Con muchos sueños, pero frenados por las circunstancias
La Asociación Civil El Colgante sigue trabajando para llevar adelante los proyectos que fueron frustrados por la pandemia
El Colgante es una de las entidades más pujantes vinculadas al fútbol amateur. Tras un año frenados por la pandemia, en 2021 había muchos sueños y ganas de retomar la actividad para seguir creciendo.
Sin embargo, la situación se ha complicado para la entidad que este año pretendía avanzar en la construcción de su cancha en la quinta ubicada en la calle 588 y 589.
No sólo debió afrontar problemas económicos, también algunas cuestiones vecinales le han impedido desarrollar con normalidad su actividad. Muestra de ello es que este fin de semana, en que se reanudará el torneo de la Liga Independiente de Fútbol Amateur, su campo de juego no podrá jugarse allí ningún partido.
Esta situación ha desanimado a los miembros de que la entidad que desde hace años trabajan soñando en grande. En la actualidad es una de las instituciones de la LIFA que cuenta con personería jurídica.
En septiembre de 2019 Asociación Civil El Colgante Necochea Quequén logró el reconocimiento institucional. La entidad había surgido años antes impulsada por la pasión por el fútbol.
El Colgante se formó originalmente para dar continuidad al proyecto de fútbol infantil del Sindicato de Aceiteros.
A partir de allí la institución la entidad presentó un proyecto para construir un predio deportivo en un campo de cuatro hectáreas ubicado en la ribera del río en el que en la actualidad sólo hay basura y hasta vehículos abandonados.
“El proyecto era limpiar, nivelar y construir una cancha y parrillas, algo que pudiera ser utilizado por toda la comunidad”, señaló Pedro Barrientos, uno de los miembros de la comisión directiva.
El presidente de la asociación es su padre Angel Barrientos, un hombre de 80 años que sigue trabajando incansablemente para mantener la entidad en marcha.
Ponerse en movimiento
“La pandemia nos complicó con el fútbol infantil. Teníamos 40 chicos y debido a todos los inconvenientes que surgieron muchos de ellos se fueron a otras instituciones”, señaló Pedro Barrientos.
La ubicación de la cancha en la zona de quintas, además de la falta de una sede propia fueron algunos de los factores que complicaron durante 2020 y 2021 a la entidad.
El año de inactividad también afectó al equipo de fútbol femenino, que fue absorbido por otro club.
Sin embargo, los inconvenientes nunca han frenado a este grupo de apasionados por el fútbol.
Hace dos años, en otra entrevista, Pedro Barrientos afirmaba: “No queremos hacer lo que hacen los clubes grandes, que es cobrarle una cuota social a los chicos. Queremos que todo esto salga de nosotros, del esfuerzo, del trabajo, como lo venimos haciendo hasta ahora”.
La imposibilidad de poder utilizar su cancha en el reinicio del torneo de la LIFA, empujó a los miembros de la institución a buscar otro lugar para jugar y a pensar en reflotar el proyecto de un predio a orillas del río, más cerca del Puente Colgante, que da nombre a la entidad.///