la ciudadanía sobre algunos temas. También destacó que “tenemos todo para ser La Ciudad”, pero advirtió que “todo pasa por planificar”
Julieta Moreno
Redacción
“Con el parque como con el casino, hay que preguntar a la sociedad qué quiere”, expresó Marcelo “Yuri” Quaglia, y propuso hacer consultas a la ciudadanía sobre los temas claves. Además, insistió en la importancia de planificar el desarrollo y avanzar hacia un acuerdo entre todos los sectores políticos para establecer las prioridades del distrito.
Marcelo “Yuri” Quaglia nació en Necochea. De chico, siempre le gustaron los deportes y mientras iba a la escuela entrenaba tenis y, años después, natación en aguas abiertas. Cursó sus estudios en el Instituto Humboldt y luego se instaló en La Plata para estudiar Farmacia y aprovechó ese tiempo para hacer también el curso de guardavidas. Sin embargo, al año se dio cuenta de que no quería ser farmacéutico y se fue a vivir a Rosario, donde cursó la carrera en Educación Física. Tras recibirse de profesor y, ya con el título de guardavidas, regresó a nuestra ciudad donde empezó de lleno a trabajar en la docencia.
Trabajó como profesor en distintos clubes, colonias y en el gimnasio Atenas, que era propiedad de su hermana, Laura. También se desempeñó como guardavidas municipal en la playa durante 9 años y fue profesor por más de 30 años en el Instituto de Formación Docente Nº 31. En 1990 abrió, junto con su hermana, su propio gimnasio, Palestra, y dos años después le sumó la pileta. Durante sus más de 30 años de profesión, ha formado miles de alumnos, fue entrenador de Eduardo Otero y del seleccionado nacional de natación en dos Juegos Olímpicos (Sidney 2000 y Atenas 2004) y participó de varios campeonatos mundiales en varios lugares del mundo. Además, organiza desde hace más de 30 años las carreras de natación “Alfredo Marcenac” y “Homenaje Eduardo Otero”. Actualmente, continúa al frente del gimnasio, dando clases y nadando porque es su pasión. “Encontré mi lugar en el mundo e hice más cosas de las que podía soñar”, resumió.
En diálogo con Ecos Diarios, dio su punto de vista. Lamentó el estado de los accesos a la ciudad y de la terminal de ómnibus y mencionó la necesidad de seguir gestionando la planta de efluentes cloacales. Opinó sobre el parque, el casino, los balnearios y consideró que los necochenses nos tenemos que involucrar más.
-¿Cómo ves la ciudad?
-La veo un poco mejor, a lo que han sido otras gestiones, pero creo que hay que trabajar en las entradas a la ciudad y en la terminal de ómnibus. Uno entra a cualquier ciudad del país y te das cuenta adónde llegás. Acá uno llega a Quequén y hay poca luz, hay pozos, no está señalizado. Creo que tendría que haber un compromiso grande de todos los políticos en ponerse de acuerdo en relación a las entradas de la ciudad. Lo mismo con la Terminal, que me da lástima como está; de noche parece la casa del terror.
-Decís que hay que hacer un acuerdo en algunos puntos para mejorar la ciudad…
- Sí, esos puntos deberían ser un compromiso del que le toque de gestionar. También el tema de la planta de tratamiento de los efluentes cloacales o el tema del agua en la ciudad que, a veces falta, aunque sé que se está trabajando. Pero estos temas no deberían ser negociables con ningún intendente. Nos tenemos que poner de acuerdo en qué entrada queremos para la ciudad, lo mismo con la terminal y ni hablar con la planta de efluentes y creo que la intendencia, esté quien esté, debería gestionarla.
Otro tema que me parece terrible es el casino. Habría que hacer algo.
-¿Qué harías? ¿Estarías de acuerdo con que se venda?
-Sí, que se haga algo. Me encantaría que se haga un plebiscito, una consulta entre los ciudadanos para saber qué quiere hacer el necochense con el casino. Quiere que se mejore, quiere hacer un hotel, poner varias opciones y que votemos. A partir de ahí, el que esté gobernando que ponga la proa en eso.
