El principal valor los recursos humanos
Pasar de ser empleado a tener responsabilidades en la toma de decisiones es uno de los principales desafíos de quienes han debido optar por el modelo cooperativo para asegurar su fuente laboral
En el siglo del individualismo, va en aumento el número de cooperativas, asociaciones y grupos de trabajo formados con el objetivo de llevar adelante proyectos que de otra manera no podrían realizarse.
Días atrás una nota publicada en Ecos Diarios indicaba que hay al menos 100 personas que integran tres cooperativas de trabajo que brindan sus servicios a la Municipalidad de Necochea.
Además de estos tres emprendimientos, en el distrito existe un buen número de cooperativas dedicadas a otros rubros, la mayoría de ellas surgidas por la necesidad de asegurar el trabajo a sus miembros, potenciar proyectos individuales, optimizar la comercialización o reflotar empresas en crisis.
Una de ellas es Engraucoop, una cooperativa creada por los empleados de una procesadora de pescado de origen que quebró. Los empleados de la fábrica ubicada sobre la calle 517, en Quequén, se encontraron de pronto solos, con todo el conocimiento para continuar adelante con el trabajo.
“Fui difícil la transición, el tiempo que quedamos solos sin sueldos. Pero a raíz de todo eso, aprendimos mucho”, afirmó Analía Morino, una de las integrantes de esta cooperativa.
Asegura que el cambio de ser empleado a cooperativistas “no fue tan difícil”.
En su caso, explicó, “yo era delegada en ese momento y sabía mucho del funcionamiento de la empresa, porque hacía 30 años que estaba ahí adentro en relación de dependencia”.
“Todos estábamos en una situación parecida. Teníamos conocimiento de todo el trabajo”, agregó. “Nos quedamos con una administrativa y una chica de control de calidad”
“Si bien no sabíamos lo que era una cooperativa, porque siempre estuvimos en relación de dependencia, estábamos preparadas”, afirmó Analía que se refiere a sus compañeros de la cooperativa en femenino porque la mayoría de las integrantes son mujeres.
En la actualidad Engraucoop está integrada por 17 cooperativistas, de los cuales sólo cuatro son varones. Pero además de los integrantes de fundadores de esta cooperativa, otras 80 personas trabajan en la procesadora, lo que significan 80 familias más. “En temporada son un poco más”, aseguró.
Las dificultades iniciales se fueron limando con cursos y capacitaciones que les permitieron comprender el cooperativismo, “que es distinto a estar en relación de dependencia”.
“No fue tan difícil el cambio. Fue difícil para algunas compañeras porque habían pasado toda una vida bajo relación de dependencia y acá tenemos que tomar decisiones todas”, afirmó.
E indicó que las decisiones importantes “se toman en asamblea”.
Una experiencia diferente
Si bien no es una cooperativa, la asociación civil Feria de Emprendedores tiene algunos rasgos que la identifican con este tipo de emprendimiento.
“Somos una especie de híbrido entre una asociación y una cooperativa”, dijo Federico Blanco, quien coordina a esta agrupación de emprendedores.
En su caso, explicó, “fue la salida que tuve para poder sustentar los dos emprendimientos que tengo. Sería imposible alquilar un local solo y poner a la venta al público los productos que realizo”.
“Ante esa imposibilidad lo que se me ocurrió fue buscar a otras personas que estén en la misma situación que yo”, indicó.
Federico, que es de Mar del Plata, había organizado en esa ciudad un grupo de teatro que funcionaba de la misma forma que en la actualidad trabaja la agrupación de emprendedores.
Al igual que lo haría una cooperativa, en la feria las decisiones se toman en reuniones o asamblea mediante la votación de todos los emprendedores.
Valor agregado
El modelo cooperativo fue el elegido por un grupo de productores de cerdo de Juan N. Fernández para agregar valor en origen a su producción.
Mirando al futuro se dedica a la elaboración de productos de cerdo que comienzan a tener presencia en ferias de nuestra ciudad y que este fin de semana estarán presentes en AgroCrece.
Dimas Castellucci, promotor y asesor del grupo que integró Mirando al futuro, dijo que el camino de la cooperativa ha sido complejo por los vaivenes económicos registrados en el país sin embargo el trabajo en conjunto ha sido fundamental.
“La cría de cerdos no es una actividad típica de esta zona. Si hoy no estuviéramos integrados, no quedaría ninguno de nuestros criaderos de cerdos”, explicó.
Castellucci, que trabaja desde hace años para Cambio Rural, tuvo a cargo el asesoramiento para llevar adelante los proyectos de cría de cerdo y ahora coordina esta cooperativa.
“El modelo cooperativista es complejo porque vivimos en una sociedad muy individualista, pero los integrantes de la cooperativa han tenido ejercicio en trabajar muchos años en Cambio Rural”, dijo. “Ellos mismos se convocaron”.
“Fue un ejercicio que ellos venían haciendo durante mucho tiempo”, indicó Castellucci. “Hemos logrado hacer más de 30 productos diferentes, de muy alta calidad.
“Me siento muy feliz por lo que hemos logrado. Lamentablemente nos ha tocado vivir un momento muy difícil, que no nos ha permitido crecer lo que hubiésemos querido”, señaló.
Uno de dos
De acuerdo al último censo que elaboró el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) hay 28 millones de argentinos asociados a una mutual o cooperativa, lo que significa que una de cada dos personas en el país forma parte del sector.
Semanas atrás, el presidente de Confederación Argentina de Mutualidades, Alejandro Russo, afirmó que “tanto el sector mutual como el cooperativo aportan 300 mil puestos de trabajo en forma directa, sin contabilizar la mano de obra indirecta vinculada con comercios y empresas que trabajan con cooperativas, es un aporte sumamente importante”.
Además, destacó que en todo el país las cooperativas hacen provisión de servicios de energía eléctrica, agua, de salud, turismo, cultura, agropecuarios, de trabajo: “Cubrimos una gama sumamente importante de la economía regular”.
El cooperativismo en Argentina -traído de la mano de los inmigrantes europeos de mediados de siglo XIX ávidos de soluciones a sus múltiples necesidades y escasos recursos- se gesta en la misma época en que nuestro país comienza a constituirse como Nación una vez calmados los tiempos de luchas internas y ensamblamiento territorial. El movimiento cooperativo nace independiente del Estado, sostenido por sus asociados y por el Partido Socialista y otras corrientes de izquierda[1] que impulsaron la creación de innumerables cooperativas de consumo, de vivienda y de trabajo desde finales del siglo XIX y principios del XX.
Los últimos números
En junio pasado el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) presentó los datos nacionales actualizados acerca de cooperativas y mutuales.
Del informe se desprende que las cooperativas generan 392.000 millones de pesos y las mutuales 103.264 millones de pesos a diciembre de 2018.
Por otro lado, también se expresó que el total de puestos de trabajo es de 227. 086, en relación de dependencia para el personal mutual 33.326 y personal cooperativas 78.032. En tanto que el total de trabajadores asociados a cooperativas de trabajo es de 115.728.
Del informe también se desprende que la cantidad de asociados total a cooperativas la cuenta final da 17.818. 197, y a mutuales 10.129. 547 en todo el país.