“Con la reflexología y los masajes me olvido del mundo, me apasiona”
Inquieta. Mariana Caravá trabajó en diversos rubros, se capacitó en la disciplina, y disfruta del running
Por María Cecilia Gotta
Redacción
Mariana Caravá se describe como una persona inquieta, activa, y en un momento de su vida comenzó a estudiar reflexología y masajes, y descubrió un mundo apasionante, “con la reflexología y los masajes me olvido del mundo, me apasiona”, destacó.
Cuando comenzó, su maestra fue María Emilia Ariza, de quien tiene gratos recuerdos ya que “me enseñó todos sus conocimientos”. “Cuando hago masajes me desconecto, es un cable a tierra, y aplico todo lo que se en una sesión, es decir, reflexología, masajes corporal descontracturante, digitopuntura, piedras, es algo que me fascina y por suerte lo pude hacer gracias al apoyo de mi esposo y la familia”, destacó.
Asimismo, el running es otra de sus pasiones, aunque sus inicios fueron a partir de una difícil situación familiar.
“Cuando mi papá estaba mal de salud, lo traje a Necochea y el cuidado era complicado, la relación era tensa, y la psicóloga me recomendó hacer una actividad para desconectarme y asi fue que empecé a correr”, dijo.
El hecho de salir a correr, hacerse de amigos y liberar tensiones, fue muy gratificante para Mariana. “Empecé de a poco y me fue entusiasmando cada vez más, aunque de chica en el colegio nunca me gustó correr”, indicó.
Hoy por hoy, disfruta de sus tiempos, busca carreras para participar y siempre tarta de participar en alguna. “Lo lindo de esos eventos es que uno disfruta poder compartir con otras personas, tengo un grupo muy lindo, donde lo pasamos genial, para mi es fabuloso”, resaltó.
Recuerdos
Mariana tiene los mejores recuerdos de Quequén, cuando se instaló junto a su madre y su hermana en 1991. Cuando sus padres se separaron, su vida cambió radicalmente, ya que su madre decidió radicarse en esta localidad donde tenía su familia.
Hoy, al mirar hacia atrás, considera que fue una muy buena decisión, ya que vivió una linda juventud en este lugar, lejos de los peligros de Buenos Aires.
“Cumplí los 15 años y mis padres se separan y fue un cambio duro. Mi mamá tuvo que armarse desde cero. En aquel entonces, fue un choque pero hoy lo puedo ver desde otro lado y digo que bueno que nos vinimos a vivir acá porque podíamos andar solas, con mucha libertad”, señaló.
Su camino por el campo laboral comenzó en 1994, ya que la posibilidad de estudiar quedó tunco y se lanzó de lleno a buscar empleo. “Empecé a trabajar en una heladería en temporada fue mi primer trabajo, luego estuve en una estación de servicio en 42 y 59, después estuve en otra estación de servicio en 59 y 70, en un local de ropa y en una farmacia, porque siempre me gustaron los trabajos dinámicos”, detalló.
Con el tiempo, se fue adaptando y buscó su lugar, hasta que pudo ingresar en la farmacia de la Sociedad Española, donde trabaja desde hace 20 años.
“Soy una persona que no me quedo quieta y la farmacia es un trabajo activo, de mucho movimiento, donde hay que tener paciencia con el público, ya que luego de la pandemia la gente está menos tolerante, tiene menos paciencia, pero es algo que sucede en todos los trabajos con trato directo con el público”.
Tal como se describe, estar en “acción” es algo que disfruta mucho y desde hace diez años aproximadamente se sumó al equipo que prepara la fiesta de colectividades y representan a la Sociedad Española.
“Los empleados somos los que preparamos todo, hacemos los trabajos previos, cocinamos, planificamos para esta fecha que es una fiesta y tenemos un muy buen equipo”, dijo, además, resaltó que la Sociedad Española les brinda sus instalaciones para cocinar. “Me gusta mucho, es una semana de locos pero tenemos todo a disposición, nos prestan todo para poder hacerlo, es muy lindo”, dijo.
Al mismo tiempo reconoció que la feria de colectividades tiene un ritmo intenso pero ya están acostumbrados después de tantos años. “Es una fiesta que se espera y que la gente concurre y disfruta. Poder permanecer es muy lindo y cuando termina disfrutamos ver el trabajo realizado”, afirmó.
Al momento de mirar hacia atrás y ver el camino recorrido, Mariana aseguró que no tiene metas pendiente y es feliz con su presente. “Mis hijos tiene salud, son felices con los que hace, no me puedo quejar de nada. Puedo hacer lo que me gusta y estoy muy cómoda donde trabajo”, finalizó. ///