Cuatro décadas formando personas con la excusa de una pelota
La escuela de fútbol infantil del Club Atlético Del Valle, del sueño de Oscar Conti a la cuna de campeones
Difícil ponerse objetivos en la formación deportiva, siempre en ese equilibrio entre la enseñanza y los resultados, que no miden muchas veces el progreso, pero mandan. Cientos de ambiciosos proyectos a “largo plazo” terminan muchas veces al primer diciembre sin copas. Por eso resuena encontrarse en este 2020 con el festejo especial del 40° aniversario de la creación de la escuela de fútbol infantil del Club Atlético Del Valle. Aquella que comenzó Oscar Conti y que lideró por más de dos décadas hasta su doloroso adiós. Y que continuaron otros tantos años más Gustavo Verdese y Gustavo Vómero. Una apuesta de los dirigentes del club a un trabajo que el tiempo sigue premiando.
Todo comenzó en abril de 1980, con Oscar Conti haciéndose cargo de la escuela que luego llevaría su nombre. Tendría como colaborador al “Negro” Osvaldo Sosa. Los primeros entrenamientos se desarrollaban en las instalaciones del Colegio Nuestra Señora de Nueva Pompeya hasta que el club concretaría años más tarde la obra del actual estadio “Walter Pérez-Oscar Fernández” en la ribera.
El primer golpe
Los resultados en el ámbito local fueron acompañando pero quedó en la historia aquella primera conquista importante de la escuela infantil cuando en 1988, un equipo de la categoría 1976 del “azulgrana” se coronó campeón en un certamen provincial que se disputó en la cancha del club Gimnasia y Esgrima de Necochea, por entonces ubicada en avenida 58 y 62. En la final derrotaron a River de Chacabuco en una definición por penales tras igualar sin goles. Integraron aquel plantel conducido por Conti los arqueros Sebastián Ibarguren -atajó un penal decisivo- y Pablo Vazquez, los defensores Mariano Tristán, Diego Negri, Leandro Gómez, Pablo Bizcaysacu, Maximiliano Pueyo y Leonardo Peralta, los mediocampistas Gabriel Orellano, Carlos Arrieta, Gabriel Muñoz, Darío Miotti y Marcelo Duport y los delanteros Javier Fraile, Jorge Vester, Pablo Fuente y Gabriel Chiachio. Muchos de estos chicos llegaron a Primera y varios –entre ellos el goleador Javier Fraile- integraron el primer plantel superior campeón de Del Valle en la Liga Necochea, en 1999.
Cambios
En 1994, con un cambio en la dirigencia del club, Conti se alejó momentáneamente y se hizo cargo de la escuela Carlos Lázaro López, quien también realizó un aporte notable. También se sumó Pablo Nicolás Pino, hoy en una escuela de fútbol de Ibiza España, y ante el mayor caudal de chicos, le llega el llamado a Gustavo Verdese, por entonces aún jugando en la Primera del club. “La escuela creció tanto en dos meses, llegaron tantos jugadores que se decidió sumar un profe más. Y propuse que fuera el “Pelusa” Vómero a quien conocía de tantos años en la Primera”, comenzó Verdese, cuya primera categoría en conducir fue la 1984. Vómero, en tanto, recordó que “cuando me lo ofrecen yo no sabía si iba a ser técnico, no era algo que me planteaba. Terminé jugando hasta los 39 años. Pero el club era mi segunda casa, conocía el trabajo que estaba haciendo Lázaro y sabía que estaba el “Negro”. Eso me animó. Empecé de utilero, de ayudante de Lázaro, aprendiendo. Y después me ofrecieron agarrar una categoría. Y si bien no había hecho el curso de técnico, hay cosas que te lo dan los años en los vestuarios”, recordó “Pelusa”. Conti retornaría tiempo después a la escuela y seguiría hasta su fallecimiento en 2010. Desde entonces, Verdese y Vómero han estado al frente.
