Cuatro décadas de un sueño que sólo duró 14 años
Desde 1921 se anhelaba la creación de una escuela naval en el distrito. En octubre de 1980 se puso en marcha el Liceo “Carlos María Moyano”
“Comenzó a funcionar en la ribera del Río Quequén, el Liceo Naval ‘Carlos María Moyano’, estableciéndose de esa manera un hito especial”. El texto fue publicado hace 40 años, el 2 de octubre de 1980.
El día anterior, el director del liceo, el capitán de navío Osvaldo Casal, explicó que a pesar de que el establecimiento educativo se encontraba en plena etapa de construcción, se había decidido adelantar “un grupo de oficiales y personal” para comenzar con las tareas administrativas y las inscripciones.
De esa manera, comenzaba a hacerse realidad un sueño que había empezado a forjarse en 1921, cuando un grupo de vecinos había pedido al gobierno nacional la instalación en la ciudad de una escuela naval.
“Es mucho lo que falta por hacer, pero también son muchas las ganas de que se haga, no solamente de las autoridades del Liceo, sino de la gente de Necochea, del municipio y de las mismas empresas que están trabajando allí”, señala la crónica citada.
En pleno verano
Pasaron cuatro meses y finalmente, el lunes 9 de febrero de 1981, se inauguró el Liceo Naval Militar “Carlos María Moyano”.
“Un sol magnífico, rutilante, enmarcó en adecuada forma la ceremonia de inauguración del Liceo Naval Militar ‘Carlos María Moyano’ de Necochea. La presencia de altas autoridades nacionales, provinciales y municipales, de los padres de alumnos y numeroso público que se agrupó en el acceso principal del establecimiento confiriendo al acto un tuno de emotividad que se acrecentó por momentos, en especial cuando se disparó una salva de cañonazos mientras se izaba la enseña nacional en el mástil marinero del liceo”, señaló la crónica publicada al día siguiente en Ecos Diarios.
Según la nota, “la amplia plaza de armas del Liceo Naval fue el escenario donde se desarrollaron los actos programados con motivo de su inauguración oficial. Presidió la ceremonia el almirante Armando Lambruschini, comandante en jefe de la Armada”.
“Acompañado por el gobernador de la Provincia, general de brigada (RE) Ibérico Manuel Saint Jean y el intendente municipal Alberto Percario, el almirante Lambruschini se trasladó al palco oficial”, indicó el artículo.
“Se hallaban formados en la plaza de armas efectivos de la región naval Mar del Plata, cadetes de la Escuela Naval Militar embarcados en la Fragata Libertad, gavieros de la misma nave, la Banda de Música de la Escuela de Suboficiales de la Infantería de Marina de Mar del Plata y los 90 cadetes que iniciaban el ciclo secundario en el Liceo”, precisó.
La misión
El 27 de junio de 1980, durante un acto desarrollado en la Ciudad de Buenos Aires, el comandante de la Armada, almirante Armando Lambruschini y el gobernador bonaerense de facto, general Ibérico Saint Jean, firmaban el convenio para la puesta en marcha en nuestra ciudad del Liceo Naval Militar.
La ceremonia se realizó en el edificio Libertad, sede del Comando en Jefe de la Armada Argentina y contó con la presencia del intendente Alberto Percario e integrantes de la Misión Necochea, además de autoridades militares.
Meses más tarde, comenzó a funcionar el establecimiento, aunque los alumnos llegaron recién al año siguiente. Según la edición de Ecos Diarios del 2 de octubre de 1980, este hecho fue “un hito especial que marca claramente dos etapas, el de la planificación y acción y el de su puesta en marcha”.
Para comprender en la actualidad por qué aquel acontecimiento era un hito, hay que remontarse hasta 1921. Entonces, también en las páginas de Ecos Diarios, se publicó un pequeño artículo bajo el título “La Escuela Naval”.
La nota indicaba que el Ministerio de Marina había contestado con una negativa la solicitud de algunos vecinos de nuestra ciudad para instalar en Necochea una Escuela Naval Militar.
El periódico señalaba que en la decisión del ministerio parecían existir ciertos intereses creados. “No importa este resultado, Necochea deberá siempre seguir pidiendo todo aquello que signifique un progreso general y especialmente local”, concluía el artículo.
La idea de instalar la escuela naval perduró en el tiempo. En mayo de 1978 un grupo de necochenses inició las gestiones para hacer realidad ese viejo anhelo.
La denominada Misión Necochea comenzó así una serie de tratativas que culminó con la creación del establecimiento educativo, mediante una resolución del comandante Lambruschini el 25 de abril de 1980.
La misión estaba integrada por Francisco Adolfo García, Mario Ardanaz, Pedro Quarterolo, Isidro Galilea, Vicente Mola, Oscar Ghersi y Luis Manuel Núñez, quienes solicitaron una entrevista con el comandante en jefe de la Armada.
