Cuarentena dura. Quejas y largas filas
Los trabajadores esenciales del Área Metropolitana podrán tramitar hasta hoy el nuevo permiso de circulación.
El aislamiento social obligatorio que mañana iniciará una fase más estricta en el área metropolitana empezó a delinearse ayer, a partir de su publicación en el Boletín Oficial, con controles más rígidos en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y el foco del Gobierno puesto en llevar ayuda a los más vulnerables y a los sectores medios durante la pandemia.
Mientras las autoridades del AMBA ponen a prueba por quince días una nueva estrategia de control más severo para contener la circulación comunitaria de la Covid-19, el gobierno nacional sigue trabajando en un plan para la pospandemia.
De hecho, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, insistió ayer en la necesidad de lograr un “gran consenso de todos los sectores sociales y políticos” hacia la instrumentación de un “ingreso universal de base” como “política de Estado” para poner paliativos a las consecuencias que dejará la pandemia.
La idea -detalló el ministro- pasa por “reconvertir los planes actuales en un ingreso de base de carácter universal”, algo que incluso “se está discutiendo en todo el mundo”.
El secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, confirmó que fueron sumadas las fuerzas federales a los operativos de control de los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y remarcó que desde mañana serán “retenidos” los vehículos de “los conductores que no posean el permiso para circular”.
La Policía de la Ciudad tendrá a su cargo el “control más intensivo” dentro de los márgenes de Capital, al igual que la fuerza bonaerense en los municipios del Conurbano.
En el caso de los ferrocarriles, habrá tres tipos de controles: en las cabeceras, en la llegada y salida; en los vagones, sobre el distanciamiento, y en las estaciones del Conurbano de mayor presencia de gente.