Crimen de Candela: la mamá se bajó de la acusación y criticó duro a los fiscales
Carola Labrador dice que los fiscales apuntan contra su familia para encubrir irregularidades de la investigación. Detrás, está la hipótesis de que a la nena la mandó a matar el narco "Mameluco" Villalva porque su padre lo delató a la policía.
Con una fuerte crítica a los fiscales que realizaron la investigación, Carola Labrador, la madre de Candela Sol Rodríguez, la niña asesinada en 2011, desistió hoy de integrar la querella en el juicio contra los presuntos autores intelectuales del hecho, entre ellos el conocido capo narco “Miguel Ángel ´Mameluco´Villalba.
“Los fiscales han militado y militan la causa de la sospecha sobre nuestra familia para encubrir su accionar negligente, plagado de irregularidades e ilegalidades durante todo el proceso”, acusó Labrador al bajarse de la querella que tenía junto a sus abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola.
Desde el comienzo de la causa, Labrador apuntó a la justicia. En un principio, cargó contra el fiscal Marcelo Tabolaro, a quien acusa de direccionar la investigación para culparla a ella y su familia por el crimen del que fue víctima su hija.
Tabolaro actuó en la primera causa por el crimen de Candela, en la que recibieron la pena de prisión perpetua Hugo Bermúdez y Leonardo Jara, los autores materiales del hecho.
Ahora se juzga la autoría intelectual. En la hipótesis de los fiscales Mario Ferrario y Marcelo Papapero, “Mameluco” Villalba ordenó el crimen de la niña porque su padre, Marcelo Rodríguez, porque lo delató a la justicia.
Carola ahora critica a Ferrareio y Papapero por sostener esa versión de los hechos. “Solo les interesa dirigir los golpes contra la familia, echando siempre el mismo manto de sospecha para de este modo distorsionar la realidad de los hechos”, señala la mujer.
Junto a “Mameluco” Villalba, están siendo juzgados el ex policía bonaerense Sergio Fabián Chazarreta, el informante de las fuerzas de seguridad Héctor Horacio “Topo” Moreira y el carpintero Néstor Ramón Altamirano, todos en calidad de “coautores”.
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