En octubre de 1978 fue destacado en comisión a nuestra ciudad el capitán de navío Enrique Germán Martínez, para visitar las instalaciones que iban a destinarse al futuro liceo.
Al mes siguiente, la Misión Necochea se entrevistó en el Edificio Libertad con el comandante en jefe de la Armada y éste autorizó a los integrantes de dicha misión a que gestionasen ante el gobernador de facto de la Provincia, general Ibérico Saint Jean, la adopción de las decisiones pertinentes y, en particular, las referidas a las instalaciones seleccionadas, que ocupaba la delegación de la Dirección de Vialidad provincial.
El gobernador, entrevistado ese mismo mes, prometió considerar favorablemente la iniciativa de la Misión Necochea y el 9 de mayo de 1979 envió una nota al comandante en jefe de la Armada, anticipándole que el gobierno provincial “estaría dispuesto a ceder, gratuitamente, el edificio”.
Unos días antes, el intendente municipal de Necochea, Alberto Percario, remitió un oficio al comandante de la Armada, en el que destacaba el “antiguo deseo de contar en nuestra ciudad con un instituto educacional de la Armada” y solicitaba al almirante Lambruschini “quiera disponer con la urgencia que el caso requiere, las órdenes pertinentes, a fin de que se estructure el futuro funcionamiento del Liceo Naval de Necochea”.
En respuesta a la nota del gobernador Saint Jean, Lambruschini adhirió a la idea de crear el Liceo Naval de Necochea y comprometió sus esfuerzos para que se cumpliera, en virtud de haber “apreciado el entusiasmo demostrado por los vecinos y autoridades de Necochea para la ejecución de la obra”.
La fundación
Tras la resolución de abril de 1980, Lambruschini dirigió una nota a Percario en la que informó la decisión y manifestó que “1981, año del centenario de la fundación de Necochea será la fecha de inauguración del instituto que, desde ahora, más que un antiguo deseo, es una feliz y cercana realidad”.
Un día después, la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires -Zona VIII- procedió a hacer entrega a la Armada Argentina, representada por el capitán de navío Enrique Germán Martínez, del predio y de los edificios, galpones, instalaciones y de los bienes muebles correspondientes.
En el mismo acto, el capitán de navío Martínez hizo entrega de los mismos bienes que recibiera de Vialidad a la Municipalidad “con la finalidad de que esta proceda a adaptar las instalaciones al funcionamiento del futuro Liceo Naval”.
Un año después comenzaron las obras para la instalación del liceo. El arquitecto José Luis Gelemur estuvo a cargo del anteproyecto de las construcciones destinadas al instituto.
En 1985, ya en democracia, se producía la ceremonia de egreso de la primera promoción del Liceo Naval. El acto, que se realizó en el Auditorium Casino, fue presidido por la vicegobernadora de la Provincia, arquitecta Elva Roulet, y el titular de la Armada, vicealmirante Ramón Arosa.
Entre los presentes se encontraba el director del instituto, capitán de Navío, Oscar García, el intendente municipal José Domingo Taraborelli, diputados nacionales y provinciales, entre otros funcionarios.
Ante una sala colmada de autoridades, invitados especiales y público en general, se entregaron los despachos a los primeros 53 egresados de la institución.
Sólo 14 años
Pero el sueño sólo duró 14 años. El 18 de febrero de 1995, la Armada realizó la ceremonia de cierre del Liceo Naval Militar. “Seguramente habrá un antes y un después. A partir de ahora, el Liceo vivirá y será patrimonio exclusivo de los recuerdos”, dijo el director del establecimiento, el capitán de navío Jorge Marín, en el discurso de despedida.
El acto se realizó en la Plaza de Armas, con la presencia del director de Instrucción Naval de la Armada, capitán de navío Horacio Miguel Molina Pico.
El momento más emotivo fue cuando se desplazó por última vez ante una formación militar la bandera de guerra del establecimiento, para luego ser depositada en un cofre diseñado por la artista plástica Zilda Balzategui en madera de cedro rojo tallada.
En un pasaje de la ceremonia, a la que no concurrieron autoridades municipales, sobrevolaron el lugar dos aviones Súper Etendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, con asiento en la base aeronaval “Comandante Espora”.
En el final del artículo sobre la ceremonia de cierre, el cronista de Ecos Diarios señaló: “A Necochea ayer le desguazaron una parte importante de su capital y apenas unos centenares de vecinos fueron testigos, emocionados e impotentes. La historia local sumó un nuevo fracaso y pareciera que nada ni nadie puede detener esta rueda de infortunio. ¿Habrá más lágrimas?”. ///