Controversias. Tras un violento episodio
En un boliche. Los propietarios del local acusan que las dos mujeres que denunciaron una agresión, buscan “notoriedad”. Del otro lado aducen que les pegaron “por ser lesbianas”
“Creemos que buscaban notoriedad y actuaron con una llamativa violencia”
Los propietarios del boliche nocturno en el que se produjo un resonante incidente con una pareja, dieron su versión de los hechos
Sin ocultar su consternación por la resonancia mediática que alcanzó un hecho “en que fue agredido uno de nuestros empleados”, los propietarios del boliche de calle 85, entre 6 y 8, dieron su versión del incidente ocurrido el pasado domingo en el lugar, que involucró a una chica trans, su pareja y uno de los cuidadores del comercio.
Ariel Ruiz y Fernando Calzada, titulares del local de esparcimiento nocturno Ufa-Don Rammon, indicaron que “tenemos todo el episodio filmado. Hay varios testigos de cómo ocurrió, quienes acompañaron nuestra denuncia en Fiscalía; y ya quedó descartado como un caso de violencia de género, como se lo quiere calificar del otro lado”.
Asimismo no ocultaron su malestar, al decir que “ningún funcionario provincial nos contactó para consultarnos qué había sucedido”, mostrándose sorprendidos por las expresiones que vertiera a través de las redes sociales la propia ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, quien se mostró netamente a favor de las ocasionales clientas del boliche que se vieron involucradas en el episodio.
“Creemos que buscaban notoriedad y llevaron adelante una llamativa campaña mediática, como la violencia que expresaron el domingo”, contaron Calzada y Ruiz.
Violencia y herido
Ariel Ruiz, quien al momento de suceder el hecho no estaba en el lugar, al que arribó 40 minutos después, explicó que “el incidente sucedió en Don Rammon, que funciona en la planta alta y cuando hay mucha gente, como ocurrió esa noche, disponemos que el baño de arriba sea para damas y el de Ufa, abajo, para hombres”.
Luego acotó que “las chicas estaban arriba y al ir una hacia el baño, un integrante del personal de seguridad nuestro la confundió con un hombre y de buena manera le indicó que debía ir al de abajo. Sin embargo, ella le indicó que era mujer, ante lo cual nuestro empleado le habilitó el paso y le pidió disculpas. Sin embargo la chica le empezó a gritar y provocar, aduciendo que le estaba haciendo violencia de género. A los 40 segundos salió pateando la puerta del sanitario y en un estado emocional grande se burló del cuidador y le lanzó una trompada sin más, partiéndole el labio; todo con testigos al lado, para luego aplicarle dos golpes más”.
Ruiz admitió que ante la situación su empleado empujó “para defenderse” a la agresora e “inmediatamente se sumó la otra chica, enfrentándolo las dos con una ferocidad y saña llamativa. Ante ello él las empujo y una cayó al suelo, intentando algunos testigos separarlos. Luego llegaron dos cuidadores más y las sacaron del boliche a la calle, en medio de improperios de ellas y golpes a las puertas. Incluso a una de las dos se le permitió entrara buscar sus pertenencias. Posteriormente fuimos a buscar a la Policía, que vino enseguida…”.
Ruiz dijo haberse entrevistado en la calle con las mujeres al llegar al boliche, quienes “me presentaron sus quejas, contestándole que tras mirar lo que habían filmado las cámaras tomaría las medidas que fuesen necesarias…”
“Sin saber lo que había pasado, pues aún no había visto los videos, les pedí disculpas, que se tranquilizaran y que si querían hacer la denuncia que las acompañábamos. Incluso la chica más violenta reconoció que se había sobrepasado”, puntualizó Ruiz.
El comerciante explicó que al día siguiente acudió a la Comisaría de la Mujer, para poner todo el maltrato fílmico a disposición. “Luego la instructora judicial Romina Perrone dispuso que no se trataba de un caso de violencia de género y la causa cambió de carátula, a la de lesiones leves, pasando a la órbita de la Fiscalía Nº 3.
Los propietarios del boliche revelaron que radicaron una denuncia en la Comisaría Tercera en carácter de damnificados “y con testigos, entre ellos mujeres”, y posteriormente acudieron al fiscal actuante aportando el listado del personal de seguridad, la filmación y copia de la denuncia.
