Controversias en torno al 911
El reciente paso por Necochea del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, dejó la certeza de que las llamadas de urgencia al 911 se continuarán recibiendo en Mar del Plata.
Aunque amparadas en la política que ha encarado el gobierno de la Provincia las razones para que el sistema no se vuelva a operar en nuestra ciudad, sonaron contradictorias al malestar que se ha generado en buena parte de la población local del servicio que se centralizó en Mar del Plata.
Desde que el área provincial de Seguridad decidió levantar de Necochea la atención de las llamadas de emergencia ante sucesos policiales, se han multiplicado las quejas de los usuarios de nuestra ciudad, que hacen foco en la dificultad que tienen para que los operadores de Mar del Plata les entiendan a qué lugar se debe enviar el recurso policial.
El desconocimiento de calles, avenidas y lugares de Necochea por parte de quienes atienden las llamadas así como el nerviosismo de quien llama ante una situación de urgencia, como haber sido víctima de un robo o ataque, son el caldo de cultivo para que la comunicación se torne desprolija y confusa para un interlocutor que se encuentra cumpliendo con su rutina en el lugar de trabajo.
Otra crítica frecuente al “servicio 911” es que, ante la falta de agilidad en la denuncia y la respuesta a la misma, suele producirse una tardanza de hasta más de 20 minutos en la llegada del móvil policial al sitio en el que se halla la víctima o en el que se produjo el hecho, lo que obviamente facilita la huida de quienes han cometido un delito.
Sobre este punto, encargados del 911 en Mar del Plata han dejado en claro que el proceso en cuanto a tiempo es el mismo que cuando la atención era en la sede de la Policía Departamental de nuestro medio. El protocolo se cumple en forma inmediata entre centro de atención en Mar del Plata y de despacho ubicado en Necochea, y la tardanza del arribo del móvil policial al lugar del hecho “no tiene que ver con nuestros operadores”, afirman, transfiriendo la culpabilidad de la demora a los uniformados en servicio de calle.
La preocupación del vecindario expuesta a Ritondo y las posteriores explicaciones del funcionario provincial no colmaron las expectativas.
A horas de concluir la visita del ministro de Seguridad, el Concejo Deliberante aprobó una resolución para que el servicio vuelva a operarse nuevamente en nuestra ciudad. Esta expresión de deseos es contrastante y hasta insólita, vistos los dichos de Ritondo horas antes.
Los argumentos esgrimidos para no descentralizar el servicio se sustenta que en otros lugares del mundo, como Estados Unidos, las llamadas se centralizan en no más de tres ciudades cabeceras, que en el caso de la provincia son Mar del Plata, La Plata y Campana.
El ministro aseguró que “cuando asumimos sólo el 40% de la población bonaerense tenía acceso al 911 y en la actualidad alcanza al 94%”.
Más allá del beneplácito y optimismo del funcionario a cargo de la Seguridad, la disconformidad en cuanto a la rapidez y capacidad de respuesta ante un llamado se manifiesta con frecuencia, no sólo por parte de los usuarios de Necochea, sino de otras localidades del amplio abanico que debe remitirse a la central de Mar del Plata. Al respecto se ha indicado que la misma recibe no menos de 15.000 llamadas diarias.
Debido a ello, muchas veces se producen demoras y malos entendidos que impiden una rápida respuesta policial y con ello corren riesgos innecesarios las personas y sus bienes. Es por eso que los reclamos que deberían ser atendidos, para que el damnificado no se sienta tan vulnerado.///