Lo que sí me parece una barbaridad es que no hayan puesto gigantografías para taparlo para que el turista que viene no vea esos escombros. Yo tuve la posibilidad de conocerlo en su apogeo. Me acuerdo cuando pusieron la piedra fundamental, ni hablar de la pileta del casino, de ir a patinar. Lo vi cuando se incendió, cuando se volvió a incendiar. Pero no se le cae una idea a nadie, a ninguno de nosotros, porque no estoy criticando a nadie en particular. Que siga funcionando ahí la sala del casino, me parece que es tétrico, muy triste. Y enfrente, tenemos lo que fue el Automóvil Club que no pasa nada.
-Y en ese caso, ¿crees que habría que tirarlo abajo y hacer un nuevo balneario?
-Hoy por hoy está contaminada la visual del mar. Que lo tiren y hagan algo más bajo, o un playón o que hagan una bajada pública. Pero hay que ser claros porque esto se contrapone con otras edificaciones que se están construyendo frente al mar, contaminando la visual. Por un lado, se habla de no contaminar la visual y, por otro, se construye sobre el mar balnearios o paradores.
También me gusta mucho el sector de la escollera, de Puerto Gardella y me parece que hay que potenciar toda la zona de médanos. No sé cómo, con un estudio ambiental, hacer como hay en otras ciudades, boliches bailables, hacer terrazas porque ese lugar es lindísimo.
-¿Qué postura tenés sobre el parque Miguel Lillo?
- Hay que hacer algo. Yo siempre lo usé un montón, quizás no tanto ahora. Tiene que haber algo más planificado porque está bárbaro el parque eólico, pero en 20 años va a estar cerca. Los campings y los clubes eran lejísimos y ahora no están tan lejos. Y la ciudad para el único lado que puede crecer es para ese.
Por eso creo que, de ahora en más, hay que planificar todas las acciones para que no estén guiadas por impulsos porque a veces pasa que hacemos y después no lo podemos mantener. Yo creo que algo hay que hacer, pero se tienen que poner todos de acuerdo.
Con el parque como con el casino, hay que preguntar a la sociedad qué quiere. ¿Queremos mantenerlo así? No lo podemos mantener como un bosque, tendrá que haber una parte de bosque, pero hay que parquizarla. Solamente con el camino sobre la avenida 10, se alargó el paseo, se iluminó y cambió para bien. Lo mismo pasó con el asfalto hasta la 117, donde están los caballos.
-¿Qué grado de responsabilidad tiene la ciudadanía y cuál las autoridades que han pasado en relación a cómo está la ciudad?
- Yo creo que los necochenses no nos involucramos demasiado y cuando nos involucramos es porque nos conviene: el parque porque lo uso, la pista ciclismo porque la utilizo, el asfalto porque es para mi barrio… Y esa es la participación del necochense.
Por otra parte, el necochense quiere estar de vacaciones cuatro o cinco meses. Nadie está tanto tiempo de vacaciones, pero el necochense quiere ir todos los días a la playa y entonces deja de nadar, deja los deportes y, como los chicos no van al colegio, tampoco los llevan a hacer deportes. Se paraliza la ciudad con la playa. Yo creo que es un defecto que tenemos.
Somos una sociedad que tiene mar, río, es agrícolo-ganadera, puerto. Tenemos todo para ser La Ciudad. Obviamente la ruta 11 hizo que crecieran otros balnearios, pero creo que también falta una política fuerte de turismo, de deporte… Creo que todo pasa por planificar. Si tenemos un proyecto a largo plazo con el casino, la terminal, las universidades, para hacer algo con el Jardín de Rocas… Hay que preguntarle a la gente qué es lo que quiere.
-¿Qué opinión tenés sobre el gobierno de Arturo Rojas?
-Yo lo veo bien. A mí me tocó muy de cerca con el tema de la pandemia y se manejaron con buen criterio. Veo la ciudad más ordenada, los sueldos están pagos, los proveedores están pagos. Por eso, ganó bien en la segunda intendencia. Creo que ha hecho cosas bien, pero hay un montón de cosas para mejorar. Hay cosas que son primarias.
-¿Cómo ves el futuro?
-No lo sé. Se necesita un cambio que va a llevar tiempo. Tenemos que armar un proyecto, planificando las distintas etapas. Hay muchos temas de los que se vienen hablando hace muchos años, la Terminal, el casino, el parque, la planta de efluentes, pero no se concretan. Qué le pregunten al ciudadano qué quiere para establecer las prioridades y que se pongan de acuerdo los partidos políticos y arranquemos.
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