Informar a funcionarios
Si bien se mostraron interesados en “no seguir sumando leña al fuego”, los comerciantes se sienten preocupados “porque nos quieren destrozar por las redes sociales”.
Asimismo dieron cuenta que buscarán contactarse con la autoridad de Género del municipio y con la ministra Díaz, para ”ponerlas al tanto de nuestra posición y entregarles la copia de los videos, con imágenes que muestran cómo fue todo realmente”.
En el final, Ruiz apuntó que “en los casi 20 años que llevamos adelante este emprendimiento, jamás nos había ocurrido algo así y es de esperar que no se repita. La gente nos conoce, sabe cómo trabajamos y tratamos a la gente, pero a su vez esto nos queda como una triste enseñanza…”.
“Nos pegaron con dureza por el hecho de ser lesbianas”
Contaron las mujeres, que aducen haber recibido un “fuerte castigo” en el local
“Vamos a ir hasta las últimas consecuencias”, expresaron ayer a Ecos Diarios las dos mujeres protagonistas del violento incidente de noches atrás en Ufa-Don Rammon, resaltando que “nos pegaron con dureza por el hecho de ser lesbianas…”
Las mismas solicitaron a Ecos Diarios no dar a conocer sus nombres y mucho menos dejarse fotografiar, argumentando “tener miedo”.
“Tuvimos que vivir una situación bastante desagradable y violenta, comenzaron diciendo, para agregar que “por lo que nos han contado no fue un episodio aislado, sino que es algo que se viene repitiendo en la comunidad de Necochea. Ahora estamos tratando de visibilizar esto y hacernos escuchar”.
Al profundizar sobre lo ocurrido, comentaron que una de ellas acudió en un momento al baño, indicándole un cuidador que debía ir al de hombres. Ante eso una de ellas citó que “mi compañera le dijo que no era nombre y que no le diera identidad de género”.
Distinta versión
Contradiciendo lo que se aduce desde el lado del comercio, la narradora del hecho expresó que el personal “le pegó una piña (sic) en forma inmediata a mi compañera. Me interpuse, intenté defenderla al grito de no le pegues que es una piba, pero nos tiró al piso y continuó con las agresiones verbales y riéndose en nuestras caras…”
Luego narraron que una de ellas fue tomada del cuello “y la bajaron así, casi ahorcándola hacia abajo y la tiraron literalmente a la calle. Enseguida pedí ayuda al personal, pero nadie nos respondió ni ofreció nada”.
Las mujeres adujeron que poseen una filmación del violento hecho, en la cual fueron calificadas de “tortilleras de mierda” y amenazadas “de muerte” y que “las vamos a ir a buscar…”
Identificados
A diferencia de la versión de los dueños del local manifestaron que “tuvimos que llamar a la Policía, para que nos devolvieran nuestras pertenencias”.
Reconocieron haber llamado al 144, que atiende los casos de violencia de género y haber dialogado con Ariel Ruiz, “que se presentó como dueño del lugar, pero al parecer no lo es…” y enfatizaron que ”la gente del boliche, ni la Policía, quiso hacer bajar e identificar al agresor principal, que para nosotros era gigante. Los tenemos filmados desde afuera burlándose de nosotras”.
Las protagonistas que “ya tenemos identificados a todos, en especial a los patovicas que nos agredieron con total impunidad” y sostuvieron que ambas están “doloridas y con moretones en el cuerpo”, producto de la ”agresión recibida”.
“Nos pegaron con dureza, básicamente por ser lesbianas y somos conscientes que seguimos viviendo en una sociedad patriarcal”, acusaron.
Dieron cuenta que en los últimos días fueron contactadas por funcionarios de la Municipalidad, la Nación y la Provincia, ediles y entidades. “Y cuando regresemos a Buenos Aires (lugar en el que residen) acudiremos al Inadi, con los videos y fotos de lo acontecido”.
En el aspecto positivo rescataron “el acompañamiento que estamos recibiendo de mucha gente”, y en el final del diálogo resaltaron que “seguiremos viniendo a Necochea, como sucede desde hace muchos años, porque nos atrae mucho la playa y otros sitios. Nos encanta…”