Crisis energética: el invierno tan temido
Los pronósticos desalentadores con respecto al abastecimiento de combustibles líquidos y gas natural se han cumplido
A fines de 2021 y comienzos del 2022 se encendieron las alarmas de los gerentes de abastecimiento de energía y consultores especializados en general, con respecto a un escenario de escasez de fuel oil y gas natural para el invierno 2022. Saturación de gasoductos, dispersión de los precios internacionales del WTI y los locales, sumados a un incremento de valores a nivel internacional de todos los energéticos, especialmente del gas natural, producto de la invasión de Rusia a Ucrania, formaron la tormenta perfecta que impacta de lleno en Argentina provocando falta de gasoil para movilizar vehículos, y en el caso de las industrias cuya materia prima principal es la energía, en cualquiera de sus tipos, tener que replantear todos sus esquemas de producción y presupuestos.
La cuenta era muy simple, ante un mismo escenario de producción de gas natural, con gasoductos saturados y un leve aumento de la producción industrial, indefectiblemente se iba a tener que recurrir a incrementar la importación de 50 a 70 barcos de GNL a lo largo del presente año, con márgenes más que insuficientes era vox populi que las refinadoras solo iban a abastecer el cupo fijado por la Secretaría de Energía, incrementando la necesidad de importar mayores cantidades de combustibles líquidos, tanto para cumplir con la demanda interna como para su utilización para generar energía eléctrica.
Según números de marzo que computan las empresas, el consumo de gasoil se ubica un 10% por encima que en 2019. En el caso de las naftas, la tendencia es similar. A diferencia de lo que sucede a nivel global, donde el consumo se retrajo por el fuerte aumento de los precios en el surtidor, en la Argentina los valores se mantuvieron congelados durante nueve meses y se descongeló en febrero. Desde entonces, aumentó 25% pero no parece haber tenido impacto en la demanda.
El gasoil se paga en Buenos Aires a raíz de 85 centavos de dólar por litro al cambio oficial. En Brasil cuesta 8 reales, unos 1,30 dólares. Y en Londres cotiza a 1,70 libras. YPF negocia con el Gobierno un sendero de precios que contribuya a contener la demanda, pero aún no existe un panorama claro al respecto, porque en el Poder Ejecutivo Nacional temen que la suba de los combustibles termine de recalentar la inflación, que se está acelerando por otros motivos.
Paradas técnicas
De la misma manera, el mercado de gas natural enfrentó esta semana un fenómeno que seguramente se repetirá con mayor intensidad durante el invierno. Como consecuencia de la parada programada de los yacimientos offshore de la cuenca Austral, el sistema operó hasta el miércoles con un 15% menos de gas del que se produce normalmente en el país.
Los campos que integran el bloque Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1), que en conjunto producen unos 18,5 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) del hidrocarburo y conforman una de las dos mayores áreas gasíferas de la Argentina (la otra es Fortín de Piedra de Tecpetrol), están paralizados desde el viernes pasado. Es por el mantenimiento preestablecido, y muchas veces suspendido por la autoridad energética para controlar el estado de todas las instalaciones del campo, desde las plantas de superficie hasta la integridad de los pozos.
Infinidad de industrias que se abastecen del gas producido en la cuenca Austral debieron frenar su funcionamiento por la falta del hidrocarburo. La restricción en el sistema no hizo más que acentuar la tendencia alcista que se registraba en el mercado spot del fluido, es decir, la comercialización de gas que se concreta de manera diaria por fuera de contratos de largo plazo. Empresas fabriles del norte del país venían pagando precios de entre 6 y 7 dólares por millón de BTU para contar con el producto en un escenario complicado por la declinación de Bolivia, que restringió su oferta del hidrocarburo hacia el país.
Pero desde entonces, esa ola de precios altos se contagió a la zona centro del país. Por eso, grandes usuarios de Buenos Aires llegaron a pagar más de USD 10 MBTU por el gas en el mercado spot, según indicaron a medios especializados como Econojournal fuentes industriales.
Menos oferta de Bolivia
“El mercado sabe que se viene un invierno con restricciones en la oferta. No sólo porque el precio del GNL está por las nubes, sino también porque Bolivia tiene problemas. La salida circunstancial de Vega Pléyade (uno de los yacimientos offshore que opera Total) no hizo más que hacer realidad una tendencia que ya existía”, dijeron en el sector.
Es que los contratos vigentes de gas para industrias -que por lo general van de mayo a abril de cada año- contemplan un precio de venta que, en promedio, oscila entre los 3,50 y 5 dólares em millón de BTU. Frente a eso, algunos traders locales (intermediarios entre las petroleras y los grandes clientes) optaron por interrumpir la entrega de gas estipulado por los contratos vigentes, costear las penalidades previstas en esos acuerdos comerciales y revender el gas en el mercado spot por encima de los 10 dólares.
“Es el precio de oportunidad que hay que pagar. Para algunas industrias, que no pueden parar sus procesos productivos, no queda otra que pagar ese importe”
En lo que a las cuentas nacionales se refiere, esta situación que como se insiste en esta columna, era prevista por todos los componentes de la cadena de valor de la energía, y cuya inacción está provocando más problemas a los que Argentina ya tiene, indudablemente impactará en las erogaciones del Tesoro Nacional tanto para la compra de Gas Natural Licuado como para la de fueloil y gasoil, en el mejor de los casos, o bien se tendrá que recurrir a cortes de suministro a industrias y comercios.
La situación no es fácil, desde las distintas cámaras que agrupan a Grandes Consumidores de Energía Eléctrica como de Gas Natural, han hecho llegar su preocupación a la Secretaría de Energía, sin haber recibido hasta el momento, alguna respuesta satisfactoria de cómo se van a solucionar los problemas, menos aún luego de las declaraciones de Gabriela Cerrutti, Porta Voz de Casa Rosada: “Estamos tomando todas las medidas necesarias para que no haya faltante de gas y para que los precios internacionales no impacten en la Argentina. La Argentina va a tener que importar este año menos gas que en los años anteriores porque tiene mayor provisión de gas y esto tiene que ver con el crecimiento que hemos tenido en los últimos años en cuanto a la explotación de gas de Vaca Muerta. Este año ya es auspicioso que vamos a tener que importar bastante menos que en los años anteriores”.
Las medidas se hacen esperar, hoy ya falta gas natural para abastecer a industrias y todas las cuentas indican que Argentina va a tener que importar más energía, y mucho más cara.
El invierno tan temido se adelantó.
Por Fernando Meiter – Especialista en Oil Gas and Utilities