Si bien el proyecto se sostuvo con nombres identificados con el club, no se puede soslayar que Del Valle es una de las escuelas más ganadoras del fútbol infantil de la Liga Necochea en los últimos 40 años. Para tener un parámetro, desde 2009 a 2019 obtuvo 21 títulos, casi la mitad de los que se pusieron en juego.
Nacionales e internacionales
En los últimos años, además, logró también proyectarse a nivel nacional e internacional alcanzando dos importantes logros. En 2014, jugadores de categorías 1998 y 1999, clasificaron a Del Valle a las finales del Torneo Nacional Sub-15 de clubes que se disputó al año siguiente en Chubut. En la etapa provincial, tras un largo camino, se coronaron campeones al vencer en la final a Juventud Unida de General Madariaga. Integraban aquel plantel -que contó con refuerzos de otros clubes- Nicolás Chuburu, Lautaro Juan, Agustín Di Sarli, Santiago Bengoechea, Tomás Gutiérrez, Mauro Tolosa, Francisco Pascual Manzza, Facundo Leo, Agustín Alaniz, Galo Piro, F. Villamonte, P. Lorea, Salvador Starli, Luciano Díaz, M. Corbalán, Jonathan Estarli y Nicolás Forte, último goleador de la Liga Necochea con los colores de Mataderos.
Y más recientemente, en 2017, dos equipos de categorías 2005 y 2006 culminaron en el podio del prestigioso torneo internacional BA Cup en Buenos Aires. El denominado equipo Del Valle Neco se consagró campeón al vencer por 7-3 en la final a Escuela de Cracks de Bolivia, elenco que en semifinales había evitado una final necochense al vencer a Del Valle Azulgrana por un reñido 4-3. El plantel campeón estuvo conformado por Joel Barrientos, Carlos Peón, Juan Arango -hoy en Estudiantes de La Plata-, Joaquín González, Axel Boncore, Valentino Saco, Diego Graciano, Nicolás Marino, Santino Jensen, Luciano Verdese y Rodrigo Ledesma.
Crecer
Hoy la escuela azulgrana cuenta con entre 100 y 120 chicos entrenando, entre las categorías competitivas y aquellas participativas, de iniciación. Los títulos importan, son parte del fútbol, pero otras cosas se valoran aún más: “El mayor orgullo es cuando trabajan y ves cómo van mejorando los chicos. O los ves llegar a la Primera en el club en que estuviste toda la vida. El orgullo que se siente en ver la evolución del jugador no se puede explicar”, compartió Verdese.
Vómero agregó al respecto que “con el paso de los años perdés noción de muchas cosas, son 26 años. Hay chicos que comenzaron y hoy son padres. No es el mismo trato el que le das a un chico que a un grande. A mí, si me das a elegir, déjame en el infantil, es lo que más me gusta, siento que les puedo llegar. El mismo club me ha ofrecido la Reserva y la Sexta y siempre dije que no”.
Conti, siempre
Para ambos, Oscar Conti representó más que un colega o un maestro en la profesión. “El querido Gordo fue como un segundo padre para mí”, afirmó Verdese, mientras que Vómero reconoció que “Oscar tenía una pasta que no la tenemos ni el “Negro” ni yo. Junto a Lázaro fueron con los que más aprendí. De Oscar todos tenemos el mejor recuerdo. Tenía una llegada especial con los chicos”.
“Al estar tantos años en el club, lo hemos vivido desde todos lados, fuimos jugadores, pasamos por infantiles, inferiores, llegamos a Primera y nos quedamos dirigiendo. Siempre agradecido a mi viejo que me hizo ir al club y al “Negro” como compañero, que hasta me dirigió a mí jugando en Primera. Y claro agradecido a los padres de los chicos que te dejan lo más preciado. Siempre cambio salir campeón a que en el día de mañana cuando los cruzás en la calle no te den vuelta la cara y te saluden. Lo importante son las personas”, sintetizó Vómero.///